(La Tercera) Que la economía está enfrentando un escenario de desaceleración es un hecho, pero el crecimiento de 1,4% que registró la actividad en enero de este año no estaba en los cálculos del mercado, que esperaba una expansión de entre 1,7% y 2,3%. La cifra es la más baja desde marzo de 2010, cuando se contrajo 0,1%, afectada por los efectos del terremoto de febrero de ese año. Con esto, las expectativas para el primer trimestre se ubican bajo 3%, mientras que para el año ya se acercan a 3,5%. Según el Banco Central, en el Imacec del mes incidió el incremento de servicios empresariales y personales, que fue contrastado por la caída de minería, industria manufacturera y comercio mayorista.
Dentro del escenario base de los analistas se esperaba una cifra baja, pero el conflicto portuario, que se extendió por 22 días, vino a complicar todavía más el escenario de desaceleración de la economía, afirman.
“La cifra confirma la importante desaceleración que experimenta la economía, y el ritmo de entrada de la economía en 2014 no supera el 3%”, sostuvo Matías Madrid, de Banco Penta.
Sebastián Senzacqua, de Bice Inversiones, acotó que la cifra podría “obedecer en parte a factores puntuales, como el paro portuario, que afectó a varias regiones del país, por lo que podríamos esperar una recuperación en el corto plazo”.
Respecto de la política monetaria, los analistas estiman que existe espacio para que el BC vuelva a recortar en 25 puntos base la tasa de interés, situándola en 4% en la reunión de marzo, programada para la próxima semana.
Antonio Moncado, de Bci, dijo que “estos niveles de actividad siguen siendo argumentos para próximos recortes en la TPM, muy probablemente en marzo”. Coincidió Felipe Bravo, de Santander, afirmando que “de no existir sorpresas al alza en la inflación de febrero, esperamos una reducción de 25 puntos base en marzo”.
Razones
Desde mediados del 2013, la economía comenzó a evidenciar una importante pérdida de dinamismo, principalmente, en su componente de inversión, que el ministro Felipe Larraín adjudicó, en parte, a las propuestas tributarias de la entonces candidata presidencial Michelle Bachelet. Así, esta variable pasó de crecer 8,6% a 3,2%, entre el segundo y el tercer trimestre de 2013. Para el cuatro trimestre del año pasado, las expectativas apuntaban a una caída en torno a 10%.
Para los economistas, el ciclo de desaceleración tiene varios componentes, calificando los aspectos tributarios como un “ruido secundario”. Patricio Rojas, de Rojas y Asociados, explicó que durante el año pasado se produjo un ajuste natural en el ciclo de inversiones, encabezado por el sector minero. Ante ello, señaló, se debe considerar que “gran parte del dinamismo que exhibió la economía entre 2010 y 2012 fue influenciado por el impacto de las políticas de reconstrucción. Por ello, a medida que esas políticas se fueron acabando, el dinamismo de la economía se fue disipando”. Para Rojas, “antes de que existiera cualquier tipo de anuncio del nuevo gobierno, la economía ya venía exhibiendo señales de desaceleración”.
Hermann González, de BBVA, acotó que “la inversión asociada a proyectos mineros, que aprovechó el boom del precio del cobre, y aquella asociada a la reconstrucción ya llegaron a su fin, por lo que ahí tenemos dos impulsos que ya no están”.
Con todo, ambos coinciden en que los efectos de la reforma tributaria no se pueden obviar dentro del análisis de la desaceleración, aunque afirman que su incidencia es menor.