Codelco no quiere dejar morir a Salvador

Abr 16, 2007

A través de varias exploraciones la empresa está intentando mitigar el cierre definitivo. Sólo han encontrado yacimientos pequeños que no justifican ser explotados por un gigante cuprero como la estatal. ¿Qué está pasando en esta zona que todo Chile daba por cerrada para Codelco?

Cuando en julio de 2005 Juan Villarzú -presidente ejecutivo de Codelco en ese entonces- se reunió con los trabajadores de la división Salvador y les anunció el cierre de las faenas extractivas, éstos cuentan que la medida no los sorprendió.

Desde principios de los años 70 se hablaba de posibilidades de cierre, pero fue por las pérdidas que le estaba generando la división a la empresa estatal y la imposibilidad para encontrar grandes yacimientos por explotar. Por ello, los trabajadores entendieron que el proceso estaba en marcha.

El cierre de las actividades de extracción ya tiene fecha de término: el año 2008 para los óxidos y el 2011 para la de sulfuros.

Los expertos aseguran que era lo que había que hacer en términos minero-económicos, pero la pregunta es por qué a 2 años del anuncio de Villarzú la cuprera sigue invirtiendo en proyectos de exploración en la zona, si se sabe que en el lugar ya no quedan grandes minas que pueda explotar Codelco, sino más bien medianos yacimientos.

¿Qué busca en estos nuevos negocios si no son su línea? Las respuestas van desde un tema de presiones políticas para no cerrar el sector hasta un legítimo interés comercial que le permitiría asociarse o vender a privados estas minas más pequeñas.

Este es el caso de Inca del Oro, ubicada a 100 kms de la mina original y que comenzó a ser investigada hace poco más de un año. Aún está en proceso de evaluación, pero ya se sabe que tiene baja ley y que podría tener una producción de 30 mil toneladas anuales (para hacerse una idea de lo pequeña que es, consideremos que la actual mina de Salvador produce 80 mil).

Intentos fallidos

Sin embargo, Inca de Oro podría seguir los pasos de su «tocaya», Inca Oeste, en cuya investigación Codelco asegura que invirtió US$ 36 millones y tras 4 años (entre 2000 y 2004) de estudios, investigación y exploraciones, se dieron cuenta que no había las reservas de cobre que se suponían. Cercanos al proceso aseguran que Codelco sí había sido advertido por expertos que este yacimiento no pintaba para más y aún así decidieron seguir adelante. Con este proyecto, las extracciones se podían extender hasta 2022.

Al respecto, en Codelco desmienten lo anterior y aseguran que «fue una decisión que se tomó técnicamente con antecedentes. Cuando se comenzó a conocer que no estaban los niveles que se esperaban, se paró», asegura Mario Cabezas, gerente corporativo del proyecto reconversión División Salvador.

Por otra parte, en medio de las exploraciones se encontraron reservas en el yacimiento que actualmente se explota, pero era difícil llegar a ellas, no había certeza de que se encontrara todo lo que se buscaba y tenían que invertir US$ 100 millones; lo mismo que según estimaciones le costará a la empresa el cierre de la mina.

Planes en el horizonte

Hasta ahora es San Antonio e Inca de Oro los que se alzan como «salvadores». Sin embargo, por tratarse de yacimientos pequeños, expertos aseguran que es probable que Codelco busque asociarse con empresas medianas o vender.

Además, se mantendrá abierta la refinería y la fundición de Potrerillos, pues eso sí sigue siendo negocio. «En el contexto mundial no tiene sentido cerrar una fundición si es que no está obsoleta», asegura Gustavo Lagos, del Centro de Minería de la Universidad Católica, quién además agrega que la capacidad de fundición de Chile es mucho menor a la cantidad de cobre que se produce.

Ya está en carpeta un proyecto que invertirá US$ 70 millones y aumentará la capacidad de la refinería a partir de 2013.

Proyectos privados

Dicen que la provincia de Chañaral (donde está Salvador) tiene cobre en su ADN. Así lo saben empresas mineras privadas que están desarrollando proyectos de entre 10 mil y 30 mil toneladas que se podrían convertir en fuente de trabajo para los cerca de 3 mil trabajadores subcontratados de Salvador. En la Región de Atacama hay cinco empresas trabajando. El que primero comenzará a producir será Francke, de la empresa Centenario Copper Chile, que tiene fecha estimada de inicio de operaciones en noviembre de 2008.

Fuente / El Mercurio

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