Mineros pierden bonos y hasta el sueldo por nueva norma de trabajo en altura

Jun 30, 2014

Empresas y trabajadores alegan vacío legal. La mayor causa de inhabilitación es el sobrepeso.

(El Mercurio) De norte a sur, miles de mineros eligen el menú hipocalórico en los casinos, usan el gimnasio de la empresa o están sumándose a programas para dejar de fumar. «Temen salir mal en el examen y que no los dejen trabajar», dice el médico Sándor Ocampo, quien se refiere al temido ELA (Evaluación de Salud para Exposición a Gran Altitud), un examen que es obligatorio desde hace siete meses y que complica a trabajadores y empresas de la gran minería.

Hoy existen unos 300 mineros que no pasaron el ELA y fueron declarados no aptos para trabajar en faenas sobre tres mil metros de altitud, principalmente por sobrepeso, pero también por complicaciones en presión arterial o exceso de azúcar en la sangre, señala Jorge Flores, dirigente de la Federación Minera de Chile. Y ni siquiera se han examinado todos los trabajadores de la industria.

Según los sindicatos, las compañías más complicadas por esta merma en su dotación laboral son Escondida -de BHP Billiton- y El Abra -de FreeportMcMoran-, que pese a que no están a la mayor altitud, sí tienen un gran número de trabajadores. Pero hay problemas en Andina de Codelco y en menor medida en todos los yacimientos en altura, como Quebrada Blanca, Collahuasi, Maricunga, Los Pelambres, Los Bronces (Sur Andes).

El problema surgió a partir de una nueva norma -D.S. 28, y que rige desde el 8 de noviembre de 2013-, que modificó el decreto 954 del Ministerio de Salud. Esta fijó un completo chequeo médico para todos quienes desempeñen trabajos entre tres mil y 5.500 metros sobre el nivel del mar, explica Arturo Cares, gerente de prevención de la Asociación Chilena de Seguridad, Achs (ver recuadro).

Nadie se esperaba que tantos mineros reprobaran el ELA, y el problema se agudizó porque empresas y trabajadores coinciden en que no hay claridad legal sobre qué hacer en estos casos, cuando un trabajador cae en esta situación de transformarse en «no apto» por estas razones de salud.

Y esto, en un contexto, además, en que hay un déficit de mano de obra calificada para la minería que origina que, además, a las compañías no les resulte fácil reemplazar al trabajador no apto, comenta un gerente de una multinacional. Según el Consejo Minero, en 2014 faltan 13.740 trabajadores y hacia el 2020 se necesitarán 38 mil.

Hasta ahora ni Escondida ni El Abra ni Codelco han despedido trabajadores por esta causa, señalan en estas empresas. ¿Qué hacen entonces? «Minera El Abra está realizando dos campañas de comunicación interna: una para educar a los trabajadores respecto de la nueva ley de trabajo en altura y una segunda para mejorar los hábitos de alimentación y fomentar la actividad física entre sus trabajadores», dicen en esta empresa, donde a la fecha tienen 20 trabajadores que registraron contraindicaciones para que se puedan reincorporar a sus labores.

En todas las compañías los «no aptos» están sometidos a dietas, ejercicio o tratamientos médicos para bajar de peso, controlar la presión arterial u otros problemas de salud informa Jorge Flores, dirigente de la Federación Minera.

En Minera Escondida, «al viejo no lo desvinculan y le dan la opción de rehabilitarse», dice al respecto Patricio Tapia, presidente del sindicato N°1 de esta compañía. «Pero dejarlo abajo (no ir a la faena minera) significa dejarlo con el sueldo fijo, es decir, con solo 30% o 50% de su remuneración total», explica este dirigente. En esta industria -donde los sueldos base rondan el millón de pesos- gran parte del salario final viene por bonos de producción, seguridad, asistencia y otros, que exigen estar en el yacimiento.

Esta empresa de BHP Billiton ha podido reubicar a algunos trabajadores, ya que tiene un puerto (Coloso) y un ferrocarril. Lo mismo hace Andina, de Codelco, que relocalizó a 32 trabajadores de este yacimiento, ubicado a 3.100 metros a nivel del mar.

Pero en El Abra no hay faenas a menor altura. Ahí se ha optado, dicen en la compañía, por vacaciones y permisos sin goce de sueldo para que los mineros mejoren su salud y vuelvan a las faenas.

Carlos Gajardo, gerente de Medio Ambiente de Sonami, explica que la norma tiene un vacío, porque no dice qué hacer cuando un trabajador no es apto. «Una minera no va a incumplir las normas, porque la seguridad es lo más importante», señala este ejecutivo.

«Muchas veces los mineros nos piden que les permitamos trabajar, pero lo que está en juego es su vida», comenta, a su turno, Arturo Cares, de la Achs.

Tanto empresas como trabajadores han alertado a la autoridad. Las compañías ya han hablado con el Ministerio del Trabajo y pretenden hacerlo en las próximas semanas con la cartera de Salud. Los sindicatos han pedido un dictamen sobre qué pasa con los contratados «no aptos» a la Dirección del Trabajo. También buscan cambiar la normativa de seguridad del trabajo. «Tenemos una reunión el 2 de julio próximo con el subsecretario de Previsión Social, Marcos Barraza», detalla Patricio Tapia.

¿Qué buscan, en concreto? «Algunos contenidos (de la normativa) requieren precisiones o interpretaciones más claras por parte de la autoridad para una apropiada aplicación que resguarde la salud de los trabajadores», sostiene José Tomás Morel, gerente de estudios del Consejo Minero. Y es que hay problemas de salud que son transitorios y, por lo tanto, reversibles, como obesidad, hipertensión arterial o triglicéridos altos. Mientras se mejoran o compensan estas complicaciones, los trabajadores podrían continuar en las faenas de altura, algo que la norma actual impide, plantea este ejecutivo. «Sería altamente deseable explicitar esta posibilidad, para reducir la incertidumbre que hoy afecta a trabajadores y empresas», concluye.

UC: Mineros tienen salud similar al resto de los chilenos

¿Tienen los mineros condiciones de salud peores que las del resto de los chilenos? Un estudio de la UC realizado el año pasado a cuatro mineras, dos sobre tres mil metros de altitud y otras dos bajo esa cota, responde a esa inquietud. «Al igual que la población general, la prevalencia de sobrepeso, obesidad, alteraciones de los lípidos sanguíneos y síndrome metabólico, son elevados», concluye la investigación, solicitada por los gremios Sonami y Consejo Minero.

El reporte también revela que «se aprecia altas prevalencias globales de riesgos conductuales como consumo de alcohol y trabajo, frecuente entre los trabajadores de la minería y la población chilena en general».

Los problemas de salud de la población chilena en general redundan en una dificultad en el reclutamiento de trabajadores. Un gerente de una gran minera cuenta que, al momento de contratar nuevos trabajadores, «los que quedan fuera por problemas físicos superan el 20%, y el principal es el sobrepeso».

La última Encuesta Nacional de Salud (ENS) -de 2010- revela que el 39% de los mayores de 15 años tiene sobrepeso y que 300 mil personas padecen obesidad mórbida. Según datos del 2013 de la OCDE (Organización Económica para la Cooperación y el Desarrollo), Chile es el cuarto país con mayores tasas de diabetes, el tercero con mayor población fumadora y el quinto con mayor obesidad en adultos entre 31 países.

Salud en la montaña

Para poder trabajar en altura, la ley exige hacer una declaración de salud y varios exámenes, como un test de sangre que incluya hemoglobina, glicemia en ayunas, creatinina, perfil lipídico, así como una radiografía de tórax y un electrocardiograma (ECG) de reposo.

Esta revisión se debe hacer cuando una persona se exponga por primera vez a una gran altitud y luego según tramo de edad. En los trabajadores menores de 40 años, el examen es trienal; entre 40 y 55 años se hace cada dos años y la frecuencia es anual para los mayores de 55 años.

También hay requisitos, como que el Indice de Masa Corporal (IMC) sea igual o inferior a 35.

En el caso de diabetes tipo 1 y 2 insulinodependiente, se debe solicitar informe del médico tratante. Es condición para la compatibilidad de salud tener glicemia en ayuno normal y hemoglobina glicosilada menor a 7,5%.

También el trabajo en altura está contraindicado para portadores de marcapasos, personas con edema pulmonar o edema cerebral de montaña.

Según los sindicatos, estos exámenes tienen atochadas a las mutuales, porque toman medio día o una jornada completa. Estos exámenes cuestan $180 mil por trabajador, dice el médico Sándor Ocampo.

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