(Estrategia) Los mineros del norte del país no miran con buenos ojos la nueva dirigencia de la Enami con la llegada de Jaime Pérez de Arce a la vicepresidencia ejecutiva, quien asume por tercera vez (2000-2006 y 2007 a 2010), ya que esas administraciones no fueron bien evaluadas.
La primera preocupación de las asociaciones mineras es cómo elevará los resultados de la empresa, considerando que el año pasado terminó con pérdidas (US$67 millones) y que por eso su antecesor, el renunciado Roberto de Groote, pidió a Hacienda aumentar el nivel de endeudamiento en US$50 millones.
A ello se suma otra situación: el futuro de su Fundición Paipote (Región de Atacama), porque deberá invertir unos US$500 millones para cumplir con la norma de emisiones al 2018. La relevancia de Enami es que es una empresa de fomento, sobre todo para la pequeña y mediana minería.
Sobre esta situación, el presidente de la Asociación Minera de Taltal, Iván Pavletic, se mostró en desacuerdo con la llegada de Jaime Pérez de Arce, puesto que señaló que “creo que es negativo que tome nuevamente la institución”.
El dirigente explicó que las anteriores administraciones no fueron muy “productivas” para el sector, y que “retomar” la Enami, considerando el actual panorama que vive la empresa, perjudicaría a los pequeños mineros.
Mientras que, desde la Quinta Región, la Asociación Minera de Diego de Almagro, presidida por Zulema Soto, recalcaron que “no deberían (el Gobierno) haberlo elegido a él (Pérez de Arce), porque no lo hizo bien”. A su vez, en Tierra Amarilla, indicaron que “no se consideran nuestras opiniones”.