(Pulso) La disputa entre Soquimich (SQM, controlada por Julio Ponce) y Cosayach (ligada a Francisco Javier Errázuriz) están muy lejos de terminar.
Ahora la compañía líder en nutrición vegetal (SQM) llevó esta disputa a la Corte Suprema.
¿El objetivo? Insistir en que el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) cometió un error al otorgar el permiso ambiental al proyecto de expansión de la planta de producción de yodo Soledad, de Errázuriz, la cual obtuvo su Resolución de Calificación Ambiental (RCA) el 2 de enero de 2013.
La firma liderada por Ponce buscará en el máximo tribunal del país revertir el pronunciamiento de la justicia ambiental que estableció que SQM no tenía legitimidad para pedir la bajada del proyecto. Otro elemento que inquietó a Soquimich fue que el Tribunal Ambiental afirmara que en su solicitud imperaban criterios económicos más que ambientales.
Desde que la compañía controlada por la familia Errázuriz obtuvo el permiso para aumentar su capacidad en la industria del yodo, SQM ha librado una dura batalla contra Cosayach estableciendo que su competidora no se hace cargo de sus impactos ambientales. Por contraparte, el titular de la planta Soledad reafirma en sus informes a la corte que la que hay “un interés económico marcado por la intención de eliminar a sus competidores del mercado”.
Las defensas
SQM pide que se impugne el permiso ambiental obtenido por la planta Soledad mediante un recurso de casación. “A pesar de que el grupo Errázuriz evaluaba simultáneamente ante el mismo Servicio de Evaluación Ambiental de Tarapacá a lo menos cinco proyectos diferentes, dicho organismo no solicitó ni un tipo de infracción que descartara el fraccionamiento”, dice SQM, y añade que en la Adenda del proyecto se reconoce explícitamente una serie de hallazgos arqueológicos que no habrían sido ponderados.
Por contrapartida, la firma del grupo Errázuriz plantea que hay una estrategia anticompetitiva sistemática elaborada por Soquimich.
“SQM ha deducido más de 8.500 acciones judiciales destinadas a evitar que cualquier tercero se transforme en una competencia de negocios para ella De hecho, sólo en el año 2012, SQM dedujo más 1.400 acciones con tales objetivos”, argumenta Cosayach.
Eso no es todo, para convencer a la justicia, la compañía controlada por Errázuriz también sacó a colación los cuestionamientos administrativos que recaen sobre la compañía y su esquema de cascadas.
“Quien alega que nuestra representada ha vulnerado el ordenamiento jurídico y realizado maniobras de dudosa legalidad, no es otra compañía que aquella cuyos controladores y ejecutivos máximos han sido acusados por la Superintendencia de Valores y Seguros, precisamente, por claros atropellos a la legislación sectorial sobre control de sociedades y mercado de valores”, se afirma.