Recientemente, Corfo abrió la convocatoria dirigida a la conformación del “Centro para el Desarrollo de la Electromovilidad en Chile”, el cual busca contribuir a la aceleración de los procesos de adopción de la movilidad eléctrica en el país.
Este medio conversó con Pablo Terrazas, vicepresidente ejecutivo de la entidad de fomento, con el fin de conocer sobre la importancia de la iniciativa y las proyecciones que existen en torno a esta convocatoria.
Es así como la autoridad resalta que “el Gobierno se comprometió a hacer de Chile un país carbono neutral a 2050, y en Corfo estamos comprometidos con el desarrollo sostenible. El sector transporte aporta con el 24% de las emisiones del país, y en este sentido, acelerar el tránsito hacia la electromovilidad es fundamental para cumplir la meta. Esto nos permitirá disminuir sustantivamente las emisiones de gases de efecto invernadero, y convertir a nuestro país en un ejemplo a nivel mundial en el uso de tecnologías sustentables”.
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En ese contexto, Pablo Terrazas considera que “la electromovilidad es una gran oportunidad para Chile. Hace algunos años, pocos hubiesen apostado a que la generación en base al sol y el viento representara hoy el 14% de la generación eléctrica nacional, y la movilidad eléctrica va por un camino similar. Si bien actualmente la penetración de la electromovilidad en Chile es baja, todo indica que en las próximas décadas tendrá un fuerte crecimiento. Es más, se estima que entre 2025 y 2030, un vehículo eléctrico costará lo mismo que uno de combustión interna”.
Considerando dicho escenario, y con el objetivo de fomentar y permitir una masificación segura y sustentable de la electromovilidad en los próximos años, el vicepresidente ejecutivo de Corfo destaca que junto a los ministerios de Transportes y Telecomunicaciones y al de Energía, “vimos la necesidad de lanzar una convocatoria para desarrollar un centro con aportes público y privado que nos ayude a acelerar el desarrollo de la electromovilidad en Chile. Es esencial que nos preparemos para la llegada de vehículos eléctricos en nuestro país, porque así podremos cumplir con los compromisos para combatir el cambio climático y a la vez, hacer el sector transporte uno más competitivo”.
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Cabe destacar que esta iniciativa tendrá un plazo de cinco años, y será cofinanciada por Corfo hasta en un 80%, con un tope de hasta US$7 millones, con recursos provenientes del contrato de litio con Albemarle en el Salar de Atacama.
Ecosistema de innovación
Pablo Terrazas explica que este centro deberá conformarse por empresas e instituciones del mundo público y privado, que se encuentren en la mayor parte de la cadena de valor de la electromovilidad, considerando también la participación de empresas de menor tamaño y/o start ups vinculadas a estos temas.
Revisa las bases de la convocatoria.
Respecto al número de postulaciones a la convocatoria que esperan recibir, la autoridad de Corfo menciona que “por lo general llegan entre dos o tres iniciativas, considerando el alto nivel de vinculación y redes que es requerido, lo cual es bien evaluado en la convocatoria”.
Junto con ello, detalla que la difusión de la convocatoria se hará en Chile y el extranjero, aunque recalca que “debemos considerar que actualmente el ecosistema nacional cuenta con una gran masa crítica de universidades, empresas nacionales e internacionales, con la capacidad de encontrar la sinergia necesaria para dar respuesta a los retos que plantea esta iniciativa. Además, en el proceso de difusión se realizarán Talleres de matchmaking, para promover el conocimiento de los interesados, su interacción y vinculación”.
¿Baterías chilenas?
Consultado sobre si es posible pensar en llegar a producir baterías de litio en Chile, Pablo Terrazas considera que “todo puede ser factible, pero es fundamental comprobarlo desde el punto de vista técnico y de mercado. Para ello, principalmente en esta materia, se contará con el nuevo Instituto Chileno de Tecnologías Limpias que está en proceso de licitación hasta el 31 de marzo de 2020, y la adjudicación se hará el 15 de mayo. Este Instituto, que será desarrollado en la Región de Antofagasta con los aportes de SQM, contempla una inversión de US$193 millones en diez años y se orientará a catalizar el desarrollo, escalamiento y adopción de soluciones tecnológicas industriales en energía solar, minería sustentable y materiales avanzados de litio y otros minerales”.