20 mil empleos directos genera producción de carbón en Boyacá y Cundinamarca

Sep 16, 2008

De acuerdo con estudios de Fenalcarbón, el tren duplicaría la explotación y habría 7.000 nuevos puestos directos y otros 3.000 indirectos.

Para producir los 10 millones de toneladas de carbón que requiere el Ferrocarril del Carare y a la vez mantener el actual mercado nacional, la explotación del mineral deberá duplicarse y la única forma de hacerlo es tecnificando los procesos.

Por tanto, la minería artesanal que actualmente se realiza en el Altiplano debe dar paso a una producción mecanizada, según advierten los promotores del tren carbonero.
«Actualmente la producción de carbón del Altiplano Cundiboyacense genera aproximadamente 20.000 empleos directos, que beneficia entre 15.000 y 18.000 familias», afirma El gerente de la Corporación para el Desarrollo del Ferrocarril del Carare, el sogamoseño Alfonso Escobar Chaparro.

Pero además de dar origen a nuevos empleos en la explotación minera, la construcción de infraestructura vial también generaría puestos de trabajo.

«El Ferrocarril del Carare es un eje de carga y no va a pasar por todas las minas. La dispersión de las minas implica que haya una serie de ramales alimentadores del ferrocarril, para lo que se necesita infraestructura vial», explica Escobar Chaparro.

El interior genera más empleos que el Cerrejón

La minería del carbón en Boyacá y Cundinamarca emplea mucha más mano de obra que los proyectos de El Cerrejón y Colcarbón.

Según Fenalcarbón, El Cerrejón tiene cerca de 3.500 trabajadores y Colcarbón, una cifra similar.
El empresario del carbón Jorge Umaña señala que los capitales en el interior del país son muy distintos a los de la Costa Atlántica.

«El impacto social puede ser de uno a nueve. El carbón metalúrgico genera un valor agregado, porque no solo se hace la explotación minera sino que se somete a un proceso de destilación para producir coque, que genera un ingrediente de empleo casi igual o mayor que la minería», dice Umaña.

Agrega que el carbón metalúrgico tiene varios impactos sociales: genera empleo en la explotación minera, en la transformación a coque, en la logística interna y en la construcción de hornos, de equipo y maquinaria para el coque.

Carlos Sánchez, asesor de la Corporación del Ferrocarril del Carare, explica que el carbón de El Cerrejón es térmico, mientras que buena parte del carbón del Altiplano es metalúrgico, que tiene gran demanda en el sector siderúrgico.

«El carbón metalúrgico tiene mayor impacto social en el país que el térmico», concluye.

Alfonso Saade Mejía, otro asesor de la Corporación del tren, asegura que el futuro del carbón es brillante para Colombia, porque está cerca de Europa y Estados Unidos.

Consecuencias para el medio ambiente

Los ambientalistas temen que duplicar la producción de carbón va a acelerar el deterioro ambiental.

Dicen que si actualmente se están adelantando explotaciones de carbón metalúrgico en zonas de páramo, no quieren imaginarse lo que pasará cuando el Ferrocarril del Carare estimule aún más la minería.

Ante estas inquietudes, Luis Fernando Aristizábal afirma que hay que impulsar su desarrollo con toda la protección ambiental.

Alfonso Escobar señala que se está trabajando para lograr una producción más limpia.

Actualmente la tonelada de carbón térmico está en promedio a 120.000 pesos colombianos (unos US$52,9) y la de carbón metalúrgico sobrepasa los 300.000 pesos (US$132 aprox.).
Llevar una tonelada de carbón a puertos del Atlántico en tractomula cuesta entre 80 mil y cien mil pesos. En el tren saldría a menos de 50 mil pesos.

Fuente / El Tiempo, Colombia

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