Caserones hace su estreno

Mar 5, 2013

Después de haberse iniciado su construcción en abril de 2010, el proyecto de SCM Minera Lumina Copper en Atacama está listo para producir sus primeros cátodos, mientras que la actividad de la concentradora partirá en diciembre de 2013.

(MINERÍA CHILENA) El proyecto Caserones nació con el propósito de asegurar a sus accionistas el abastecimiento de concentrado para sus fundiciones y así disminuir la dependencia del mercado. Hoy está listo para producir, con una vida útil estimada de 28 años. Ubicado en la comuna de Tierra Amarilla, 162 kilómetros al sureste de Copiapó y a una altura de 4.300 msnm, Caserones tiene proyectada una producción anual entre 110.000 y 150.000 toneladas de cobre fino contenido en concentrado, 3.000 toneladas de molibdeno contenido en concentrado y de 30.000 toneladas de cobre contenido en cátodos.

La ley de cabeza de la mina será decreciente en el tiempo: en el primer quinquenio tendrá una ley media de los minerales lixiviables de 0,35% de cobre soluble y de 0,45% de cobre total de alimentación a la concentradora, en tanto que en los 28 años de vida esperada para Caserones la ley media de envío a la lixiviación sería de 0,22% de cobre soluble y la de minerales a la concentradora sería de 0,34% de cobre total. Las reservas incluidas en la planificación de largo plazo del proyecto son del orden de 1.300 millones de toneladas de mineral a procesos. De estas, 1.000 millones tienen como destino la concentradora y los restantes 300 millones de toneladas van a proceso de lixiviación. De esas reservas, se producirán sobre tres millones de toneladas de cobre fino contenidas en concentrado, 87.000 toneladas de molibdeno y 446.000 toneladas de cátodos de cobre.

Trabajo intenso

Siendo un yacimiento de baja ley mineral, Caserones apunta a la excelencia operacional y disciplina laboral para lograr una alta productividad. Estará plenamente operativo a mediados de 2014, siendo el objetivo para este año culminar la construcción del complejo mina-planta. La construcción se inició el 1 de abril de 2010, y para el cierre de esta edición se estaba ad portas de producir el primer cátodo, siendo este el hito que gatilla la puesta en marcha progresiva de Caserones, después de más de 45 millones de horas-hombre empleadas en la construcción y el trabajo de 130 empresas colaboradoras y 18.000 trabajadores contratados. Específicamente en la construcción de la mina trabajaron 600 personas entre el contratista principal y otros contratistas de apoyo.

“Desde su partida este proyecto ha tenido un ritmo intenso de trabajo, enfrentando un mercado de servicios altamente demandado, con costos crecientes y con empresas colaboradoras enfrentando nuevos desafíos en el ámbito de las relaciones laborales. En resumen, este 2013 viviremos la puesta en marcha de la planta SX/EW y la primera producción de cátodos durante el primer trimestre, mientras se continúa la construcción de la planta concentradora y con el armado de equipos mineros”, detalla el gerente de Operaciones de Caserones, Ricardo López.

Este largo camino, que aún no culmina, no ha estado exento de dificultades. Lo primero fue la ubicación del yacimiento que, a juicio de López, resultó ser una condición difícil de resolver, debido a que la morfología del terreno exigió realizar un gran movimiento de materiales para desarrollar las plataformas donde se requirió asentar las instalaciones de proceso e infraestructura. Además, la altura geográfica define una condición climática compleja, dado que entre los meses de abril y septiembre hubo muy bajas temperaturas, fuertes vientos y nieve, que impactaron en la productividad de las personas y equipos en toda la fase de construcción.

Por otro lado, la condición geotécnica del terreno demandó mayores obras de excavación para la construcción de plataformas y hubo que rediseñar las fundaciones de los equipos principales. Esto trajo como complejidad adicional la ejecución en paralelo de actividades de término de fundaciones con el inicio de montajes, asumiendo el proyecto mayores niveles de interferencias. La construcción también coincidió con un periodo de alta demanda por bienes y servicios, que se tradujo en dificultades para acceder a personal especializado en estas labores, lo que hizo que el proyecto tuviera que abrirse a contratar personal muy joven o inexperto en minería. “Todas estas dificultades nos exigieron el mayor de los esfuerzos en la coordinación y control de actividades y administrar adecuadamente las interferencias, lo que nos permitió estar en línea con el programa de construcción y con la certidumbre de cumplir con la puesta en marcha de la planta de cátodos para fines de 2012. Sin embargo, las movilizaciones y paros ilegales que vivimos por parte de trabajadores contratistas a fines del año pasado nos obligaron a diferir nuestro compromiso de inicio de producción de la línea de óxidos en alrededor de 45 días”, explica el gerente de Operaciones de Caserones.

Timing

Superados estos problemas, al cierre de la presente edición se esperaba que la primera cosecha catódica se produjera durante el presente mes. Después viene el ramp up para tener la planta de cátodos a plena capacidad hacia mediados de este año. En cuanto a la concentradora, como consecuencia de las paralizaciones que afectaron al proyecto, se está revisando el programa, y se espera mantener el tiempo mecánico (mechanical completion) de la primera línea de molienda para principios de diciembre de 2013, con lo que se podría procesar la primera tonelada de mineral sulfurado para fines del mismo mes. De ahí viene un ramp up de aproximadamente cuatro meses, con lo que la concentradora podría estar operando a plena capacidad hacia mediados de 2014.

En diciembre pasado se terminó el prestripping de la mina, con un movimiento de tierras estériles de 15 millones de toneladas. Para este año se considera un movimiento de tierras de 28 millones de toneladas, que involucra la extracción de lastre y el envío de minerales al dump leach o pilas de lixiviación en vertedero. En un par de años y con un crecimiento programado de la flota de equipos, se llegará a la extracción máxima de 95 millones de toneladas anuales. En el primer quinquenio el rajo tendrá una profundidad de 405 metros, un largo de un kilómetro y un ancho de 1,4 kilómetros.

Desde octubre de 2012 se empezó a incorporar la flota de equipos mineros propios para la puesta en marcha de la mina, proceso que debería culminar este mes para entrar a régimen en mayo. La flota principal consiste en perforadoras P&H eléctricas y diésel de 12 pulgadas de diámetro, palas P&H de 73 y3, palas hidráulicas Komatsu de 55 y3, cargadores frontales Le Tourneau de 50 y3 y camiones Komatsu de 300 toneladas cortas. En lo que es solamente el área mina, esta será operada con personal propio cuando esté en régimen. Habrá del orden de 270 trabajadores, apoyados por 525 trabajadores contratistas asociados a los contratos de mantenimiento de equipos y servicio de tronadura, entre los principales.

Equipamiento en planta

En lo que es procesos críticos, la planta concentradora tendrá una capacidad de tratamiento de 105.000 ton por día, compuesta de un chancador de 1.000 HP, un molino semiautógeno (SAG) de 32.000 HP y dos molinos de bolas de 27.000 HP. Las plantas SX/EW, en tanto, corresponden a un diseño Outotec con capacidad de 34.500 ton de cobre por año, que se alimentará de soluciones provenientes de la lixiviación de minerales en botadero. La planta SX cuenta con un circuito de extracción en configuración serie paralelo tradicional, con dos etapas de extracción en serie más una en paralelo. La planta EW, en tanto, se ha concebido con un edificio de un ala que alberga dos filas de 30 celdas cada una, con 84 cátodos permanentes por celda, donde se trabajará con una densidad de corriente de 280 A/m2, con un ciclo de depositación de siete días. Las pilas son run of mine, lo que quiere decir que el mineral es lixiviado tal como proviene de la mina después de la tronadura, esto es, no considera una etapa de chancado posterior. Como detalla el ejecutivo de Caserones: “Nuestro mineral se deposita en una quebrada que ha sido previamente impermeabilizada y en la que hemos construido tuberías de colección y drenaje de las soluciones de lixiviación. El mineral es vaciado directamente por los camiones de extracción en módulos de 20 metros de altura que posteriormente alcanzan los 40 metros de altura. En esta pila se depositarán sobre 300 millones de toneladas de mineral en toda la vida de Caserones”.

Suministro de energía y agua

Para proveerse de energía, el proyecto está usando una batería de generadores que están en la faena, mientras que en el segundo semestre entrará a operar el contrato con Endesa, que suministrará la energía requerida. Para ello se construyó un tendido eléctrico de 183 kilómetros desde la subestación Maitencillo, ubicada al suroeste de Vallenar, hasta la subestación propia de Caserones, ubicada en faena.

Es una línea de doble circuito de 220 kV, con capacidad de transmisión de 160 MW. Para el suministro hídrico, a la altura del sector de Jorquera se ubica una subestación desde donde se desprende una línea de 23 kV para proveer de energía al sistema de impulsión de agua fresca para Caserones.

En relación con el consumo hídrico, López enfatiza que “Caserones es construido bajo la lógica del mínimo impacto posible sobre el medio ambiente, con la máxima recuperación y recirculación de agua en los procesos; y la materialización de una serie de compromisos adquiridos con la aprobación ambiental del proyecto, tendientes a contribuir con la sustentabilidad hídrica del valle de Copiapó”. Es así como el 80% del agua será recuperada y reutilizada en los procesos.

De esta forma, el make-up o consumo de agua fresca proyectado será de 0,36 m3 por tonelada tratada, de los más bajos de la industria minera chilena. La eficiencia en el consumo de agua está basada en tener una alta recuperación del recurso hídrico desde el proceso, lo que se consigue con la disposición de los relaves, que considera depositar de manera separada la fracción gruesa del relave (arenas) y la fracción fina del relave (lamas).

Las arenas serán depositadas en la quebrada Caserones inmediatamente aguas abajo de la planta concentradora. La mayor parte del agua contenida en ellas, cerca del 70%, drenará y será recirculada a la planta, desde una cota tal que se minimiza el consumo de energía en bombeo. Las lamas, en tanto, serán transportadas gravitacionalmente a la quebrada La Brea, distante a 16 km del área mina-planta, donde serán nuevamente espesadas a partir del quinto año de operación de la concentradora y depositadas en un embalse, desde donde será recuperada el agua.

López destaca, además, que “en paralelo hemos estado trabajando en el valle de Copiapó para que nuestro futuro consumo de agua fresca de 518 litros por segundo desde pozos ubicados en el valle esté compensado por otras acciones implementadas durante la fase de construcción y que sean equivalentes a la extracción de agua comprometida.

Esto lo lograremos con derechos hídricos actualmente en uso, cambios de especies vegetales de menor consumo de agua en el sector de Carrizalillo Grande, en la detención de un pozo de 100 l/s, en la entrega de 150 l/s de agua desalada en la localidad de Caldera y en Tierra Amarilla, una vez que esté plenamente operativo Caserones, y en la materialización de 16 iniciativas contenidas en la RCA del proyecto, que ejecutamos desde 2010 mediante nuestro programa de mejoramiento de la gestión hídrica de Copiapó”.

Fuente / MINERÍA CHILENA

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