Desaceleración golpea a clase media de América Latina

Sep 24, 2014

Según Moody's, el menor crecimiento económico por el que atraviesa la región está reduciendo la actividad crediticia, impactando a la clase media. De esta manera, se prevé un deterioro en la calidad crediticia de los sectores que resultarán golpeados, como la banca, el comercio detallista y las constructoras.

(Pulso) El boom económico que vivió América Latina en la última década que sacó a 150 millones de personas de la pobreza, es probable que no se vuelva a repetir, al menos en el corto plazo. Este es el diagnóstico del último estudio de Moody’s Investors, titulado “Latin America’s Middle Class Growth Slows”.

Y es que el crecimiento de la clase media se está desacelerando, lo que conlleva un amplio impacto económico en la región que afectará especialmente al consumo y la inversión. El reporte afirma que los sectores más afectados serán los minoristas, fabricantes de automóviles, las constructoras, las compañías aéreas, la industria del lujo y a los sectores dependientes de crédito.

“El crecimiento económico en Latinoamérica se está desacelerando, con un crecimiento mucho más bajo que el esperado durante el primer semestre de 2014, hecho que afecta negativamente tanto el consumo como las inversiones”, señala Gersan Zurita, Senior Vice President de Moody’s y coautor del reporte. Y no es probable que este crecimiento repunte a los niveles vistos durante la última década.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) aseguró en el mes pasado que rebajará sus perspectivas de crecimiento para América Latina y el Caribe en 2014 a menos del 2%.

De esta manera, las inversiones y el gasto de los gobiernos, y no los gastos de consumo, conducirán una recuperación moderada para la mayoría de la región en 2015.

En caso de que esta desaceleración en el consumo de la clase media se prolongue o profundice, tendrá implicancias crediticias negativas para una amplia gama de emisores de deuda de América Latina.

Analistas ligados al sector bancario, de hecho, ya ven un deterioro del ritmo de crecimiento de las prestaciones.

Jorge Saza, director de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), sostiene a PULSO que desde el 2013 el ritmo de crecimiento de la actividad crediticia ha disminuido, una tendencia que se acentuará para este año, por el menor ritmo de expansión de la región. “Los mercados laborales no están creciendo, entonces la capacidad de pago, de endeudamiento y de demanda del crédito se ven erosionadas, y los bancos pueden ponerse más conservadores”, afirma.

Además de la desaceleración económica y el menor crecimiento del mercado laboral, Saza agrega que la presión por mejorar la regulación financiera y la calidad del capital patrimonial explican parte de esta tendencia.

La consultora británica Capital Economics concuerda en que durante los últimos trimestres el crédito del sector privado ha crecido en torno al 10%-15% año a año, en la mayoría de los países. Por el contrario, durante 2010-13, las tasas interanuales eran de entre 20%-25%.
Edward Glossop, analista de Capital Economics, explica a PULSO que varios países están flexibilizando las condiciones monetarias con el fin de apoyar el crecimiento económico que está decayendo. “Chile y Perú han estado recortando las tasas de interés, mientras que Brasil también ha estado moderando las normas sobre los requisitos de reserva”, dice.

¿Qué pasa con Chile?

Moody’s sostiene que en nuestro país la incertidumbre en torno al impacto económico y financiero de la reforma tributaria estructural ha llevado a una disminución tanto en la confianza empresarial y del consumidor. La inflación está aumentando y el peso se deprecia más que la mayoría de las monedas de mercados emergentes. “Esperamos que la economía chilena crezca sólo un 2,0% en 2014, comparado con el promedio de 4,7% en 2004-13, a causa de las medidas de estímulo y una mayor demanda externa. La disponibilidad de crédito se redujo al 15% en 2013, por la restricción de los bancos, en gran parte debido a los eventos no recurrentes que dieron lugar a un aumento temporal de la morosidad.

De acuerdo a Moody’s, los bancos relacionados con los minoristas chilenos como Banco Ripley, Banco Falabella y Banco Paris, que son totalmente dedicados al crédito al consumo no garantizados, serían los más vulnerables a las presiones de calidad de activos. En tanto, las empresas de retail chilenas como Cencosud, SMU y automotoras Gildemeister, se incluyen entre las más vulnerables.

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