Minería y candidatos

Oct 8, 2013

Julián Ortiz, Ph.D., es profesor asociado y director del Departamento de Ingeniería de Minas de la Universidad de Chile.

Se acercan las elecciones y la minería está ausente de los discursos. Por lo general, solo es mencionada en relación con impuestos y medio ambiente. Entendiendo el impacto que esta actividad tiene en el país, sería relevante que cada candidato pudiera plantear cómo se imagina la minería en el contexto nacional. Esta proyección está, desafortunadamente, truncada por una visión que raramente supera un periodo presidencial, pero como electores y como actores de esta industria deberíamos exigir una visión de más largo plazo. ¿Qué opinan los candidatos respecto de tributación, relación con las comunidades, empleo, salarios, uso de energía y agua, desarrollo de investigación, desarrollo y transferencia tecnológica?

La minería debería ser una actividad apreciada en un país como este. Para ello debe manejar adecuadamente todos sus impactos: los controles ambientales deben ser estrictos y las sanciones altas, en caso de no cumplir en este aspecto; la tributación debe ser suficiente para dejar a los actores satisfechos; su uso debe generar mejoras visibles en las regiones mineras y permitir el desarrollo de políticas sociales de alto impacto; la relación con las comunidades debe trascender el concepto de la compensación por los impactos provocados y superar las expectativas de modo de demostrar un verdadero espíritu de responsabilidad social; los encadenamientos productivos deben hacer florecer otros flancos de desarrollo industrial; las relaciones laborales deben ser justas y las remuneraciones ajustadas a las condiciones nacionales; la ciencia y tecnología nacional deberían desarrollarse al alero de la actividad minera.

La minería puede ser el eje de desarrollo de Chile, sin embargo, se requiere una racionalidad que no se discute siquiera en los programas de gobierno de los candidatos.
¿Cómo compatibilizar las demandas de energía y agua con los otros sectores productivos del país? Ampliar la matriz energética para satisfacer las demandas de los proyectos mineros parece completamente justificado en la medida que esto redunde en un beneficio para el país. Sin embargo, estas discusiones no se han producido y muchos candidatos no parecen interesados en debatir esto más allá de un mero eslogan de campaña.

Si Chile quiere mejorar sus posibilidades de desarrollo, parece natural que se fortalezca a Codelco y que se suban gradualmente las exigencias de nuestra industria, para mantener una minería sustentable, de bajo impacto y que permita el desarrollo. Estamos a pocos meses de un nuevo Gobierno, pero este no tendrá nada de nuevo si el Ministerio de Minería sigue teniendo un presupuesto cercano a cero, Sernageomin continúa con una falta de dotación para cumplir sus funciones, Codelco no puede crecer para seguir beneficiando al país y la actividad minera, en general, es vista solo como una “vaca lechera” que todos ordeñan, pero que nadie alimenta. Más allá de los programas y campañas, los hechos dirán si el próximo Gobierno asume responsablemente el desafío de sostener y proyectar en el largo plazo a la industria más relevante de nuestro país.

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