La industria chilena del cobre cerró 2013 con dos resultados relevantes, pero contrapuestos.
A nivel general, Chile ratificó y acentuó su liderazgo como principal productor mundial del metal rojo, escalando a 5,77 millones de ton cobre fino, según datos publicados por Cochilco. Esta cifra no solo significa un importante salto adelante respecto de los últimos ejercicios –en que la producción se movió en torno a los 5,2 millones y 5,4 millones de ton-, sino que además confirma que el país se acerca a la meta de los 6 millones de ton.
Dicho volumen podría incluso superarse en el corto plazo, con la entrada en operaciones de nuevos actores dentro del panorama cuprífero nacional, como la División Ministro Hales, de Codelco; la mina Caserones, de SCM Lumina Copper; y Sierra Gorda, controlada por la polaca KGHM.
Sin embargo, la otra cara de los resultados es preocupante por sus implicancias: Codelco se vio desplazada del sitial de mayor productor de cobre por la multinacional de origen estadounidense Freeport-McMoRan.
Según los resultados publicados por esta última compañía, en 2013 obtuvo una producción consolidada en sus diversas faenas de 4.131 millones de libras de cobre, equivalentes a 1,87 millones de toneladas. La empresa estatal chilena, en tanto, anotó en el mismo periodo 1,79 millones de ton de cobre, de acuerdo con las cifras adelantadas por Cochilco.
Asimismo, mientras Freeport registró incrementos significativos en sus operaciones de Grasberg (que pasó 315.246 ton en 2012, a 415.036 ton en 2013) y África (su 56% en Tenke Fungurume aumentó de 157.850 ton a 209.559 entre ambos ejercicios), entre otras, Codelco solo anotó un avance en El Teniente.
Decidor es que la producción sumada de Chuquicamata, Radomiro Tomic y Ministro Hales –división que inició su puesta en marcha en el segundo semestre de 2013– disminuyó de 783.700 ton en 2012 a 752.100 ton el ejercicio que acaba de finalizar.
Estos números ratifican la importancia de que Codelco avance en la materialización de sus proyectos estructurales. Más aun considerando el dinamismo con que se están moviendo otros actores.
La misma Freeport McMoRan está impulsando una millonaria ampliación de la mina Cerro Verde, en el sur de Perú, que le permitirá aumentar la producción anual de esta faena –que opera con 53,56% de la propiedad– de unas 300.000 ton de cobre a unas 500.000 ton a partir de 2016.
La fusionada Glencore Xstrata, en tanto, sumó en 2013 una producción de 1,49 millones de ton, 306.900 ton por sobre el ejercicio previo. Significativo en este aumento fue la rápida recuperación mostrada por Collahuasi (donde comparte propiedad con Anglo American), que tras caer a 249.900 ton de cobre en 2012, logró repuntar a 444.500 ton.
En este escenario, el estancamiento que muestra Codelco, más allá de su ubicación en el ranking de productores, preocupa por la necesidad que tiene de sacar adelante nuevos proyectos para revertir el envejecimiento y menores leyes de sus actuales yacimientos, y sumar nueva producción. Para lograr esto, los expertos del sector subrayan que dos son los ámbitos en que la Corporación debe trabajar: el deterioro en producción, costos y competitividad; y el financiamiento de su cartera de proyectos estructurales.
Bien lo analiza en esta edición Sergio Jarpa, ex vicepresidente corporativo a cargo de la hoy desparecida División Codelco Norte, al advertir que “en la recuperación de sus niveles de competitividad y en la revisión de la estrategia de desarrollo de sus proyectos, para posibilitar su concreción, Codelco se juega su futuro”. Y con ello su capacidad de seguir siendo un importante motor para el desarrollo del país.