(El Mercurio) Que los diamantes sean «para siempre» no es un impedimento para que cada día sean más las mujeres que quieren recibir uno. La demanda de ellas, junto al cada vez más masivo consumo masculino, ha llevado a que a 2018 el consumo global de este tipo de piedras preciosas subirá un 24% en relación a lo consumido en 2013, según una estimación de De Beers, compañía especializada en este tipo de producto minero y ligada a Anglo American.
Para la empresa, el mercado de los diamantes avanzará principalmente por el crecimiento de la demanda desde EE.UU., que mantendrá su porción del consumo mundial (40%), pero también de China, que subirá en tres puntos su participación.
Con todo, el mercado de los diamantes sumará, estima De Beers, unos US$ 31 mil millones a 2018.
Una de las particularidades de este negocio, dice Bruce Cleaver, líder de Estrategia de De Beers, es que este es el único producto minero que se usa casi únicamente como ornamento: el 99% de las gemas producidas van a la joyería, y solo el 1% va a industrias.
Incluso, dice De Beers, a diferencia del platino y el oro, su uso para inversión es nulo.
La compañía agrega que los compradores de piedras preciosas son los hogares de la clase media y superiores, que tienen ingresos desde los US$ 35 mil anuales. Y en este segmento el mercado que más rápido crecerá en el quinquenio es el chino, que más que se duplicaría a 2018, para sumar 99 millones de nuevos hogares con este poder adquisitivo. Más atrás irán India (que sumará 27 millones), Estados Unidos (13 millones) y Rusia (10 millones).
Desde el punto de vista de la producción, hoy un tercio del rubro de los diamantes -medidos en dólares- viene del grupo De Beers, seguido de Alrosa (26%). El mercado informal se lleva 12% del consumo global.
En volumen, medido en carats (unidad de peso equivalente a 0,2 gramos), el 25% de la producción viene de Rusia, seguido por el Congo (19%) y Botsuana (16%).