(Pulso) Apenas dos días después que Nelson Pizarro, presidente ejecutivo de Codelco, hiciera un crítico diagnóstico de la situación productiva en Chuquicamata -justificando los últimos cambios gerenciales- el presidente de directorio, Oscar Landerretche, salió a refrendar esta versión.
El economista, quien ofreció ayer una charla acerca de los desafíos que enfrentará la empresa estatal en la U. Adolfo Ibáñez, reconoció que hubo una mala evaluación de la gestión que se estaba realizando en las divisiones del norte -Chuquicamata, Radomiro Tomic, Ministro Hales y Gabriela Mistral- y que eso fue lo que gatilló los cambios de liderazgo de quienes que estaban a cargo de esas unidades.
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Precisamente, Pizarro presentó el lunes a los ejecutivos que asumieron las gerencias generales de esas divisiones: Sergio Parada en Chuquicamata; Mauricio Barraza, en Radomiro Tomic; Carlos Caballero, en Ministro Hales y Ricardo Montoya, en Gabriela Mistral. A ellos se sumó Octavio Araneda, quien se desempeñó como presidente ejecutivo interino de la corporación tras la salida de Thomas Keller y que asumió la vicepresidencia de Operaciones Norte.
¿Detectaron problemas de gestión en el Distrito Norte?
“Por supuesto. Es muy conocido que ha habido varios problemas en las divisiones del norte. Hay una evaluación crítica de la gestión en términos de procesos de producción, algunas tecnologías que se demoraron en implementarse o que fueron mal implementadas. Hay una evaluación crítica y por eso es que se hicieron los reemplazos. No hay ninguna ambigüedad en eso”, reconoció Landerretche.
El presidente agregó que Codelco va a revisar las dotaciones, que respecto a algunas divisiones -en particular, Chuquicamata- se critica que son muy abultadas y que es ese factor el que explica en gran medida los altos costos de producción.
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“Todo se va a revisar con el fin de aumentar la productividad y bajar los costos. El diagnóstico es claro. Yo he mostrado un desafío estratégico de ingeniería y de desarrollo gigantesco que tiene Codelco. Y va a ser muy improbable que una empresa enfrentara ese nivel de desafío y no sufriera cambios. Eso está siendo revisado por el presidente ejecutivo y sí, vamos a ser respetuosos en darle los tiempos que él necesita”, agregó.
Precisamente, Pizarro pidió tres meses para revisar los proyectos estructurales de la corporación, tras lo cual presentará un informe que, se espera, esté listo a fin de años y establezca un calendario más preciso de las inversiones que materializará la estatal.
Además de la agenda de cambios al gobierno corporativo presentada en septiembre pasado -tras el impasse provocado por los dichos de la directora Laura Albornoz sobre una mala calificación de Thomas Keller, lo que fue refutado por cuatro integrantes de la mesa- Landerretche anunció medidas adicionales para profundizar estas reformas. La idea es avanzar en transparencia, evitar el “cabildeo” de nombres para los distintos cargos en Codelco y también reducir las filtraciones.
“Lo que hay es un compromiso del directorio, de hacer una propuesta durante el próximo mes de normas que suben los estándares de control de los conflictos de interés y normas anti lobby. Encargamos estudios externos, y ahora estamos en el proceso de analizar lo que nos han devuelto para hacer una propuesta que no sólo es interna sino que es un proceso. Yo espero que las reformas al gobierno corporativo de Codelco estén listas antes que termine el año”, planteó.
¿Modificar la ley de gobierno corporativo de la minera?
“Yo creo que es una discusión importante. Hay espacio para mejorarlo. La ley fue una enorme avance, pero quedan cosas por hacer ahí. Eso está en proceso de reflexión”, añadió.