(El Mercurio) No obstante el riesgo externo, China sigue fuertemente importando cobre, lo que no cuadra con el actual precio del metal de US$ 2,70 la libra, sino de US$ 2,9 para el próximo año, anticipa Miguel Ricaurte, economista jefe de Itaú.
El estímulo fiscal y monetario que realizan las autoridades chinas soporta mucho la inversión y -comenta- la inversión demanda cobre. «El peso tiene que apreciarse. Nuestra proyección es que a fines de 2019 esté en cifras cercanas a $645 por dólar porque eso es coherente con un precio del cobre más cercano a US$3 la libra el próximo año», dice Ricaurte.
En su informe mensual, Itaú pronostica para la economía chilena un crecimiento del PIB de 3,9% en 2018, con un robusto primer semestre que el experto imputa principalmente al factor externo -repunte del precio del cobre y la recuperación de la huelga de Escondida- y una desaceleración en la segunda mitad del año en el sector minero, pero también en la actividad no minera.
«El problema es que con esto se reforzaron las duda que tenía alguna gente respecto a la robustez de la economía. El consumo se empezó a desacelerar en el tercer trimestre, los consumidores están pesimistas no obstante el crecimiento. Ahora el retail se puso pesimista y la moderación en las ventas de autos puede ser una primera señal», apunta.
Para noviembre prevé una expansión inferior a 3% en la actividad económica; un IPC de -0,1% en diciembre con lo cual la inflación cerraría el año en 2,7%. Las cifras oficiales se conocerán en la primera semana de enero y las ve clave para la política monetaria del Consejo del Banco Central. «No estamos jugados porque el Banco Central tenga que subir la tasa de interés en enero, hay elementos que justifican esperar hasta marzo», advierte.
En su último informe de política monetaria (IPoM), el Central subió su proyección de inversión y bajó la de consumo lo que asocia a la situación del mercado laboral. «Si la economía crece en torno a 4%; la inflación está algo bajo la meta y las bencinas están bajando, ¿por qué los consumidores están pesimistas?. El mercado laboral es la única respuesta», dice.
A la espera de la actualización de ponderadores de población que hará el INE en la encuesta de empleo, su percepción es que arrojará más empleo, más participación laboral y probablemente más gente desempleada.
Las perspectivas de Itaú para 2019 apuntan a una expansión del PIB de 3,5%.
Más allá de la conjunción de elementos como el sentimiento de los consumidores y factores externos, Ricaurte afirma que indiscutiblemente la economía chilena está en un proceso de recuperación en el cual jugará un rol qué tan rápido pueda ir el gobierno con el paquete de reformas. De estas últimas, sindica la tributaria como la más importante por el efecto de la depreciación semiinstantánea sobre la inversión.
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Riesgo externo
Respecto del riesgo externo, asume que gradualmente surgirán noticias positivas de la guerra comercial que hoy tiene enfrentados a China y Estados Unidos. Percepción esta última que el economista basa en que la economía de EE.UU. está empezando a sentir el impacto del alza de aranceles en la cadena de producción, principalmente en los insumos y eso le pega a la base electoral del gobierno que es básicamente el sector manufacturero. «Pensamos que al final va a haber voluntad de sentarse a conversar», dice Ricaurte.