¿Después de la huelga en Chuquicamata… qué se prevé para el ácido?

Jul 8, 2019

Fueron 14 días en junio los que la histórica División de Codelco mantuvo una huelga de trabajadores, afectando sus actividades de producción. Esta noticia provocó inquietudes en diversos mercados y en actores gubernamentales, por las expectativas en torno a cómo afectaría con el correr del tiempo. Sin embargo, para el mercado del ácido las noticias […]

Fueron 14 días en junio los que la histórica División de Codelco mantuvo una huelga de trabajadores, afectando sus actividades de producción. Esta noticia provocó inquietudes en diversos mercados y en actores gubernamentales, por las expectativas en torno a cómo afectaría con el correr del tiempo. Sin embargo, para el mercado del ácido las noticias de la paralización no parecen haber causado muchas reacciones, a pesar de la contribución de Chuqui con aproximadamente un millón de toneladas al año que, a simple vista, pareciera ser un factor relevante a considerar.

¿Qué podría explicar este efecto? Pues bien, recordemos que la fundición de Chuqui estuvo detenida desde diciembre del año pasado debido a los trabajos de mejora para alcanzar las exigencias de la nueva ley de emisión de gases (DS28) que comenzó a regir en diciembre de 2018, y se mantuvo sin producción hasta mayo último. Una detención de esta naturaleza está fuera de una mantención regular, que toma a veces hasta tres meses la más extensa.

Volviendo a los 14 días fuera de operación por la huelga, dicho en números, tendríamos una menor cantidad de ácido en el mercado chileno de alrededor de 40.000 toneladas durante junio, pero parece no haber existido ningún movimiento en el mercado spot. A primera vista, este efecto de menor producción ya habría estado internalizado por Codelco.

[Actualmente nos encontramos, y desde hace un tiempo ya, con un mercado con escasa actividad y con inventarios suficientes para cubrir la demanda, pero al parecer con una reactivación más pronta que demorada.]

 

La percepción del mercado entonces habría sido desde un inicio que, por una detención extensa, como la de comienzos de año, la experiencia siempre dice que las fundiciones y operaciones mineras toman un tiempo de como mínimo uno a dos meses y hasta un año o más, en volver a sus niveles óptimos de operación. Este tiempo es conocido como ramp-up o fase de crecimiento de la producción, hasta alcanzar los niveles óptimos. A la fecha entonces, nos hace pensar que junio ya fue considerado en la estimación de producción inicial para este año, como un mes de baja o tal vez nula producción. La pregunta es ahora: ¿Cuánto tiempo se ha estimado para este ramp-up versus el tiempo real que tomará la fundición en alcanzar el óptimo?

Por otro lado, en términos de oferta, de un tiempo a esta fecha, las posiciones tomadas para el tercer trimestre han sido asignadas a algunos mercados externos y vemos una situación menos holgada por parte de las disponibilidades en el mercado spot. Esto también junto con algunas mantenciones en fundiciones en la segunda mitad del año, por ejemplo en Japón, uno de las fuentes principales del ácido importado en Chile.

Sin duda que acá tenemos dos factores reales a considerar, en donde el mercado podría reaccionar a medida que se tenga que cubrir la demanda en Chile en el corto plazo.

Actualmente nos encontramos, y desde hace un tiempo ya, con un mercado con escasa actividad y con inventarios suficientes para cubrir la demanda, pero al parecer con una reactivación más pronta que demorada.

Claudio López

Es representante comercial del Departamento Químicos de Marubeni Chile.

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