Una mirada más al norte

Abr 11, 2017

Existe una oportunidad para aportar con nuestros talentos, nuestra experiencia como país minero y competencia como ingenieros chilenos.

Luego del boom de los proyectos de minería en Chile, período donde en muchos momentos nos faltaron manos para desarrollarlos, vino el período restrictivo que hasta hoy nos acompaña. En esta vertiginosa subida y bajada ha pasado casi una década. En este tiempo pareciera que hemos mirado los requerimientos de proyectos y, en particular, los servicios de ingeniería para la minería en Perú, como algo todavía lejano.

La información pública disponible de carteras de proyectos en Chile y Perú, al año 2016, muestra que mientras en Chile se proyectan inversiones por más de US$49.000 millones, en Perú esta cifra sería levemente superior a US$22.000 millones. La gran diferencia está en el tipo de proyectos. En el caso de Perú, más del 70% de las inversiones será destinado a proyectos nuevos o greenfield, mientras que en Chile las inversiones en este tipo de proyectos serán menores al 20% del total. Los principales requerimientos de proyectos en Chile estarán asociados a expansiones y reemplazos en faenas existentes.

Pareciera entonces que existe una oportunidad para aportar con nuestros talentos, nuestra experiencia como país minero y competencia como ingenieros chilenos. Puede que esta oportunidad no tenga que ver con mega proyectos, grandes operaciones o contratos millonarios de ingeniería y compras, sino que con algo más cercano a la esencia de los proyectos, como la búsqueda de valor, la búsqueda de un caso de negocios atractivo y de cómo materializar un proyecto minero sintonizado con los requerimientos de sus dueños.

Desde mi participación en proyectos en Perú, siento que existe valoración de nuestra experiencia en transporte hidráulico de minerales, desarrollos de proyectos de explotación subterráneos, optimización de fundiciones, optimización de plantas concentradoras y diseño de tranques de relaves. Pero sin duda que hay más. Por ejemplo, desarrollo de piques profundos, geomecánica, espesaje, relaves en pasta, plantas de molibdeno, entre otros.

La minería en Perú, en general, no se inserta en cerros emplazados en desiertos, como en nuestro caso. Muchos proyectos están en altura geográfica, con comunidades cercanas, con agua y suelo fértil. Muchos yacimientos no son masivos y requieren minería selectiva. También son polimetálicos y la metalúrgica debe coexistir con productos, coproductos y subproductos. Existe mucho desarrollo técnico para aprobaciones ambientales. Entonces, la oportunidad de hacer proyectos y emprender nuevos desafíos técnicos y de gestión, también lo es para nuestros ingenieros chilenos.

Finalmente, más allá de los aspectos comentados, mi experiencia trabajando en proyectos en Perú, con colegas de ese país, es excelente. Existe interés en nuestra opinión, somos valorados, bienvenidos y bien tratados. Miremos un poco más al norte que Calama o Iquique.

Iván Rayo V.

Gerente general de JRI Ingeniería.

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