(Pulso) Nació a fines del siglo XIX cuando un puñado de operadores de Londres decidió juntarse a diario bajo una nube de humo de cigarrillo para fijar el precio para el «metal del diablo». Pero ahora, luego de 117 años de operación, el grupo que gestiona y fija los precios de la plata -parte importante del mercado anual de US$1,6 billones (millones de millones) de plata- ahora está en su lecho de muerte.
Los tres bancos que fijan el precio de referencia global de la plata dijeron que estos serían «fijados» por última vez a mediodía del 14 de agosto. La medida se produce tras el creciente escrutinio por parte de los reguladores estadounidenses y europeos en los sistemas de fijación de precios de los metales luego del escándalo de la Libor y la investigación sobre el posible abuso en el mercado de tipos de cambio.
El mes pasado Deutsche Bank renunció a sus puestos en las correcciones de plata y de oro, después de no encontrar compradores, dejando sólo HSBC y a Bank of Nova Scotia en la fijación de la plata.
A su vez, los tres bancos dijeron que habrá conversaciones para «explorar si el mercado desea desarrollar una alternativa» al índice de referencia. Los precios de referencia pueden ser derivados de los futuros o de los mercados de plata sobre el mostrador, mientras que la Bolsa de Metales de Londres podría intervenir.
Los participantes del mercado dijeron que el proceso de fijación, que permite que los mineros, las instituciones financieras y los joyeros puedan comercializar la plata y valorar sus acciones y contratos, no podría funcionar como corresponde con menos de tres miembros. La Autoridad de Conducta Financiera de Reino Unido pidió a Deutsche Bank quedarse por tres meses más para ayudar con la baja del índice de referencia.