«Chile sigue teniendo uno de los mejores climas de inversión de Latinoamérica»

Nov 4, 2014

El economista Augusto López-Claros muestra optimismo sobre la posición de nuestro país en el próximo ranking. A su juicio, si la ley de quiebras hubiera entrado en vigor durante la compilación de los datos del ranking, el puntaje de Chile hubiera dado un salto.

(Pulso) En medio de la serie de malas noticias que ha recibido la economía chilena en el último tiempo, la semana pasada el ranking Doing Business del Banco Mundial cayó como un balde de agua fría. Nuestro país retrocedió dos puestos a nivel global y ya no es el líder en Latinoamérica: por delante de nuestro país ahora está Colombia, México y Perú. Pero Augusto López-Claros, director de Indicadores Globales del Banco Mundial (director general del Doing Business), está optimista y espera que en el próximo ranking nuestro país suba su puntaje, gracias a la entrada en vigencia en octubre de la Ley de Insolvencia y Reemprendimiento, que no alcanzó a entrar en el ranking actual y que contrarrestará, a su juicio, el efecto que pueda tener la reforma tributaria. “La diferencia de puntaje entre Chile y Colombia se debe al momento de la aprobación de esa reforma y Chile va a recibir ese crédito el año que viene”, dijo en entrevista telefónica desde Washington. López-Claros fue director del programa de competitividad del World Economic Forum.

¿Cuán importante es que Chile haya caído en el ranking? ¿Es un dato puntual o una tendencia?

Han ocurrido varias cosas simultáneamente. Lo más importante es considerar que el puntaje ha subido. Eso es importante y quiere decir que el clima de inversiones ha mejorado. Lo que ha ocurrido es que primero, para el informe tenemos una fecha de corte, que es el 1 de junio de 2014 e incorporamos todas las reformas que se han realizado en los doce meses previos a junio. Uno de los indicadores en que a Chile en general no le ha ido bien es de resolución de la insolvencia. Chile tenía una ley de quiebras anticuada de los años ‘80 y en los últimos años el gobierno ha tratado de modernizarlo. La ley de Insolvencia y Reemprendimiento se hizo efectiva en octubre de este año, es decir, en el informe de este año Chile no se beneficia todavía del impacto de esta ley, pero yo espero que eso tenga un impacto favorable en el puntaje y en la clasificación en el futuro. Esta reforma ha introducido mejoras muy importantes en el indicador que tradicionalmente era el más débil de Chile. El año pasado por ejemplo la clasificación de Chile en ese indicador era 102, muy por debajo de la media. Si la ley de Insolvencia y Reemprendimiento hubiera entrado en efecto no en octubre sino en mayo, no tengo duda de que Chile tendría una clasificación más elevada.

¿Cuánto podría llegar a subir Chile en puntaje con este cambio?

No hemos hecho el ejercicio, tenemos que tener la ley en la mano y analizarla para ver cómo afecta. Pero en líneas generales, sin dar puntaje específico, me animaría a decir que el puntaje de Chile este año, si la ley hubiera entrado en efecto antes, sería bastante por encima del puntaje actual, porque es una ley importante y es un área donde Chile en general ha tenido un rendimiento muy débil. Si hubiera entrado antes en efecto, esta llamada telefónica sería probablemente para hablar de cómo Chile sigue a la vanguardia en Latinoamérica. Un segundo punto es que los puntajes para los países que van de la posición 35 a 44 en el ranking son muy similares, el rango de variación es de menos de 1%. Cuando esto ocurre en la distribución de 189 países, significa que pequeños cambios pueden contribuir a cambios importantes en la clasificación.

¿Puede estar también dentro del margen de error?

No. El puntaje está en función de los puntajes que se han obtenido en cada uno de los 10 indicadores. Cuando se recopilan datos para 189 países con subcomponentes, puede ocurrir que haya varios países que están cerca unos de otros. Entonces, si la ley de Insolvencia y Reemprendimiento hubiera entrado en vigor antes de junio, estoy absolutamente seguro de que el puntaje de Chile hubiera dado un salto bastante importante hacia arriba. El tercer factor es que el puntaje está mejor. Chile es todavía uno de los mejor países de Latinoamérica para hacer negocios, con una posición privilegiada y no dudo de que una vez que contemos los datos de la Ley de Insolvencia y Reemprendimiento para el año que viene, la situación de Chile va a mejorar. Es una reforma que ha estado en trabajo por varios años y finalmente se ha hecho y ahora Chile tiene un régimen de insolvencia mucho más moderno, mucho más del siglo XXI por así decirlo y eso se reflejará en la clasificación de este indicador.

Por la ley de quiebras Chile mejoraría, pero también hay otra cosa que no se alcanzó a incluir en el ranking, que fue la reforma tributaria. ¿Cómo afectará la entrada en vigencia de esa reforma?

El indicador de pago de impuestos es uno de 10 indicadores y dentro de este hay tres subcomponentes: tiempo, número de pagos y la tasa impositiva. Cuando suben las tasas impositivas, en general son pequeños aumentos porcentualmente hablando; no sube de 20% a 40%, entonces eso tiene un impacto muy pequeño en los datos. La contribución a un mayor aumento en el puntaje de distancia a la frontera que vendrá por la Ley de Insolvencia, será más grande que cualquier desventaja que pueda venir por el cambio tributario. Un aumento pequeño en tasa impositiva creo que tendrá un impacto bastante marginal. Incluso, si hubo una mejora en el componente de número de horas, se podría mitigar el efecto ligeramente negativo de mayores tasas impositivas. Chile sigue teniendo uno de los mejores climas de inversión de Latinoamérica y creo que hay posibilidad de mejorar aún más, más allá de las mejoras que habrá como consecuencia en la ley de Insolvencia y Reemprendimiento. Hay otras áreas donde se podría mejorar.

¿Cuáles son esas áreas?

Chile no tiene las mejores prácticas en permisos de construcción. Colombia ha avanzado mucho en esto. Chile podría hacer mejoras sustanciales con un costo relativamente bajo en cuanto a reformas.

¿Chile puede retomar entonces la posición como el mejor de Latinoamérica?

Sí, de todas maneras. No hay ningún motivo para pensar que Chile no podría retomar la posición privilegiada que tenía en cuanto a ser el mejor lugar de Latinoamérica para hacer negocios. Hay muchos países de la región que también están implementando reformas en este campo y esto se ve reflejado en las últimas clasificaciones.

Como Colombia…

Colombia, que aprobó una nueva ley que fija el marco legal para garantías mobiliarias, en el indicador de obtención de crédito tiene uno de los mejores rendimientos en el mundo (tiene la clasificación 2 de 189 países, sólo detrás de Nueva Zelandia). Ese es resultado de una ley que aprobaron el año pasado. El motivo por el cual Colombia saltó hacia delante a diferencia de Chile, es un tema de oportunidad. La ley de garantías mobiliarias fue para Colombia tan importante como la Ley de Insolvencia y Reemprendimiento será para Chile el próximo año, la única diferencia es que se aprobó en mayo y no en octubre.

¿Cuán difícil es mejorar posiciones en el ranking Doing Business?

Lo importante es enfocarse no tanto en la clasificación. Se puede hacer muchas cosas, pero si otros están haciendo más que tú, puedes caer en la clasificación porque ésta es relativa. Lo que Chile debe plantearse es: según el Banco Mundial tenemos una distancia a la frontera de las mejores prácticas un poco por encima de 71 puntos, 29 puntos lejos de la frontera. Ningún país está en la frontera, ni siquiera Singapur, que es el mejor. Hay un margen de 17 puntos entre Chile y Singapur, que es el número 1. El desafío no es subir en la clasificación sino disminuir esa brecha. El desafío es pensar en qué tipo de reformas se pueden introducir para que el ambiente de negocios se acerque más a Singapur. La pregunta es: ¿Chile puede hacerlo? Mi respuesta es sí. Me animaría a decir que Chile está más capacitado que cualquier país de Latinoamérica porque tiene una larga tradición en hacer reformas en la región. Chile tiene tradición de haber hecho mucho y lo que ahora tiene que hacer es enfocarse en dos o tres áreas importantes. Y en insolvencia demostró que lo puede hacer porque es un tema complejo que toma años.

En Chile hay una visión pesimista cuando caemos en distintos ranking, pero el inversionista extranjero en general es bastante optimista respecto de Chile. ¿Cómo explicaría esta diferencia?

Una interpretación tiene que ver con algo que yo hacía en el World Economic Forum, donde fui director del programa de competitividad y donde elaborábamos el Índice de Competitividad Global. En esa época Chile no sólo era el primero en Latinoamérica, sino que con un margen sustancial respecto del resto de la región (20 puestos). En los últimos años, los países de la Alianza del Pacífico han comenzado a reducir la brecha con Chile. Los otros se están poniendo al día y todos se benefician si los otros se ponen al día. Cuando estuve en el World Economic Forum y daba conferencias diciendo que Chile estaba 20 puestos por sobre el resto de la región, preguntaban qué podrían hacer para alcanzar a Chile y eso no se ve desde dentro de Chile. Los ministros y empresarios y la gente en general no ve esa ramificación internacional del buen manejo económico que se ha hecho en Chile en los últimos 20 años, pero eso sí lo ven en Colombia, en Perú y México y en otras partes del mundo también porque el ejemplo de Chile trasciende las barreras latinoamericanas. En terreno macroeconómico por ejemplo el caso de Chile es muy comentado en Europa.

¿Y por qué este ranking no mide el entorno macro?

La virtud de este informe es que está muy enfocado en las preocupaciones inmediatas de la empresa. Obviamente el tema macroeconómico es muy importante para la empresa también y hay muchos otros factores que también lo son, pero definimos mantener un enfoque más estrecho y centrarnos en el aspecto regulatorio. Eso no significa que estos 10 indicadores sean los únicos y por eso ahora estamos investigando hacer cambios.

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