Especialistas mineros se encuentran en el desierto del norte de México buscando rastros de germanio, un metal cuyo precio se está disparando por el gasto militar estadounidense y los controles de exportación en China, el mayor productor mundial del recurso.
El raro metal, generalmente obtenido del procesamiento del zinc y usado en la fabricación de equipo militar, se encuentra a su mayor precio en más de una década: 1,300 dólares el kilo.
«Estamos viendo un renacimiento del germanio», dijo Keith Knobelauch, analista de la minera canadiense War Eagle, que está buscando el germanio en el norteño estado de Chihuahua.
Entre otras aplicaciones, el germanio es utilizado en los sistemas de navegación de misiles y en las cámaras de vigilancia de tanques y helicópteros.
La demanda del metal, también empleado en la fibra óptica y procesadores de computadoras de alta velocidad, supera la producción mundial de unas 100 toneladas anuales.
Algunos analistas consideran que China, que produce cerca del 80 por ciento del germanio del mundo, podría estar almacenándolo para desarrollar su tecnología militar o mantener los precios altos.
«China está poniendo restricciones a las exportaciones, se lo están quedando para ellos», dijo Knobelauch.
Los metales raros, y otros materiales más convencionales como el oro o el petróleo, están registrando un tendencia de aumento en sus precios, al tiempo que se vuelven más escasos y más difíciles de extraer.
Los atractivos precios del germanio llevaron a War Eagle, con sede en Vancouver, a examinar una mina de zinc abandonada en México, para buscar rastros del metal.
Los estudios de laboratorio arrojaron que el depósito tiene una proporción de 130 gramos de germanio por tonelada, que serían suficientes para comenzar a operar la mina.
La empresa quiere convencer a los compradores e inversores de que el mundo requiere de una fuente alternativa del metal, que tiene propiedades similares al silicio y forma parte de las reservas de la defensa nacional de Estados Unidos.
Los geólogos de War Eagle que trabajan en determinar la dimensión de las reservas de la mina Tres Marías -uno de la docena de sitios conocidos para la extracción del germanio-, confían en que los usos del metal se ampliarán de la mano del avance tecnológico.
«Estamos viendo más y más usos para el germanio, la demanda simplemente seguirá creciendo», dijo Terry Schorn, presidente de War Eagle.
Fuente / Invertia, Argentina