(Economía y Negocios online) Las empresas también tuvieron un retroceso en sus expectativas económicas en marzo. No obstante, se trató solo de un cambio leve y que no amenaza el optimismo que ha dominado en el primer trimestre del año. El Indicador Mensual de Confianza Empresarial (IMCE), elaborado por Icare y la U. Adolfo Ibáñez, alcanzó un valor de 54,01 puntos, un descenso de 0,16 ante febrero y de 0,33 en relación con marzo de 2018.
El IMCE se mantuvo así por tercer mes consecutivo por sobre los 50 puntos, el umbral neutral donde las expectativas optimistas son equivalentes a las pesimistas.
El sector construcción lideró los avances al subir en casi siete puntos. Le siguió el sector minero, aunque con una subida más moderada: alza de 0,54 puntos. Comercio e industria, en cambio, tuvieron retrocesos.
«Es una buena noticia que el IMCE se mantenga en terreno optimista, resaltando un importante avance en construcción y una consolidación en minería», dice Luis Alberto Letelier, presidente de la Asociación Chilena de Administradoras de Fondos de Inversión (Acafi) y socio de Barros & Errázuriz. «Espero que este optimismo se transforme en más y mejores proyectos de inversión».
Pese a la leve disminución, «los encuestados siguen vislumbrando un panorama alentador en comercio, construcción y minería», dice Macarena Navarrete, socia principal de EY. «En este último sector, el precio del cobre ha jugado a favor y la intención de EE.UU. y China de terminar con la ‘guerra comercial’ implicará un repunte en su valor».
Según Alejandro Montecinos, investigador en la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez, las perspectivas para las empresas en Chile se han alineado con las proyecciones generales sobre la economía: «La influencia del optimismo en el sector minero es fundamental, pues compensa el pesimismo que prevalece en la industria», dice. «Por esto, lo que ocurra en los próximos meses a nivel interno respecto de la reforma tributaria afectará en gran medida el IMCE global a través de su impacto en la industria». Además, las condiciones externas seguirán determinando si la minería ayuda a mantener el optimismo, agrega.
Coincide Letelier, de Acafi: «Preocupa el índice mostrado por el sector industrial, donde sin duda que la incertidumbre de lo que pueda pasar con las reformas estructurales y proempleo impulsadas por el Gobierno debe afectar», dice.
Para Navarrete, el tema legislativo también será el elemento central en la evolución de estas expectativas. «Obtener claridad sobre las modificaciones legislativas que se avecinan debiera mejorar las expectativas económicas», dice. «Mayores certezas sobre los sistemas de impuestos para personas y empresas, el sistema de pensiones y el laboral, ayudarán a que los empresarios tengan mejores expectativas y confianza al planificar sus inversiones», indica.