Menor crecimiento, la interrogante con que Hacienda elabora su primer Presupuesto

Jun 30, 2014

En términos de plazos, la reforma tributaria también presenta complejidades, pues el Erario debe ingresar al Congreso el 30 de septiembre. Sin embargo, este tema se podría resolver vía indicación.

(El Mercurio) Nunca ha estado exenta de complicaciones la definición de recursos fiscales que realiza todos los años el Ministerio de Hacienda para financiar los gastos del año siguiente. A los tira y afloja que marcan las negociaciones con cada ministerio, se suman las peticiones parlamentarias y la estrechez en los plazos, lo que trae como consecuencia que cada año el Gobierno presente su propuesta al Congreso el 30 de septiembre, el último día permitido para dicho trámite.

El proceso este año estará además marcado por dos dificultades adicionales: la baja que muchos economistas anticipan en el crecimiento potencial y la tramitación de la reforma tributaria.

El primer punto es el más complejo y obedecería a que el nivel del PIB tendencial -que el año pasado se fijó en 4,8%- seguirá creciendo, pero a una menor tasa. Esto implica que los ingresos estructurales (respecto de los cuales se calcula el gasto público, por la Ley de Responsabilidad Fiscal) aumentarán menos de lo que se estimaba anteriormente.

En el informe de las Finanzas Públicas que se presentó en octubre del año pasado, la Dirección de Presupuestos (Dipres) proyectó ingresos estructurales por $32.396.076 millones (cerca de US$ 62 mil millones tomando como referencia un tipo de cambio en $522) para 2015 y las estimaciones de los expertos prevén una merma de entre US$ 500 y US$ 700 millones para dicho año.

Luces de alerta

Tradicionalmente, Hacienda convoca en la misma semana a los comités consultivos de PIB tendencial y precio del cobre de largo plazo. Sin embargo, este año el llamado fue inusual.

La citación a los integrantes del panel del PIB comenzó a inicios de esta semana y se fijó una reunión para el viernes recién pasado. Pero los expertos que determinan el valor del metal rojo aún no han sido convocados.

Fuentes relacionadas con el proceso presupuestario señalan que tal decisión se debe a la preocupación que existe en Teatinos 120 por uno de los supuestos clave para determinar los ingresos estructurales sobre el cual se calcula cuánto puede crecer el gasto público.

El año pasado, la estimación del crecimiento potencial se ubicó en 4,8% para este año. Para 2015, los cálculos de los expertos consultados por «El Mercurio» dan una estimación entre 4% y 4,3%. En promedio, la proyección se ubica en 4,2%, variación que si se concreta será la menor desde 2010.

Patricio Rojas, de Rojas & Asociados, y José Ramón Valente, de Econsult, sostienen que la caída se origina principalmente en la disminución de la inversión en 2013, que no sería compensada por un aumento significativo en los años siguientes. El año pasado esta variable experimentó un magro crecimiento de 0,4% y este año registraría una baja de 0,7%, según el Banco Central.

«La inversión comenzó a caer por factores de arrastre, como la paralización de proyectos y los altos costos de la energía. A eso se ha sumado la reforma tributaria y la laboral que le restarán rentabilidad a los proyectos», advierte Ángel Cabrera, de Forecast Consultores.

De acuerdo al diagnóstico de Hacienda, la merma experimentada por el crecimiento potencial radica básicamente en dos hechos: la productividad se encuentra estancada desde hace aproximadamente cinco años y la inversión se ha desacelerado producto de la culminación del ciclo de expansión minera.

A mediano plazo las agendas de productividad y de energía, así como la reforma educacional, apuntan a aumentar la productividad y mejorar en materia de capital humano, precisan desde Hacienda.

Los cálculos

Cecilia Cifuentes, economista del Instituto Libertad y Desarrollo (LyD), anticipa una caída en los ingresos estructurales para el próximo año de US$ 500 millones solo por el efecto de un menor crecimiento potencial de la economía chilena. Su estimación para dicha variable se ubica en 4%.

Los cálculos de Pablo Correa, economista jefe del Banco Santander, evidencian que medio punto menos de crecimiento potencial (que en la práctica sería que el actual PIB tendencial pase de 4,8% a 4,3%) tiene un efecto de US$ 700 millones menos de recaudación.

El escenario de menores ingresos permanentes abre básicamente cuatro caminos para Hacienda: venta de activos, emisión de deuda, reducir el gasto o cambiar la meta de balance estructural.

El Gobierno anterior planteó como objetivo converger a un déficit estructural de 1% del PIB en 2014, pero la actual administración aún no ha explicitado su meta.

Cambios en carrera

Respecto de los ajustes al sistema impositivo, si bien el Ejecutivo tiene los apoyos para aprobarlos dentro de los plazos establecidos por Hacienda, nada asegura que la iniciativa sea ley antes del 30 de septiembre.

La respuesta oficial en la Dipres es que están avanzando solo sobre la base que la reforma tributaria se apruebe antes de que ingrese el erario al Congreso. Sin embargo, altas fuentes de Gobierno aclaran que existe un «plan B» y que también se está elaborando un presupuesto para 2015 sin reforma.

Si finalmente la reforma se aprueba después del 30 de septiembre es posible hacer ajustes al presupuesto durante su tramitación.

Con todo, los expertos coinciden en que lo ideal es comenzar la discusión presupuestaria con el marco macroeconómico lo más preciso posible de cara a 2015.

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