Destacan sueldos de carreras técnicas y cortas ligadas a la minería e industria

Feb 17, 2014

La carrera de Técnico en Mantenimiento Industrial es la que ofrece mayores remuneraciones para los egresados de centros de formación técnica.

(El Mercurio) Estudiar menos de tres años, comenzar con un buen sueldo y duplicarlo en pocos meses. Si este es su anhelo, seguir una carrera técnica puede ser la mejor alternativa.

Tradicionalmente, en Chile las carreras técnicas no han tenido la misma valoración ni demanda que las universitarias. De hecho, a diferencia de los países desarrollados, en el país existe aún una fuerte desproporción entre el número de profesionales y técnicos disponibles. La tendencia, sin embargo, al parecer comienza a invertirse. Durante 2013, el 55,8% de quienes ingresaron a la educación superior lo hicieron en alguno de los 44 institutos profesionales (IP) o 58 centros de formación técnica (CFT) existentes.

Las condiciones del mercado hacen que sea rentable estudiar una carrera técnica, y la mentalidad de los jóvenes ha ido cambiando al respecto. Lucas Rosende, consultor senior de la compañía de reclutamiento y recursos humanos Page Personnel, explica que elegir este tipo de formación asegura un rápido retorno de la inversión, una pronta inserción en el mercado laboral y la posibilidad de optar a distintos tipos de especialización cuando ya están trabajando.

La oferta educacional es amplia para estos más 340 mil alumnos, pero es importante saber escoger. Mientras varias carreras ligadas a la industria o a la minería ofrecen sueldos de más de $500 mil pesos al primer año de egreso, algunas especialidades en el área educativa no llegan a los $300 mil. Las necesidades del mercado son claras, dicen los expertos, y la minería sigue siendo la punta de lanza del desarrollo económico del país.

Pero también hay otras carreras técnicas no mineras, en las que la demanda está apuntalando los sueldos de inicio en el mercado laboral.

Basándose en datos del Ministerio de Educación (Mi Futuro) y de expertos en reclutamiento, «El Mercurio» elaboró un ranking de 15 carreras técnicas y de menos de tres años de duración de estudio, que hoy son las mejor pagadas. Allí aparecen especialidades como topografía, electromecánica de maquinaria, o auxiliar de vuelo.

Con menos de un año de estudios, por ejemplo, un auxiliar de vuelo puede empezar con un sueldo base de $400 mil, pero al que se suma una serie de asignaciones y beneficios que lo pueden empinar al millón.

La minería, a la cabeza
En el rubro de la minería es donde está la mayor demanda y en el que se ofrecen los sueldos más altos.

Por ejemplo, la carrera de Técnico en Mantenimiento Industrial es la que ofrece mayores remuneraciones para los egresados de centros de formación técnica, con un promedio de $694.531, que después de cuatro años puede llegar a los $923.468. La carrera tiene una duración de cuatro semestres (dos años) y un costo anual de entre un millón y un millón y medio de pesos. Además de empresas mineras y sus proveedores, los titulados de esta especialidad pueden trabajar y están bien cotizados en empresas silvoagropecuarias, constructoras o dedicadas al transporte.

Se estima que la industria minera absorbe cerca de un tercio de los 38 mil técnicos que egresan al año, porcentaje que podría aumentar de aquí al 2020. Esto ha provocado que, en los últimos cuatro años, la matrícula de carreras ligadas al sector se ha incrementado hasta en un 1.500%, motivada por el auge de especialidades como Técnico en Minería y Metalurgia, Técnico en Automatización y Técnico en Prevención de Riesgos, carreras estas dos últimas que también están entre las de mejor desempeño en su remuneración al primer año de trabajo (ver recuadro).

La cifra está lejos de cubrir las necesidades de mano de obra calificada, y de ahí que varias empresas mineras y proveedoras hayan decido crear sus propios centros de formación. Un ejemplo de esta tendencia es Finning Instituto Técnico (FIT), ligado a Finning Cat, una firma proveedora de maquinaria para la minería y que invirtió US$ 12 millones para echar a andar su proyecto educativo.

Actualmente, las carreras que ofrece el FIT son Técnico de Nivel Superior en Mantención y Reparación de Maquinaria Pesada y Técnico de Nivel Superior en Electromecánica de Maquinaria Pesada. Ambas tienen una duración de cinco semestres y están enfocadas en formar técnicos con las competencias necesarias para mantener, reparar y diagnosticar fallas en los sistemas y componentes de maquinaria pesada.

Domenico Pescara, director de la sede Antofagasta del instituto, señala que una de las características de este modelo de formación es la de replicar las condiciones reales de trabajo. Para ingresar al instituto, los postulantes deben aprobar varios exámenes online y pagar un arancel anual de $1.830.000.

Los egresados de estas especialidades pueden desempeñarse en los cargos de mantenedor de planta o mina, puestos en los que la industria ofrece sueldos de alrededor de $650 mil en una minera y $400 mil en alguno de sus proveedores. Eso sí, un trabajador con más de cinco años de experiencia puede duplicar sus ingresos con remuneraciones que van desde $1.146.292 hasta $1.303.458.

Para Sebastián Marzal, gerente comercial de Activos Chile -una firma experta en recursos humanos y que realiza procesos de selección para trabajadores, subcontratación y servicios transitorios para la minería y otros rubros-, los sueldos que reciben los trabajadores con este tipo de formación responden a la falta de especialistas.

«(Hay) una escasez de técnicos, que ha llegado a tal nivel, que la oferta de recursos humanos local no permite cubrir la necesidad que tienen hoy las faenas mineras. La oferta es mayor a la cantidad de egresados o candidatos en el tema técnico», dice. Y agrega que la situación, incluso, ha obligado a las mineras a buscar mano de obra calificada en países como Perú, Bolivia o Colombia.

Las estrictas condiciones de trabajo del rubro también son una de las causas que explican los altos sueldos que perciben estos especialistas.

«Una razón es la cantidad de dinero que mueven estas industrias, pero los motivos principales están ligados a las condiciones de trabajo que conllevan: jornadas ‘anormales’, trabajo en sistema de turnos, estándares de seguridad altísimos, etc.», explica Sebastián Aldunate, Team Leader Enginnering de la compañía de reclutamiento Hays Chile.

Entre las carreras más valoradas por el mercado está también la de Técnico en Topografía, cuyos egresados reciben un sueldo inicial de $663.837 en promedio. Sin embargo, desde 2012 la demanda por estos especialistas ha bajado debido a la paralización de varios proyectos de sondaje y exploración.

«Se ha producido tanto por temas energéticos como por temas políticos, y ha obligado a algunas empresas a despedir hasta el 50% de sus trabajadores en esta área», dice Marzal. De todos modos, se espera que a partir de este año se reactiven proyectos y, con ello, ocurra lo propio con la demanda por estos especialistas.

Otras carreras técnicas que han bajado su demanda en el último tiempo son las relacionadas con los ámbitos de la apicultura, la agronomía y las forestales. Por el contrario, especialistas en áreas como la salud, la energía y la administración deberían ser mucho más solicitados en los próximos años. «Hoy se puede visualizar que el nivel de especializaciones va a estar un poco más abocado al área de la logística, que en el corto plazo puede ser una carrera muy solicitada», dice Suyin Palma, jefa de selección de la empresa especialista en recursos humanos, selección de personal y servicios transitorios Adecco.

El auge de las azafatas
El mercado laboral ofrece diversas alternativas para quienes deseen formarse en poco tiempo e ingresar rápido a trabajar. Una de ellas es la de auxiliar de vuelo o azafata, ocupación que ha aumentado fuertemente en los últimos años. De acuerdo con datos de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), si en 2009 existían 1.342 auxiliares con licencias vigentes, hoy la cifra sobrepasa los 2.400. O sea, en solo cuatro años casi se duplicó.

El crecimiento de la oferta responde al aumento en el número de naves y vuelos registrados en el mercado aerocomercial chileno, mientras que por lado de la demanda, la posibilidad de conocer el mundo y una mayor visibilización en la sociedad explicarían por qué cada vez más personas están optando por esta ocupación.

Aerolíneas como LAN disponen de sus propios cursos de instrucción, pero también diversos centros ofrecen planes de formación que van desde los seis meses hasta un año de clases. Cenafom recibe cada año cerca de 250 alumnos -80% de los cuales son mujeres-, quienes tras ocho meses de clases y la aprobación de diversos exámenes médicos obtienen una licencia otorgada por la DGAC por un año.

«Las egresadas salen sabiendo idiomas, meteorología, aeronáutica y medidas de seguridad», señala Mauricio Canessa, director de márketing de Cenafom.

El programa es similar al de Precadet, escuela que ofrece un plan de dos semestres a un costo de $1.650.000. ¿Expectativas laborales?: «Nuestro instituto tiene más del 80% de sus egresados trabajando antes de 6 meses, con un sueldo líquido que bordea los $500 mil en promedio», dice Nini Verdugo, directora comercial del Centro.

En cuanto a los sueldos, los centros de formación consultados señalan que en su primer año de trabajo, un auxiliar de vuelo puede recibir una remuneración base de entre $300 mil y $500 mil. Pero a esta cifra se suman viáticos, pagos por horas de vuelo y bonos de asistencia, entre otros, por lo que una jefa de cabina en viajes internacionales puede ganar más de $1 millón.

Entre los factores que explican estos sueldos están la escasez de técnicos y también condiciones de trabajo, con jornadas ‘anormales’ y sistema de turnos.

Técnicos y profesionales en Chile y el mundo
Pese al aumento de la demanda y la oferta de carreras técnicas, las cifras aún están muy por debajo de las que muestran economías desarrolladas. En Chile, por cada técnico de nivel superior existen 2,6 profesionales, mientras que en países como Alemania se gradúan más de diez técnicos por cada profesional egresado.

Según datos de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), la economía chilena tiene un déficit de alrededor de 600 mil técnicos y se espera que solo la minería requiera cubrir 70 mil nuevos cupos de aquí a final de la década. «Es un desafío de nuestro país. A mucha gente no la contratan por no tener la expertise técnica y si hubiera una mayor preocupación desde el gobierno para formarlos técnicamente, ellos podrían estar perfectamente dentro de las faenas», estima Sebastián Marzal, Gerente Comercial de Activos Chile.

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