Las definiciones del presidente del directorio de Codelco

Jun 3, 2014

Mediante un ensayo, el nuevo presidente del directorio da a conocer su visión sobre la estatal. Plantea la necesidad de un pacto con los trabajadores, de dejar de ver a la firma como una empresa privada y habla de una batalla "épica".

(Pulso) Un ensayo fue la modalidad escogida por el presidente del directorio de Codelco, Oscar Landerretche, para entregar su declaración de principios, a propósito de su designación. Entre otros puntos, plantea que Codelco debe verse como una empresa pública y no privada, que eso implica que la compañía tiene un rol social y que debe generarse un nuevo pacto que incluya a la empresa, a los trabajadores y también a la sociedad y al gobierno.

Si Thomas Keller planteaba su interés en seguir sólo en caso de coincidencia con la mirada del nuevo directorio, este documento pone de manifiesto lo que en la estatal es un secreto a voces: están más lejos que cerca.  El texto que sigue es La Mirada Grande, el texto escrito por Oscar Landerretche y que presentó ayer en el Congreso Anual de la Federación de Supervisores de Codelco (Fesuc):

“Todos sabemos que Codelco se encuentra en un momento crítico de su ilustre historia.  Los desafíos que enfrentamos como compañía son quizás los mayores que hemos tenido nunca y algunos argumentarían que incluso son de los mayores desafíos que ha enfrentado nunca una gran compañía minera a nivel global. Así de grandes son, así de desafiantes. Debido a que el interés del Estado chileno y de Codelco es el mismo, estos desafíos, son, finalmente, del Estado. Quienes trabajamos en esta compañía hemos sido encargados de ejecutar una tarea estratégica para el Estado. Somos trabajadores públicos, si, pero trabajadores públicos encargados de una misión de proporciones épicas.

Lamentablemente estamos algo atrasados. Los titubeos respecto del financiamiento de estos proyectos nos han colocado en un horizonte crítico en el que de no hacerse las inversiones pronto, no podremos evitar un período de varios años en que Codelco no podrá aportar lo que el Estado espera.

Durante los próximos años, Codelco enfrenta una dicotomía. Si nos dejamos estar, nuestra producción minera caerá pronunciadamente. Si esto ocurre, el aporte que hace Codelco al financiamiento de las políticas sociales, educativas y económicas de nuestro país, también decaerá. El efecto combinado de esta caída, junto con el pronunciado aumento en las demandas sociales del pueblo chileno y los imperativos de política pública y de gasto fiscal que impone nuestro tránsito hacia un estado superior de desarrollo convertirá el problema fiscal chileno en un cuello de botella. No habrá plata para todo. Se priorizará lo urgente. Lo estratégico se dejará de lado. Los capitales internacionales verán esto y se volverán incrementalmente reticentes. Los impuestos al sector privado que hoy se encuentran significativamente por debajo de lo que corresponde a nuestro nivel de desarrollo serán empujados lenta pero inexorablemente a niveles que nos generarán dificultades competitivas como país. Al percibir esto, el Estado será cada vez más reticente a expandir los derechos sociales y el esfuerzo en protección social. Las diferentes demandas sociales empezarán a competir entre sí. Nuestro proceso de desarrollo económico, social y político quedará cuestionado. Seguramente encontraremos la salida, Chile siempre lo hace, pero no será fácil, ni rápida, ni indolora.

No podemos permitir que esto ocurra. Nuestra misión es impedirlo.

La forma de hacerlo es enfrentar con arrojo y responsabilidad la implementación y explotación de los proyectos estructurales de nuestra compañía. Debido a que los plazos son cortos esto requiere un grado enorme de unidad, precisión, esfuerzo, rigurosidad, generosidad y mística de parte de todos nosotros. El tiempo del debate pequeño sobre Codelco se terminó, llegó el momento de la Mirada Grande.

El gobierno de la Presidenta Bachelet ha puesto su parte, asumiendo el compromiso ante el país, en el reciente discurso del 21 de mayo, de enviar durante el segundo semestre un proyecto de capitalización de nuestra compañía que nos permita no solamente contar con los recursos para implementar los proyectos estructurales: Andina 2.0, Chuqui Subte, Nuevo Teniente, Hales 2.0, Sulfuros RT…. Etc., sino contar con esos recursos en un horizonte de certidumbre financiera que nos permita centrarnos en lo que sabemos hacer: buena minería. La Mirada Grande se ha manifestado en este compromiso de gobierno de sacar a Codelco del ciclo de regateo anual o del ciclo electoral y colocarlo en un camino con mirada estratégica de Estado.

Adicionalmente, se nos ha instruido aumentar con gran energía la escala del esfuerzo de exploración y prospección, con el objeto de que una vez desplegados los proyectos estructurales, podamos hacer uso de esta mirada grande para proyectar un crecimiento aún mayor de nuestro aporte al desarrollo chileno.

Se nos ha instruido, adicionalmente, proyectar la posibilidad futura de que Codelco aumente significativamente sus esfuerzos en áreas de explotación de otros recursos mineros y otros negocios relacionados, en la exportación de servicios mineros, en el desafío energético solar, en el desarrollo de clusters y en el impulso a la tecnología, innovación, educación, ciencia, capacitación, desarrollo y emprendimiento local, especialmente (pero no solamente) en las zonas donde nuestra compañía tiene mayor presencia. Esa es la Mirada Grande.

El gobierno de la Presidenta Bachelet ha puesto su parte, asumiendo el compromiso ante el país, en el reciente discurso del 21 de mayo, de enviar durante el segundo semestre un proyecto de capitalización de nuestra compañía que nos permita no solamente contar con los recursos para implementar los proyectos estructurales: Andina 2.0, Chuqui Subte, Nuevo Teniente, Hales 2.0, Sulfuros RT…. Etc., sino contar con esos recursos en un horizonte de certidumbre financiera que nos permita centrarnos en lo que sabemos hacer: buena minería. La Mirada Grande se ha manifestado en este compromiso de gobierno de sacar a Codelco del ciclo de regateo anual o del ciclo electoral y colocarlo en un camino con mirada estratégica de Estado.

Adicionalmente, se nos ha instruido aumentar con gran energía la escala del esfuerzo de exploración y prospección, con el objeto de que una vez desplegados los proyectos estructurales, podamos hacer uso de esta mirada grande para proyectar un crecimiento aún mayor de nuestro aporte al desarrollo chileno.

Se nos ha instruido, adicionalmente, proyectar la posibilidad futura de que Codelco aumente significativamente sus esfuerzos en áreas de explotación de otros recursos mineros y otros negocios relacionados, en la exportación de servicios mineros, en el desafío energético solar, en el desarrollo de clusters y en el impulso a la tecnología, innovación, educación, ciencia, capacitación, desarrollo y emprendimiento local, especialmente (pero no solamente) en las zonas donde nuestra compañía tiene mayor presencia. Esa es la Mirada Grande.

Sin embargo, quiero ser extremadamente claro: nada de eso será posible, ni viable, si no somos capaces hoy de ejecutar con eficiencia y eficacia los proyectos estructurales, siendo capaces de generar los excedentes para el Estado con un clima interno de colaboración, excelencia, productividad y compromiso; dentro de los plazos presupuestados y en los marcos de costo propuestos; pero además siendo capaces de respetar, involucrar, proteger y desarrollar los entornos naturales, sociales y locales de nuestras actividades productivas.

No es poco cuando uno contempla el desafío, suena épico, enorme…. pero eso es lo que enfrentamos.

Codelco no es una empresa privada… es una empresa estatal. Esto significa que tiene mayores responsabilidades. Codelco es la única gran empresa chilena (quizás hay otras pero deben ser muy pocas) que tiene presencia de representantes de los trabajadores, de los supervisores y de los profesionales en el directorio. Esto es visto por algunos como un defecto de su gobierno corporativo, yo lo veo como una virtud y una oportunidad, porque la Mirada Grande no se podrá hacer realidad sin un pacto entre gobierno, comunidades locales, comunidad científica, comunidad educativa, gerencia, profesionales, supervisores y trabajadores. Todos estos actores tienen algo que decir. Pero mucho más importante: todos estos actores tienen algo que aportar.

Los pactos involucran sacrificios en el corto plazo, de todos; pero proveen beneficios enormes en el mediano y largo plazo. Esa es la naturaleza de un pacto: superar la mirada chica, mantener el temple cuando se enfrentan costos y dificultades y sostener la Mirada Grande. Durante los próximos años, nuestra compañía será observada por el país, que mirará con mucha atención si es que somos capaces de sostener la Mirada Grande. Capaz que si convencemos a Chile de que somos capaces de eso podamos proyectar aún más el crecimiento productivo de nuestra compañía y hacer todas esas cosas que soñamos que Codelco podría hacer… capaz; pero también quizás seamos capaces de convencer a otras compañías chilenas de que ese modelo de Pacto Estratégico y Mirada Grande es posible e incluso deseable. Nuestro gobierno corporativo y el desafío estratégico que enfrentamos hacen que Codelco esté al centro del posible proceso de transformación productiva, evolución social y desarrollo económico de nuestro país. Esa es la naturaleza de nuestra responsabilidad.

Así que mi solicitud es dar inicio a una profunda reflexión sobre que forma debe tener el proceso que nos conduzca en esa dirección. Nuestro compromiso como nuevo directorio es asegurarnos de que esa mirada se encuentre siempre presente en la alta administración de la compañía. Me interesa de sobremanera saber que compromisos están dispuestos a asumir ustedes.

Como dije al principio: no hay deuda que no se pague, ni plazo que no se cumpla».

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