Productividad laboral de Chile es la mitad que el promedio OCDE y preocupa falta de medidas

Ago 22, 2014

Los economistas advierten que en los últimos gobiernos, incluido el actual, no se han desarrollado políticas para reducir la brecha y que urge mejorar estos niveles para lograr incrementos de largo plazo en el PIB.

(Diario Financiero) El escaso incremento de la productividad se ha vuelto un problema notorio en la última década. No existen en el país medidas claras para mejorarla y no se esperan, por ende, aumentos significativos en el corto plazo. Son advertencias de los expertos en la materia que aseguran que Chile logró crecer en esta década gracias a la reducción de la brecha de inversión y del empleo de las mujeres.

El ministro de Economía inauguró ayer los Diálogos para la Productividad con los que el Gobierno busca identificar y concretar medidas de impulso en sectores específicos.

Sin embargo, el debate público, incluso previo al inicio de la Administración Bachelet, ha estado centrado en las reformas tributarias y educacional, así como en la necesidad de mejorar la equidad. Relegada a un segundo plano y con esta tendencia poco agorera, la productividad laboral en Chile exhibe datos muy alejados de los otros países miembros de la OCDE.

En la medición de PIB por hora trabajada en 2013 el país registró US$ 21 -frente a los US$ 15 de 2010-, según datos elaborados por el economista del CEP, Raphael Bergoeing, extraídos de The Conference Board Economy Database y tomando como referencia dólares a 2013 corregidos por paridad de poder de compra.

En contraposición, el promedio de la organización se situó en 
US$ 44,7. Además, con excepción de México, donde la productividad laboral fue de 
US$ 17, Chile muestra la peor productividad laboral de los 34 estados miembros. Estados Unidos, referente en la medición, presenta un Producto por hora de US$ 67.

En cambio, si se comparan estos niveles con los de los pares latinaomericanos, Chile lidera el puesto en productividad. Argentina queda relegada con una productividad laboral de US$ 14 por hora trabajada, al igual que en Perú, donde se anotan US$ 12. Gabriel Sánchez, economista principal del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), explica que esta brecha existente con el resto de países se debe al escaso grado de especialización productiva de las naciones del cono sur.

La solución: más calidad del Estado y del mercado

Críticos con el papel que han jugado las administraciones de los gobiernos anteriores en el asunto, los expertos aseguran que la expansión del Producto en los últimos años no estuvo vinculada con aumentos de la productividad. Manuel Agosin, economista de la Universidad de Chile cree que en el país “se han tomado algunas medidas, pero todas muy a medias”. “La productividad no es el centro de la atención. No lo fue durante la Concertación y el gobierno de Piñera no le dio ninguna importancia. Ahora hemos vuelto a retomar el tema, pero estamos muy focalizados en la reforma tributaria y en la educación como si ésta fuera un ente abstracto. En los países de la OCDE la educación técnica está muy desarrollada; nosotros ni siquiera nos hemos preguntado por ese tema”.

Además, el académico destaca que “en Chile hay una gran cantidad de trabajadores con destrezas muy rudimentarias y con una educación muy básica. Es ahí donde hay que apuntar, en mejorar las destrezas de quienes están en la fuerza de trabajo y quienes van a entrar. Todos los países de la OCDE tienen un sistema para mejorar la productividad del trabajador alrededor de su estructura productiva. Se requiere una política de desarrollo productivo y no sólo una política para mejorar la productividad de los trabajadores”.

Bergoeing considera que “toda la precariedad de un país se ve reflejada en las pequeñas y medianas empresas”. Con esta afirmación, apunta hacia dos reformas clave: la calidad del estado y la calidad del mercado, “en el sentido de que la libre competencia -dice- tenga institucionalidad suficientemente fuerte”. “De ninguno de esos temas se está conversando hoy en Chile”, sostiene.

Por su parte, Francisco Klapp, economista de Libertad y Desarrollo, no espera aumentos significativos de productividad en el corto plazo. “No veo que se esté haciendo hoy algo para mejorar la productividad y eso es preocupante. Si queremos crecer más, tenemos que aumentarla, así como los niveles de capital físico”, anticipa.

“En el periodo 86-96, gran parte del crecimiento estuvo explicado por aumentos tremendos en Productividad Total de Factores, es decir, no sólo por el mayor aumento de capital o de personas trabajando y sí por cambios muy profundos que se hicieron. Ahora para continuar creciendo se deberían incorporar personas al mercado. Chile es un país con una baja incorporación de la mujer. Además, hay regulaciones que no permiten innovar”, agrega el experto. En esa misma línea, Cristian González, director del Núcleo de investigación de empresa, sociedad y tecnología (NEST) de la Universidad Mayor, sostiene que parece poco factible crecer por la vía de la productividad laboral si no se resuelven las carencias en formación de capital humano.

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