La movilización de trabajadores contratistas tiene un precedente histórico. El 4 de enero pasado, los dirigentes de las divisiones El Teniente y Andina convocaron a protestas entre sus pares, para exigirle a Codelco mejoras laborales y un bono de $ 500 mil por el alto precio del cobre.
Las movilizaciones, que sólo fueron acatadas por el 20% de los trabajadores subcontratistas según Codelco, desembocaron en incidentes y cientos de personas detenidas.
Frente a esto, el entonces presidente Ricardo Lagos llamó a las partes en conflicto -Codelco, empresas contratistas y trabajadores- a formar una mesa tripartita para buscar una solución. Las negociaciones se hicieron en la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC), donde el 23 de enero, después de cinco días de herméticas negociaciones, se firmó un acta de pre-acuerdo, donde se establecían cuales serían los beneficios y obligaciones que tendría cada uno de los actores de la mesa.
Posteriormente y luego de otros días de negociaciones se dio por cerrado el proceso el 7 de febrero. Los contratistas lograron el pago de bonos por $ 10.000 y $ 15.000 por concepto de lavado de ropa y casa de cambio. Claro que el proceso no dejó satisfechos a los dirigentes, que ya entonces plantearon que retomarían sus movilizaciones una vez que asumiera el gobierno de Michelle Bachelet en marzo. “Le exigiremos a Michelle Bachelet una solución y si no cumple con nosotros volveremos a las huelgas”, dijo ese día el vocero de la Coordinadora Nacional de Trabajadores Contratistas, Cristián Cuevas.
Entre los puntos que se acordaron también estuvo un análisis de la ley de subcontratación y la búsqueda de un programa de fiscalización para igualar el trato entre los distintos trabajadores.
Fuente / El Diario