¿Independencia energética? El rol que toma el carbón en Chile

Oct 20, 2014

Mina Invierno, empresa controlada por Copec y Ultramar, producirá este año del orden de 4 millones de toneladas de carbón, que abastecerán a empresas como E-CL, AES Gener y Guacolda. Resuelta la gran mayoría de los focos de conflictividad, la compañía hoy se enfoca en lograr números azules.

(Pulso) Dos horas toma llegar a Mina Invierno desde la capital regional, Punta Arenas. Pese a la lejanía y, por cierto, a las inclemencias del clima, la conectividad y la calidad del camino son óptimas.

Se trata de una zona inhóspita, prácticamente inhabitada -apenas hay 30 estancias en toda la Isla Riesco- dedicada desde décadas a la ganadería. Ello explica que prácticamente todos los bosques estén quemados, en una práctica que se hacía a menudo a comienzos del siglo pasado para despejar terreno para el pastoreo, y que incluso era alentada desde la autoridad central.

Pese a lo alejado, el tránsito de vehículos y el movimiento en general que se observa es cada vez más fuerte, situación en la que mucho tiene que ver la instalación de Mina Invierno -ex Minera Isla Riesco, ligada a las empresas Copec y Ultramar- que revivió una práctica antigua en la zona y que se inició a fines del siglo XIX: la explotación de los yacimientos de carbón.

Isla Riesco es la zona del país con mayores reservas de este mineral, que en los últimos años ha multiplicado su demanda por el alza del petróleo. Chile no ha estado ajeno a ello, lo que además se explica por la construcción de nuevas unidades tras la crisis del gas argentino.

Mientras en 2003 el carbón representaba el 9,1% de la producción de electricidad en el Sistema Interconectado Central (SIC), diez años después su aporte había crecido al 33%. Esto, en detrimento de las generadoras hídricas, que bajaron del 65% al 38%. En el norte el cambio por carbón ha sido aún más brusco, pasando del 26,7% en 2003 a 81,9% de participación una década después.

En ese contexto, revivir la explotación carbonífera de Isla Riesco se convirtió en una opción muy atractiva. En 2007, el Estado decidió licitar terrenos en la zona, proceso que se adjudicó la Sociedad Isla Riesco, dejando atrás a un competidor de peso: BHP Billiton. Pese a una fuerte oposición inicial, liderada por una familia de estancieros vecinos al sector de la mina, hoy la empresa ha mejorado fuertemente sus niveles de percepción ciudadana en la región, lo que miden continuamente a través de estudios de opinión.

“En términos generales, casi el 65% de la comunidad de Magallanes -según un estudio realizado por Adimark en agosto de este año- aprueba la operación de Mina Invierno y cerca de un 23% la ve de forma neutral, lo que implica que el nivel de rechazo es muy bajo. Por supuesto esto es un gran logro ya que indica que la comunidad valora los impactos positivos en generación de fuentes laborales y actividad económica que ha beneficiado a la región, a la vez que es un reconocimiento al esfuerzo desarrollado por hacer una minería sustentable y de mínimo impacto al medio ambiente”, señala el gerente general de Mina Invierno, Sebastián Gil.

Luego de invertir unos US$580 millones, Mina Invierno comenzó a operar el año pasado de manera silenciosa, enfocada principalmente en el ámbito local, tras iniciar su construcción en 2010. Dada su magnitud, con su sola instalación se dispararon los índices de producción regional, instalando a Magallanes como la región de mayor crecimiento en 2013 con un 15,3%.

Magallanes fue, además, la única  región que creció a una tasa de dos dígitos el año pasado. Este año también lidera, con una expansión acumulada de 9,8%. A ello se suma la tasa de desocupación, una de las más bajas del país con sólo 3,3%.

A la producción minera se añadió un puerto, que permite que naves de gran tamaño provenientes de Asia y otras más pequeñas que abastecen al mercado interno carguen directamente en la isla y que van directamente a las instalaciones de E-CL, Guacolda y AES Gener, que son los principales clientes de la compañía.

Incluso, Copec y Ultramar proyectan abastecer el 30% de la demanda local de carbón desde Isla Riesco. La compañía producirá este año del orden de 4 millones de toneladas de carbón. Y resuelta la gran mayoría de los focos de conflictividad, la compañía hoy se enfoca en lograr números azules.

Sebastián Gil: “El carbón de Magallanes es una gran oportunidad para el país”

¿Cómo evalúan estos primeros meses de operación de la compañía?

Como toda compañía que inicia una operación minera, tenemos múltiples desafíos que son propios de la etapa de puesta en marcha, debiendo concentrarnos en realizar todos los ajustes necesarios en los procesos productivos.

De todos modos, estamos contentos con el desempeño de la compañía en nuestro primer año de producción: Durante el año 2013 pudimos vender 2,4 millones de toneladas de carbón, de las cuales un 40% estuvieron destinadas al mercado nacional y un 60% a la exportación. Entre los destinos de exportación destacan países como Holanda, España e Inglaterra, además del mercado asiático. Este año esperamos que los volúmenes de producción estén en torno a 4 millones de toneladas, y que la venta en el mercado nacional aumente a cerca del 50% de ese volumen.

En el contexto económico, hoy Mina Invierno enfrenta un escenario de precios bajos, en parte porque la demanda por carbón se ha visto afectada por el estancamiento económico en Europa y la desaceleración en Asia, a lo que se suma que en Estados Unidos han surgido alternativas energéticas como el shale gas.

Hoy la compañía está completamente enfocada en fortalecer la operación, con el fin de lograr mayores niveles de eficiencia que nos permitan estar en el primer cuartil de los productores de más bajos costos de producción, así como en capturar una mayor participación de la demanda que genera el mercado nacional.

¿Cuáles son sus primeros clientes?

Nuestros primeros clientes en Chile son AES Gener, Guacolda y E-CL, es decir, los principales productores termoeléctricos nacionales ya conocen y utilizan carbón chileno procedente de Mina Invierno. En el mercado internacional y en particular en Europa tenemos clientes de muy alto nivel, como EDF, GDF Suez y Endesa España, lo que nuevamente confirma el atractivo y calidad del carbón de Magallanes.

¿Es un foco Chile?, ¿cuáles son las ventajas de colocar la producción de carbón en el país?. ¿Es posible pensar en que Chile pueda abastecerse de carbón en el largo plazo?

Mina Invierno tiene una capacidad de producción que permite sustituir hasta un 30% del carbón que Chile actualmente importa. Siendo un productor de carbón de bajo costo, sin duda que nuestro objetivo es maximizar la colocación de nuestra producción en el mercado nacional, contribuyendo con ello a aumentar la independencia energética del país, haciendo uso de un importante recurso energético existente en la Región de Magallanes.

Chile necesita con urgencia desarrollar nuevas fuentes propias de energía, tal como ha quedado establecido en la agenda energética nacional, que nos permitan diversificar la matriz y avanzar en independencia energética. En ese sentido, el carbón de Magallanes es una gran oportunidad para nuestro país.

Es importante mencionar que Mina Invierno no incrementa el consumo de carbón en Chile, sino que reemplaza consumo importado, haciendo menos dependiente al país de proveedores externos.

¿Cuál ha sido el aporte de Mina Invierno a la producción regional?

En términos económicos, el aporte de Mina Invierno a la región es importante, generando un mercado laboral más competitivo y con mejores oportunidades para los trabajadores de la región, dado el alto grado de capacitación y especialización que tienen nuestros trabajadores, quienes son en un 89% magallánicos.

Adicionalmente, la actividad de la compañía genera un impacto positivo en la economía nacional y en particular en la Región de Magallanes.

En el aspecto de mitigación ambiental, Mina Invierno en su diseño, considera medidas pioneras a nivel nacional entre las cuales destaca la generación de un área de compensación integrada, la reforestación de 520 hectáreas y la revegetación de botaderos de forma progresiva y paralela al desarrollo de la operación minera, una innovación única en el país.

La maximización del relleno al interior del rajo, denominado “Rajo móvil”, permite reducir las alturas y superficies de los botaderos, facilitando la incorporación de estos volúmenes al entorno visual, al asimilarse a las alturas y volúmenes naturales del terreno circundante. Este tipo de explotación es el mismo que se usa en otros países desarrollados en este tipo de minería, tales como Estados Unidos, Australia, Alemania, España, entre otros.

¿Cuál es el potencial de crecimiento del yacimiento?

Hoy la compañía se encuentra recién en su segundo año de operación. Seguimos trabajando el proceso de ramp-up, es decir, en el aumento de las tasas de producción, para llegar desde los 4 millones de toneladas actuales a un ritmo de producción en torno a 6 millones de toneladas por año. En ese sentido, nuestro desafío es hacerlo de la forma más eficiente posible con altos estándares de sustentabilidad.

El yacimiento Invierno tiene 73 millones de toneladas aprobadas ambientalmente y la compañía cuenta con reservas totales de 250 millones. Hoy estamos enfocados en producir las reservas que tienen RCA, y hacerlo de buena forma, preocupados que todas las áreas de la compañía funcionen a la perfección y tomen el ritmo que necesitamos.

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