Listos para enfrentar una prolongada huelga. Así se declaran los dirigentes de una de las mayores mineras del país, Escondida, de cara a una negociación colectiva que desde ya se presenta en extremo conflictiva.
«Cada uno de nosotros ha ahorrado plata para aguantar un conflicto largo. Sabemos que ésta es nuestra oportunidad. Si no, Escondida lo único que va a dejar en la II Región son hoyos», amenaza Pedro Marín, tesorero del Sindicato.
Consultado por versiones que señalan que los sindicatos evalúan pedir un bono de término de conflicto por $ 20 millones por cada uno de los 3 mil trabajadores, el dirigente dijo que «las bases aún no lo resuelven… el proyecto de contrato colectivo será presentado el 22 de junio».
Pero, tal como ellos, otros sindicatos de la gran minería se aprestan a lanzar ambiciosos planes de negociación colectiva, basando sus aspiraciones en el histórico precio del cobre.
Como referente ya tienen el generoso acuerdo logrado entre los trabajadores y la administración de Lomas Bayas. El incremento de sueldo base fue de 8%, con un bono de término de negociación de $1.250.000.
A ello se suma también una bonificación por «factores de mercado» de $2.250.000.
Las amenazas de los sindicatos cobran relevancia dadas las fuertes pérdidas económicas que deberían enfrentar las empresas con un solo día de huelga.
A los actuales precios y manteniendo los niveles de producción de 2005, Escondida dejaría de vender unos US$ 20 millones diarios. En el caso de Codelco Norte, alrededor de US$ 15,6 millones y la División Andina US$ 4 millones y Cerro Colorado, US$ 1,5 millón.
Los plazos
En el caso de Codelco, Andina comenzará su proceso de negociación colectiva entre octubre y noviembre. En Chuquicamata, la propuesta de los trabajadores se entregará en noviembre.
En Cerro Colorado entregarán su renegociación a fin de año. Otra que seguramente hará noticia será Candelaria.
El presidente del sindicato, Nelson Araya, reconoce que el contrato colectivo sigue vigente, pero que la presión que hay los obliga a negociar ahora un nuevo bono.
Fuente / El Mercurio