Según un estudio del Observatorio de Costos de la Minería de Cochilco el cash cost en el grupo de mineras de cobre más importantes del país disminuyó en un 8,1 centavos de dólar la libra (¢US$/lb), ubicándose en 2018 en 138,3 ¢US$/lb. Tras estos antecedentes, se configura un nuevo panorama y tareas que debe enfrentar la industria.
Unas de las preguntas que son necesarias responder en pos del desarrollo profesional y de la industria nacional y mundial del cobre es: ¿cuál es el próximo hito que llevará a bajar el valor del costo de ¢US$/lb drásticamente?; ¿existe tecnología que cambie la minería tradicional de mover y trasladar rocas con poco valor económico?
Un ejemplo de ello ocurre en Indonesia, donde se prohíbe actualmente la exportación de concentrados de cobre y otros minerales semi-elaborados; esto con la finalidad de firmar nuevos contratos con las compañías mineras, por tanto, se trabaja todo el mineral y se desarrolla la fundición en su propio país, generando un mejoramiento económico favorable.
En cuanto al procesamiento de los minerales de cobre, se debe considerar que existen dos principales procesos: uno es la producción de concentrados a partir de la flotación de minerales sulfurados, el cual es exportado en su gran mayoría y el resto es fundido para obtener cátodos electrorefinados; el otro corresponde a la producción de cátodos de cobre electroobtenidos a partir de procesos hidrometalúrgicos de minerales oxidados.
Hoy los grandes desafíos son cómo afrontar la contaminación de las fundiciones y tratar concentrados complejos para cumplir con las restricciones ambientales y, en el caso de la hidrometalurgia, cómo utilizar la capacidad ociosa, en aumento, que presentan muchas plantas de extracción por solventes y electroobtención debido al agotamiento de los minerales oxidados. La respuesta a estos desafíos podría ser la lixiviación de minerales sulfurados y concentrados altamente refractarios.
El agua de mar, la energía solar, la nanotecnología son parte de la ecuación de costo del cash cost: Los trabajos multidisciplinarios han llevado a realizar una minería inteligente. Se puede concluir que los recursos e insumos necesarios para los proyectos mineros son menores y lo que se espera, siempre tiene un mayor retorno de la inversión.
Para bajar el cach cost, hay que reducir el gasto de energía de producción y trabajar con otras disciplinas, llevando las ciencias aplicadas a la minería. Un ejemplo de ello es el trabajo que se realiza en conjunto entre los laboratorios de geomecánica y ultra sonido.
Las casas de estudios tradicionales que enseñan minería ya aplican la visión multidisciplinaria dentro de sus aulas para explicar conceptos mineros que envuelven otras ciencias. Tomando en cuenta el mismo ejemplo, se puede dar en el trabajo entre físicos y mineros para determinar la “memoria de esfuerzos de las rocas a través del efecto káiser”.