La pipa de la paz que preparan CAP y Fernando Reitich

Dic 17, 2018

El argentino dejó la presidencia de CAP la noche del jueves 6 de diciembre y el mercado lo supo el lunes pasado, acompañado de acusaciones por falta de confianzas. Pero el miércoles se inició el diálogo entre los abogados Enrique Munita -por Fernando Reitich- y Enrique Alcalde -por CAP-.

(Pulso) La pipa de la paz es la que se podrían fumar en los próximos días Fernando Reitich y CAP. El lunes pasado, el matemático que reemplazó en abril de 2017 a Roberto de Andraca Barbás como presidente de CAP sorprendió al mercado anunciando su renuncia a la acerera, decisión que luego vino acompañada de problemas de confianza al interior del grupo y que también involucraba una disputa por una cláusula a favor del argentino para ejercer un stock options sobre las acciones de la compañía, operación valorizada en US$ 4 millones.

Los días transcurrieron y las posiciones entre la firma y el ejecutivo se distanciaban aún más: Reitich centró los problemas internos en torno al plan de modernización que impulsó en CAP y que habría tenido cierta resistencia desde la alta gerencia. “He llegado a la convicción de que mi visión de CAP no estaba conversando con la resistencia al cambio de una parte de la alta administración”, dijo por escrito a este medio al ser consultado. “La necesidad y el ritmo de los cambios que impulsáramos en CAP chocaron contra una estructura antigua basada en simples ilusiones de poder”, añadió en la oportunidad.

Mientras que Rodolfo Krause, histórico director de CAP y quien asumió el liderazgo del grupo en su reemplazo, salió al paso refutando sus declaraciones: “No existe una resistencia al cambio; se ha dado un recambio generacional importante en CAP”, dijo a El Mercurio. Y la firma anunció, además, el nombramiento de Roberto de Andraca Adriasola, hijo del expresidente de la compañía, como presidente de Invercap, y el ingreso de Juan Rassmuss como director de CAP y vicepresidente de Invercap.

Resolución pacífica

Pero el miércoles pasado las partes comenzaron a pacificar el camino para buscar una solución, la que hoy se está fraguando entre cuatro paredes y que se espera se cierre en el transcurso de esta nueva semana que se inicia.

Las nuevas conversaciones solo se han desarrollado a nivel de abogados: se trata de Enrique Munita, abogado laboralista que representa al ejecutivo argentino, y Enrique Alcalde, de Philippi Prietocarrizosa Ferrero DU & Uría, quien representa a CAP. Los diálogos han sido muy sigilosos, alejados del foco de la prensa, y donde tanto Reitich como Krause o el propio De Andraca no han participado. “Lo que se busca es pacificar el ambiente para comenzar a dialogar”, indica un conocedor de los nuevos acercamientos.

“Existe todo el ánimo de resolver esto en los próximos días”, reconoce otro ejecutivo, que conoce los nuevos acercamientos.

Es que para el grupo minero y acerero este episodio no es una crisis, sino un problema muy encapsulado y que se relaciona solo con el manejo de esta situación por parte de Fernando Reitich. De hecho, los rumores de pasillo hablan de una “pérdida de confianza” por parte del directorio hacia Reitich, mensaje que el propio Roberto de Andraca, hoy asesor de la firma, le habría manifestado el jueves 6 de diciembre, a eso de las cuatro de la tarde, previo al abrupto mensaje de renuncia que entregó el matemático al directorio de CAP a las 23 horas.

Razones de la desconfianza

El porqué se generó esa desconfianza es algo que está muy en la interna y solo conocen los directores de CAP, postura que se transparentará si el caso llega a tribunales, cuentan cercanos a CAP. Y se supone que también las conoce el propio Reitich, aunque en su entorno señalan lo contrario.

Pero una cosa al parecer es cierta, a la mesa no le gustó la forma en que operó el matemático para ejercer la cláusula pactada en su contrato y que está relacionada con una bonificación a su gestión. Esto, porque el tema se conversó en las semanas previas con los directores de CAP y con Roberto de Andraca Barbás. De hecho, los directores Víctor Toledo (independiente), Roberto de Andraca Adriasola y el propio Krause se reunieron por separado con Reitich para manifestarle que no aplicaba la ejecución de la cláusula que reclamaba.

¿Por qué? Algunas versiones indican que la bonificación solo regía para la gestión que Reitich ejerció como gerente general de la firma, cargo que ocupó entre los años 2013 y 2017, período negro para CAP, por el impacto de la caída de los commodities y por la crisis que aún vive -en menor grado- Huachipato. El mal escenario se hizo notar con fuerza el año 2016, en específico el 15 de enero, cuando el papel de la firma se cotizó en $ 1.455, lejos del peak de $ 26.110 que la acción de CAP alcanzó en junio de 2011. Hoy, los títulos de la firma se cotizan en $ 6.500. Ante ese escenario, al ejecutivo no le correspondía una bonificación por su gestión, indican fuentes cercanas a CAP.

Pero también está la versión sobre la decisión del directorio de analizar la cláusula cuestionada a través de un comité de auditoría interna de la compañía, pues al interior de la mesa existía el interés de que la compensación al presidente de CAP fuese pagada, siempre y cuando el proceso de auditoría así lo indicara y que, además, el stock options solicitado fuera aprobado tanto por el directorio como por la junta de accionistas de CAP, reunión que se realiza en abril de 2019. Este último requerimiento no habría sido recibido de buena manera por parte de Reitich, indica una fuente consultada, y habría sido el momento en que Reitich desliza ampliar el conflicto hacia tribunales. Este último punto, en todo caso, no es corroborado en el entorno del expresidente de CAP, pues indican que Munita comenzó a trabajar con Reitich en los últimos días y no semanas atrás.

Más allá de compensación

Hoy, las conversaciones van más allá del stock options, pues Reitich quiere que su nombre y su gestión, tanto como gerente general y presidente de CAP, no quede enlodada. Por eso sobre la mesa hay varias opciones, como el pago de una parte de esa bonificación y también un reconocimiento público a su gestión por parte de los directores de la compañía.

El matemático, en todo caso, tiene su futuro asegurado. Cercanos a él recalcan el buen pasar que tenía y aún tiene, cuando residía en Estados Unidos, donde vivió por 30 años. En ese país, el argentino fue cocreador del Programa de Máster en Matemáticas Financieras de la Universidad de Minnesota y director del Centro de Matemática Industrial de dicha casa de estudios superiores. Además, ejercía como coordinador ejecutivo del Centro de Computación de Alto Rendimiento del Ejército de Estados Unidos.

También indican que recibió una importante herencia por parte de su padre, quien era muy cercano a Roberto de Andraca. “Mi padre era ingeniero, tenía una compañía de trading en Argentina y era proveedor de CAP. Se conoció muy bien con Roberto cuando, primero, era gerente general y después presidente. Luego, Roberto lo invitó al directorio y me conoció a mí de pequeño. Yo era muy cercano a mi papá y las cosas que hice durante mi vida estuvieron muy ligadas a la industria”, desclasificó el propio Reitich cuando asumió la presidencia de CAP, tras la salida de Roberto de Andraca luego de 30 años.

El vínculo de Reitich con CAP es antiguo: entró al directorio de Invercap en 2006 y al de CAP en 2009. Y hasta su tesis doctoral trata sobre el proceso de solidificación de metales y aleaciones y es por eso que su salida causó tanta sorpresa en el mercado.

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