(Diario Financiero) El potencial para convertirse en una de las cinco operaciones más grandes del mundo tiene Minera Centinela, la nueva empresa de Antofagasta Minerals (AMSA) que integra a Esperanza y El Tesoro.
«Su producción anual es de aproximadamente 265 mil toneladas de cobre y posee un potencial para producir 450 mil toneladas», explica su gerente general, André Sougarret.
Tras anunciar en junio su creación, la firma ha dado pasos en su proceso de consolidación: comenzó a funcionar de manera integrada en julio y hace pocos días concretó la formación legal, con un Rol Único Tributario y Razón Social.
«Esto permite adoptar una identidad legal y poder comenzar a desarrollar -en forma aún más expedita- todos los procesos administrativos, tributarios, de adquisiciones, ventas, entre otros», dice el ejecutivo.
Integración
En estos meses se han topado con diversos desafíos técnicos y de adaptación. Entre los primeros está integrar dos faenas, lo que ha sido una «tarea intensa, donde ha sido clave poner foco en la gestión de los riesgos y en la coordinación efectiva entre los equipos de trabajo».
Luego, también ha sido un trabajo «exigente», dado que el foco ha estado en lograr equipos con una sola mirada.
Se espera que este proceso finalice en junio de 2015, cuando se haya cumplido la integración en los ámbitos de estructura y personas, unificación de procesos y la captura de valor para la cual fue creada Minera Centinela.
Hace unos meses, en un conference call, los máximos ejecutivos de AMSA hablaron de sinergias por US$ 15 millones para 2014 y unos US$ 50 millones para 2015.
Apuesta de crecimiento
«La creación de Minera Centinela permitirá abordar el negocio desde una mirada integrada y distrital para capturar el máximo valor del Distrito Minero», dice Sougarret.
Esto incluye una optimización de los yacimientos, maximizando el valor a partir de ellos, logrando, por ejemplo, una utilización más eficiente de la flota de equipos, de las plantas de procesamiento y del territorio.
«Buscamos una mayor eficiencia en nuestra operación, para mejorar nuestros resultados y enfrentar los desafíos propios de la industria», dice.
Sougarret agrega que esta nueva estructura influye positivamente para transitar por el momento de la industria, marcado por la baja en el precio del cobre. «Minera Centinela es una respuesta para proyectar y rentabilizar el negocio minero en la zona, capturando todas las oportunidades de desarrollo que posee el distrito», agrega.
En ese sentido, las misiones son cuatro: consolidar la operación, reducir costos, aumentar productividad y desarrollar proyectos sólidos que aporten al negocio mirando los próximos 50 años.
«Contamos con una cartera de proyectos ambiciosa que nos llevaría en el largo plazo a alcanzar una producción cercana a las 450 mil toneladas de cobre fino al año», dice Sougarret.
Por eso, están avanzando en la construcción de la ampliación marginal en la actual concentradora, además de ver la factibilidad del proyecto para la recuperación de molibdeno, y en la prefactibilidad del desarrollo de una segunda concentradora que permitirá un incremento significativo en la producción.