(La Tercera) En un mes, Soledad Recabarren expuso tres veces ante la Comisión de Hacienda del Senado. Primero, como socia de consultoría tributaria de EY (ex Ernst & Young); luego, como representante de la comisión que asesoró a la Confederación de la Producción y del Comercio, y en la última ocasión compartió podio con el presidente de la Asociación de Bancos. Fue ahí cuando los senadores -entre bromas- la reconocieron como la invitada más recurrente a la instancia que revisa el proyecto de reforma tributaria.
¿Cuáles son sus expectativas ad portas de la reunión con el Servicio de Impuestos Internos? ¿Espera que aclare sus dudas?
No sé si hay mucho más que decir, porque sólo sabremos si el sistema funciona una vez que se eche a andar, en abril de 2018. ¿Qué podría decir el SII que nos deje tranquilos? ¿Que van a trabajar? ¿Que van a hacer su mejor esfuerzo? Eso siempre lo hemos sabido.
Podrían explicarles el plan para que la renta atribuida funcione…
Si nos invitan, vamos a escuchar los planteamientos de trabajo, pero eso no asegura que el producto final será realmente bueno.
¿No cree que el SII pueda dar garantía de operatividad?
El SII no puede garantizar que el nuevo sistema funcionará a la perfección, porque no depende sólo de ellos. El lunes podrán decirnos “haremos nuestro mejor esfuerzo” y seguramente nos van a explicar un muy buen plan de trabajo. Les desearé lo mejor, pero no puedo dar garantía de que así será y el Servicio tampoco, porque es receptor de la información de los contribuyentes, y si el contribuyente comete errores, eso tendrá un efecto en cadena. Entonces no importa lo perfecto que sea el sistema computacional que monte: el resultado final tendrá errores, y eso es inevitable.
Los parlamentatios de la Nueva Mayoría salieron convencidos del proyecto tras la reunión que tuvieron el lunes con el director del SII…
A veces pasa que uno se junta con un arquitecto, muestra los planos y todo se ve perfecto. Pero después uno recibe la casa y no necesariamente quedó igual. Eso pasa porque las personas cometemos errores, y las estadísticas del Servicio dicen que hay muchas rectificaciones y declaraciones que se rechazan y que hay que volver a presentar. Eso trabará la máquina, aunque esté bien aceitada (…) No se puede validar la operación de un sistema simplemente por su planificación.
Entonces, ¿qué los dejaría tranquilos y convencidos de que la reforma tributaria va por buen camino?
Sentarse a conversar abiertamente. Pero eso no se ha dado. He sido invitada a mesas, y Hacienda escucha y toma nota, pero uno esperaría retroalimentación. Por el tiempo que queda, creo que eso ya no ocurrió.
El ministro de Hacienda ha insistido en que el sistema de renta atribuida va. Asumiendo eso como realidad, ¿se puede perfeccionar?
Hace unas semanas se rumoreaba en el mercado que vino el BID y dijo que el sistema no podía ser operativo si no se establecía a lo menos un plazo de un par de meses entre la declaración de las empresas y la de las personas. Eso aminora el efecto, pero no lo elimina.
¿Usted cree que eso serviría?
Mientras mejor planificado esté todo, mayor probabilidad de que disminuyan los errores.
Las auditoras aseguraron que el proyecto tiene una serie de errores. ¿A qué los atribuye?
A que se hizo rápido. Las obras de arte no existen en la cabeza de la gente; existen sólo cuando las materializas en algo perfecto. Puede haber una muy buena idea, una buena bajada, buenas intenciones, pero la presión por sacar el proyecto rápido hizo que las cosas quedaran mal hechas.
¿Se puede mejorar con indicaciones?
Sí, los problemas de redacción, de referencia y materias como incentivos a las pymes. Lo que nos enseñan en derecho es que los errores del legislador son ley. No puedes decirle al SII que arregle todo a través de circulares, porque le estarías agregando la facultad de legislar a un organismo que tiene que administrar la aplicación de los impuestos. Por lo demás, cuando desde la empresa más chica hasta la asociación más grande ven que tiene problemas, quizás es porque los tiene.
¿Cuáles?
Tres cosas. Si efectivamente será constitucional o no, si se podrá ejecutar de manera perfecta y qué pasará a nivel internacional. Nadie puede decir si el impuesto de primera categoría y la retención del 10% será reconocida como crédito en otros países. En el extranjero se paga por lo que se recibe, entonces no es seguro que se acepte lo que se atribuya.