Cesantes en minería aumentaron un 79% en un año y suman casi 25.000

Oct 6, 2014

Según datos del INE para el trimestre móvil junio-agosto 2014. El Ministerio de Minería prepara un programa de apoyo al empleo para los pequeños mineros.

(El Mercurio) Según las cifras presentadas la semana pasada por el INE, entre junio y agosto de este año 233 mil personas trabajaron en la explotación de minas y canteras en el país. Esta cifra supone 14 mil ocupados menos en el sector respecto del mismo trimestre móvil del año anterior.

Incluso, dice Álvaro Merino, gerente de Estudios de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), la cifra supone 28 mil personas menos que en el trimestre móvil terminado en octubre de 2012, cuando se alcanzó el peak de la ocupación directa de esta rama , e iguala los niveles de empleo de 2011.

«Al analizar la ocupación en el trimestre móvil junio-agosto de 2014 respecto de lo que ocurría hace un año, se observa que el empleo a nivel nacional crece un 0,7%, esto es, aumenta en 51 mil trabajadores. No obstante, en la minería cae un 5,8% y es precisamente una de las actividades económicas donde proporcionalmente se manifiesta con mayor fuerza la baja en la ocupación», dice Merino.

Entre junio y agosto de 2014, los cesantes en el sector minería sumaron 24.700 personas según cifras del INE, un 79% más que en igual lapso de 2013 cuando el número llegó a 13.800 personas.

Al comparar el desempleo promedio de los últimos meses se observa que, mientras en el país la desocupación promedio aumenta, en dos zonas mineras se dispara: «En la Región de Antofagasta crece de 5,2% a 6,7%, en tanto que en Atacama aumenta de 5,6% a 6,9%», dice Merino resaltando que, a pesar de esto, el empleo en este sector no está en crisis.

«Falta mucho para eso», asegura Francisco Klapp, investigador del Programa Económico de Libertad y Desarrollo, quien explica que son dos los fenómenos que han afectado al rubro: por un lado una desaceleración que se ve en todos los demás sectores de la economía y, por otro, la baja en los proyectos, ya que la construcción relacionada con la minería se contabiliza en este ítem por el INE. Y viendo que muchos proyectos siguen postergándose, Francisco Klapp cree que la tendencia del desempleo y la cesantía en el sector debería seguir al alza.

Más cesantes en el Biobío

Según el INE, las regiones que más cesantes de la minería tienen son la del Biobío y Coquimbo, con 6 mil y 5.100 personas, aproximadamente.

Como la encuesta mide solo el lugar en donde se encuentran los cesantes, también muestra cómo ha sido la migración «de vuelta» de los mineros, que ya han perdido casi todas las esperanzas de conseguir trabajo en el norte y han retornado a su región de origen.

Esto también devela otro fenómeno: los mineros, en general, son sostenedores de grupos familiares que están acostumbrados a recibir altos ingresos, por lo que la pérdida de la fuente laboral afecta indirectamente a otras tres personas en promedio, dice Klapp.

Teniendo esto en vista, el Ministerio de Minería estaría preparando un programa de apoyo al empleo para los pequeños mineros, el que estaría listo en noviembre próximo.

Por eso, la inseguridad actual ha llevado a que los trabajadores, a diferencia de hace un año, estén mirando menos a la competencia.

Carla Reyes, team leader Mining & Suppliers de Randstad, explica que si bien en el último tiempo la minería ha sido un sector con un alto nivel de movilidad de trabajadores entre empresas, casi siempre tentados por mejores sueldos (ver recuadro), hoy sus trabajadores están entre los que menos esperan cambiarse de empresa en el corto plazo.

«Mientras más insegura está la fuente laboral, menos ganas de cambiarse tiene la gente, y ese es el fenómeno que está ocurriendo en la minería: la gente ve que cada día es más difícil encontrar trabajo en otra minera, por lo que se aferran a sus puestos y si los despiden, consideran la indemnización como un ahorro», dice Reyes.

Hoy la movilidad se da a nivel interno: mientras antes las mineras se «levantaban» a los trabajadores, hoy son las grandes empresas las que tientan a los empleados, aunque ofreciendo un sueldo menor al de años previos.

En ese proceso, explica Pascual Veiga, past president de la Asociación de Proveedores Industriales de la Minería (Aprimin), está su sector, ya que ha perdido cerca de 6.500 plazas laborales en nueve meses.

Sueldos se mantienen y se ofrecen cada vez menos bonos

En el pasado mes de marzo, un estudio preparado por PwC para la División Chuquicamata de Codelco comparó las remuneraciones de 39 cargos de ese yacimiento con sus equivalentes en otras siete compañías nacionales, reflejando que los sueldos de la estatal, en general, coinciden con los «precios de mercado».

Lo que llama la atención del estudio es la amplia variabilidad de los valores de mercado pagados a trabajadores del mismo nivel, algo que, sin embargo, dicen los expertos, es normal en sectores con alta competencia por trabajadores.

Sebastián Marzal, gerente comercial de Activos Chile, dice que por mucho tiempo conseguir un profesional para trabajar en la minería fue muy difícil, por lo que ante la escasez las empresas solo podían recurrir a la remuneración para atraer nuevos y mejores profesionales. Así, los «levantados» usualmente disparaban los sueldos. «Pero, en el contexto actual, esto debería estar cambiando», dice Marzal.

Para el experto, hoy hay muchos más candidatos para mucho menos plazas laborales, por lo que los salarios, más que mantenerse, han empezado a bajar en promedio para las nuevas contrataciones, y las bandas de remuneraciones han ido ajustándose, pues hoy se compite «cada vez menos por un trabajador».

Una muestra de esto es la última encuesta Mercer que, aunque contabiliza a los mineros entre los trabajadores de las industrias mejor pagadas del país, sus gerentes han caído tras los sectores de retail y maquinaria, con sueldos de $8,9 millones mensuales en promedio.

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