Keller: «No estoy disponible para hacer inversiones donde los chilenos van a perder plata»

Jun 5, 2014

El máximo ejecutivo de la minera estatal advierte diferencias entre su visión y la que tiene el nuevo directorio en materias de gestión, particularmente en la forma en que deben impulsarse algunos proyectos estructurales, como Chuquicamata subterránea.

(El Mercurio) Mayor producción y menores costos. Ese fue, en simple, el balance de Codelco en 2013. Una ecuación que, sin embargo, resultó en una baja de 38% en los excedentes que entrega la minera estatal al fisco chileno.

«La merma se debe única y exclusivamente al menor precio del cobre y al impacto de la negociación colectiva que tuvimos en El Teniente a comienzos de año. De hecho, si aislamos estos dos efectos, los resultados de la compañía hubiesen sido muy superiores a 2012», comenta, de entrada, el presidente ejecutivo de Codelco, Thomas Keller.

Destaca que durante el ejercicio pasado, la compañía redujo sus costos por primera vez desde 2005, y que esa tendencia debería mantenerse en 2014. «El año pasado teníamos una meta de reducción de costos de US$ 400 millones y alcanzamos del orden de US$ 480 millones. La meta este año es alrededor de US$ 600 millones. Y vamos bien encaminados. De hecho, gracias a la reducción de costos fuimos capaces de absorber el impacto que tuvo la negociación colectiva de El Teniente en los resultados», agrega.

Este positivo escenario de gestión contrasta con las duras críticas que ha recibido Keller de parte del representante de los trabajadores en el directorio de Codelco, Raimundo Espinoza, y del presidente de la Federación de Supervisores de la estatal, Ricardo Calderón, que incluso ha dicho que la salida del ejecutivo es inminente.

«Se ha generado un clima de incertidumbre, porque existen dudas respecto de la continuidad en el cargo del presidente ejecutivo, y eso no es bueno. Distrae a la organización», comenta Keller.

-¿Ha pensado en renunciar a la presidencia ejecutiva?

«¿Por qué debería yo pensar en eso?».

-Por el ruido que ha habido en el último tiempo, los cuestionamientos por parte de algunos directores y las duras críticas de parlamentarios, especialmente de la Democracia Cristiana…

«No tenemos que confundirnos. El único organismo que tiene atribuciones para remover al presidente ejecutivo de Codelco es el directorio. Entonces, responder a solicitudes de alguien distinto al directorio no corresponde y debilitaría enormemente al gobierno corporativo. Me parece que sería irresponsable dar un paso como ese y, sencillamente, lo que corresponde hacer acá es esperar que el directorio se pronuncie. Y apoyar esa decisión».

-Hace una semana, usted dio una señal clara respecto de que solo estaba disponible en la medida en que la visión del directorio se alineara con la suya…

«Eso es muy evidente. Casi tautológico. Si mi visión no se alinea con la que tiene el directorio, obviamente no hay razón de seguir. Y no quisiera seguir tampoco. He conversado con el presidente del directorio y yo no estoy disponible para seguir en este cargo en la medida en que mi visión, mis criterios y la forma como pienso que tenemos que implementar la estrategia de Codelco no se alinee con la visión del directorio».

-¿Cuáles son los pilares intransables de esa visión?

«Tengo una visión muy definida de las cosas que hay que hacer en los distintos ámbitos: en recursos mineros, en lo que dice relación con la gestión del medio ambiente y de seguridad, en el tema de financiamiento y en el ámbito de relaciones laborales, entre otros. Tengo una visión muy clara y, la verdad, no estoy tan convencido de que esa visión y esos criterios sean compartidos por el directorio».

-¿Pero, a qué criterios específicos se refiere?

«Me parece que en la forma de abordar algunos elementos de la estrategia de implementación de los proyectos estructurales pueden haber distintas opiniones. Pongamos el caso de Chuquicamata, donde estamos frente al proyecto de Chuqui subterráneo que, en mi opinión, requiere que creemos ciertas condiciones básicas para que sea rentable. Y esas condiciones implican cambios en gestión y también en el modelo de relaciones laborales».

-Negociaciones colectivas, puntualmente…

«Lo que tenemos hoy en materia de dotaciones, de beneficios de salud y de remuneraciones no es consistente con las promesas que hemos hecho en cuanto a rentabilidad. Para cumplir con esa promesa, tenemos que crear las condiciones. Y eso implica cambios en esas variables. En mi opinión, sería irresponsable de parte de la administración el promover que se implementen estos proyectos si no estamos convencidos de que vamos a tener las condiciones para que esos proyectos sean rentables. Es súper importante recordar que cada peso que invertimos en Codelco es un peso menos disponible para los programas sociales del Estado. Entonces, es irresponsable embarcarse en proyectos si ese sacrificio no se basa en una premisa básica, que es que ese peso se va a traducir en un excedente mucho mayor en el futuro. Y acá quiero ser claro: yo no estoy disponible para hacer inversiones donde los chilenos van a perder plata. Quiero ser claro en ese aspecto: estoy muy convencido de la forma en la que tenemos que hacer las cosas y, siendo consistente con ese pensamiento, si se piensa que tenemos que hacer las cosas de una forma distinta, no puedo ser parte de ese proyecto».

-Dicho de otra manera, ¿cree que esas inversiones no serían rentables si se mantuvieran los actuales estándares de negociación colectiva y otros beneficios en Chuquicamata?

«Correcto, pero no solo en los estándares a lo que hace referencia, sino también tenemos enormes falencias en la gestión de operación y en otros ámbitos».

-¿Cree que debido a esta visión ha recibido las críticas de los directores vinculados a los trabajadores y supervisores?

«Eso más bien responde a lo profundo que son las transformaciones que se requieren en algunas divisiones, especialmente en las más antiguas y en aquellas que estamos haciendo proyectos estructurales. Esas transformaciones abarcan todo el espectro, desde la administración a lo laboral, lo que crea una tensión que, hasta cierto punto, es normal, porque claramente hay que hacer ajustes que son dolorosos para los trabajadores».

-¿Por qué cree que las críticas se han centrado en el último tiempo y no se dieron en los años previos?

«Francamente, estoy sorprendido. Después de un trabajo de más de ocho meses con la dirigencia de la FTC, llegamos a acuerdo a fines de enero, cuyo objetivo era definir el marco de referencia en el cual los trabajadores y la administración iban a trabajar, para crear en conjunto las condiciones necesarias para que Codelco sea competitivo y rentable en el mediano y largo plazo. Así que sí me sorprende que haya una postura tan negativa y un cambio de actitud tan pronunciado a pocos meses de haber logrado ese acuerdo. Yo nunca he pensado que estos cambios los vamos a hacer sin consultas, sin diálogo con el mundo laboral. Claramente, los trabajadores tienen un rol importante que jugar y eso lo reconocimos en esos acuerdos».

-¿Hay otras áreas en la que usted sienta que tiene una visión distinta a la del directorio?

«Me da la impresión de que podemos tener visiones distintas respecto de cuáles son los roles que juega la administración y el directorio, de cuáles son las atribuciones que tiene que tener la administración versus aquellas del directorio».

-¿Por qué? ¿Siente que el directorio busca tener una mayor injerencia en la administración?

«Hay señales en ese sentido».

-¿Cree que por estas diferencias, el directorio le va a pedir la renuncia?

«No me pongo en esa situación. Obviamente, voy a respetar enteramente la decisión del directorio y voy a colaborar en las consecuencias. No es un tema en que vea problemas».

»Tengo una visión muy clara (sobre Codelco) y, la verdad, no estoy tan convencido de que esa visión y esos criterios sean compartidos por el directorio».

»Lo que tenemos hoy en materia de dotaciones, de beneficios de salud y de remuneraciones (en Chuquicamata) no es consistente con las promesas que hemos hecho en cuanto a rentabilidad».

» Estoy muy convencido de la forma en la que tenemos que hacer las cosas y, siendo consistente con ese pensamiento, si se piensa que tenemos que hacer las cosas de una forma distinta, no puedo ser parte de ese proyecto».

Ventas a futuro: lo relevante es si se logró proteger a la empresa contra bajas de precio y si el financiamiento fue o no competitivo

-¿Cómo evalúa las declaraciones del ex director Andrés Tagle sobre los contratos a futuro en la década pasada?

«Como principio no me gusta opinar sobre las administraciones pasadas. En todo caso, se trata de una operación compleja en la cual concurren objetivos de financiamiento y de cobertura contra bajas en el precio del cobre. No me parece que la utilidad o pérdida en las operaciones de cobertura sea el criterio apropiado para juzgar la operación. Lo relevante es si se cumplió o no con el objetivo de proteger a la empresa contra bajas en el precio del cobre y si los términos de la cobertura y del financiamiento fueron competitivos, a la luz de las condiciones de mercado que existían al momento de realizar la operación. Lo que debemos aprender de toda esta experiencia es la importancia de tener un plan de financiamiento claro y consistente con los requerimientos del programa de inversiones. Por eso me alegro con que en estos momentos se estén discutiendo el proyecto para capitalizar Codelco que anunció la Presidenta. Creo que es mejor para la empresa y para el país concentrar nuestras energías en este desafío, que tiene que ver con el presente y futuro de la empresa».

-Durante su administración, ¿se han hecho contratos a futuro?

«No».

-¿Por qué?

«Es una política que definimos en conjunto con el directorio. Dada la realidad de Codelco hoy, el directorio decidió que no era del interés de la compañía hacer ventas a futuro del cobre».

Lo último
Te recomendamos

REVISTA DIGITAL

    Suscríbase al Newsletter Minería Chilena

    * indicates required