(Emol) El Gobierno solicitó un informe a Aduanas con el fin de que explique cómo entraron al país los 15 lingotes de oro avaluados en más de 1.400 millones de pesos decomisados a dos ciudadanos peruanos el lunes.
“Ese oro debe haber entrado por alguna parte. No cayó del cielo y una vez que tengamos todos los antecedentes vamos a iniciar todas las acciones legales que correspondan”, sostuvo el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy.
El caso fue informado por la institución el lunes pasado, en su página web, en la que se sostiene que el descubrimiento del millonario cargamento ocurrió gracias al intercambio de información con la Superintendencia de Aduanas y Administración Tributaria (Sunat) de Perú, desde donde se emitió una alerta por la extracción ilegal de oro desde ese país a naciones vecinas.
«El procedimiento se inició cuando los aduaneros dialogaron con dos pasajeros, quienes les indicaron que llevaban el oro a Santiago y que dicho metal correspondía a pequeños pirquineros de Arica. Al exigirles la documentación respectiva, exhibieron una factura emitida por ellos mismos, donde la comercializadora de uno de los involucrados le vende con guía de despacho a la sociedad de inversiones del otro. Tal información no aclaró fehacientemente el origen del metal, por lo cual se procedió a su decomiso», agrega Aduanas.
El problema es que ambos sujetos no habrían sido denunciados a Carabineros ni a la fiscalía, por lo que éstos quedaron en libertad y hasta hora no se sabría de su paradero.
Por lo anterior, el subsecretario explicó que la idea es saber si existieron «irregularidades», en el procedimiento.
Los 15 lingotes son de oro de 24 quilates y tienen una ley de 88,12%, con un peso bruto de 48 kilos 495 gramos. Según un peritaje desarrollado por tasadores de la Dirección General de Crédito Prendario, su valor total es de $1.454.850.000.