Boom del cobre cumple diez años ¿Ha aprovechado Chile el súper ciclo?

Dic 5, 2013

En 2004, el cobre dejó atrás la crisis de precios de fines de los 90 y dio un salto de 60% en su cotización de un año a otro.

(Pulso) El despertar de China provocó una revolución en una industria que por décadas estuvo acostumbrada a niveles modestos de precios y, por consecuencia, también bajas rentabilidades: la minería.

El proceso de urbanización del gigante asiático ha requerido millones de toneladas de cobre que redujeron de manera brusca los inventarios en las bolsas de metales, disparando los precios por un período que a fines de este año completará 10 años. La década de oro del metal rojo.

El boom comenzó en 2004 -con un alza de 61% del precio promedio respecto del año anterior- aunque fue en 2006 cuando la cotización llegó a niveles históricos sobre los US$3 por libra, algo nunca visto y que más que triplicaba la cotización que se tenía sólo cinco años antes.

Los US$3,05 por libra -promedio 2006- permitieron que Codelco empinara sus excedentes hasta los US$9.215 millones, valor completamente inédito. Otro tanto pasó con la recaudación fiscal proveniente de los recursos aportados por la minería privada, lo que incluso permitió la creación de los fondos soberanos a partir de los aportes extraordinarios.

Sumado a otras condiciones macroeconómicas, Chile pasó de ser una economía en déficit permanente a excedentaria. De deudor neto a acreedor neto.

La diferencia es sideral. En 2003, con el cobre promediando ochenta centavos de dólar la libra, el PIB de la minería alcanzaba los $3,7 billones. El año pasado esa cifra había escalado a los $15,14 billones (en millones de pesos corrientes).

De acuerdo con cifras de Consejo Minero, en algunas regiones del país el aporte ha sido más que significativo. En Antofagasta, la actividad minera explica el 63% del PIB regional, en Atacama el 48% y en Tarapacá, el 47%.

A nivel nacional, la minería representa hoy el 57,3% de las exportaciones y el Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES), cuyos aportes provienen de manera íntegra desde la minería, anota a septiembre un saldo positivo de US$15.559 millones.

¿Ha aprovechado Chile este boom? Sí y no. Para expertos, definitivamente el país ha sabido administrar los excedentes del cobre sobre todo a nivel macro, ahorrando estos recursos extra y tomando esas condiciones para elevar el crecimiento, crear una industria alrededor de la minería y contar con los recursos suficientes para financiar reformas sociales clave, como en materia de pensiones.

Francisco Klapp, investigador del programa económico de Libertad y Desarrollo, destaca el aporte en materia fiscal de la década.

«Yo pienso que a nivel macroeconómico sí se ha sabido aprovechar el boom del cobre. El FEES se llenó gracias al cobre. Por suerte tenemos una regla de balance estructural que nos permitió ser contracíclico. La crisis del 2009 se pudo enfrentar gracias al aporte de la minería, con el paquete de estímulo que en términos del PIB fue el más grande del mundo», añade.

Lo bueno y lo malo

«Desde los 90, y luego de buenos precios a partir del año 2004 en adelante, y hasta 2013 se han tenido una serie de impactos. Algunos positivos y otros negativos. Los positivos tienen que ver con la posibilidad de que se desarrolle un grupo importante de proyectos mineros y generar ingresos por la venta de productos minerales. El Estado ha recibido parte importante de los tributos de parte de las compañías mineras en los últimos diez años. Más del 22% de los ingresos fiscales provienen de la minería pública y privada. Son el 50% de las exportaciones. Hay un aporte gravitante desde el punto de vista de lo que la minería aporta para Chile», explica el presidente de la Comisión de Minería del Instituto Libertad, Felipe Valenzuela.

Entre las deudas pendientes, Valenzuela -quien además es gerente general de DMO Minerals- destaca el hecho de que no exista una correlación entre la importancia que esta actividad tiene para Chile y la valoración que hace de ella la opinión pública nacional.

«No se comunica bien la importancia de la minería al país. Falta que la gente sepa de manera correcta lo que la minería significa para Chile», agrega.

El último estudio Minerobarómetro, elaborado por Mori y la Universidad Católica en 2012, así lo confirmó.

El estudio reveló una fuerte caída en la satisfacción de los chilenos frente a la minería, a la vez que crece la percepción de que esta industria debe pagar más impuestos.

A nivel de sector aparece otro punto bajo, y que es un dejo de «exceso de fiesta», principalmente en lo relacionado con el proceso de producción. Ejemplo de ello es el enfoque actual de la industria, que hoy está más preocupada de contener los costos -que se dispararon durante el súper ciclo- que en seguir creciendo. Decenas de miles de millones de dólares en proyectos paralizados así lo demuestran.

En privado, algunos ejecutivos dicen que en medio del boom de precios se privilegió más el maximizar la producción que ser eficientes. Ello, porque no se sabía si este ciclo alto iba a seguir… y hasta cuando. Entonces -2005-2006-, la pregunta del millón entre economistas y expertos era: ¿cuándo terminará el súper ciclo?.

Pero no se acabó. Ni siquiera en 2009, el año más bajo de la década -promedio nominal de US$2,34 por libra- en medio de la crisis económica internacional.

No existen estudios que lo concluyan, pero algunos expertos creen que este enfoque podría incidir en la caída de las leyes de mineral.

Según cifras de Codelco, el deterioro de las leyes promedio de mineral en la minería mundial -sin Chile- fue de 19% entre 2000 y 2012, mientras que anivel local la caída fue del 31%.

Otro dato: mientras en 1992 sólo el 21% de la industria minera mundial tenía leyes promedio mejores que las de Chile, en 2012 la cifra era de 25%. Para 2020, según proyecciones concluidas en un informe elaborado por McKinsey para el Consejo Minero, el 45% de la producción minera mundial producirá con leyes superiores a las de Chile.

La misma situación se da en relación con los costos. En 2000, menos del 20% de la producción mundial tenía costos más bajos que los chilenos. En 2020 habrá superado el 45%.

Condiciones para crecer

Dadas estas cifras es válido preguntarse: ¿está cuidando Chile a la gallina de los huevos de oro? En el sector se señala que sí, aunque hay preocupación creciente por la dificultad para desarrollar proyectos.

Un catastro de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) reveló que ocho de los principales proyectos mineros del país presentan retrasos de hasta tres años en sus perspectivas de ejecución y algunos como Pascua Lama no tienen fecha.

Codelco incluso ha incluido en la calendarización de sus proyectos un plazo determinado para enfrentar una posible judicialización de sus principales iniciativas estructurales aún en tramitación ambiental, como Andina 244 y RT Sulfuros.

Este es un gran desafío que viene en la minería chilena, que enfrenta dificultades para el desarrollo de sus iniciativas cuya concreción es imprescindible para continuar en el número uno mundial.

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