Trabajadores de Escondida rechazan última oferta de la empresa y deciden ir a huelga

Ago 2, 2018

Aún resta la posibilidad de seguir las conversaciones en el período de negociación forzosa. Si se concreta un paro tan extenso como el ocurrido en 2017, expertos estiman que la economía podría crecer hasta medio punto menos respecto de lo que está previsto.

(El Mercurio) Los trabajadores de Minera Escondida rechazaron la última oferta de la empresa y se abre la posibilidad de que se concrete la huelga en la mayor faena privada minera de cobre del mundo.

El sindicato informó anoche, mediante un comunicado emitido al cierre de esta edición que en la consulta participaron un total de 2.330 socios.

«De los votos válidamente emitidos, 1.955 aprobaron la huelga legal, que corresponde a un 84% y 370 aceptaron la última oferta, que alcanza a un 16%. Hubo 4 votos blancos y 1 nulo», consignaron.

Y agregaron: «Esperamos a que partir de esta voluntad contundente de rechazar la oferta de la empresa, que se ha expresado madura y democráticamente por nuestras bases, se entienda por la empresa la necesidad de abrir los espacios para construir un acuerdo que reconozca nuestros derechos».

Y si bien aún resta la posibilidad de seguir las conversaciones en el período de negociación forzosa (ex buenos oficios), las posiciones siguen distantes. La empresa ofreció un bono de $15 millones más un préstamo de $3 millones, montos lejanos a los casi $26 millones que piden los trabajadores.

En este escenario, y con el recuerdo aun presente del impacto de la huelga de 44 días de Escondida en 2017, el Gobierno se ha mantenido monitoreando de cerca la situación y ayer, tanto el ministro de Minería, Baldo Prokurica, como el de Hacienda, Felipe Larraín, llamaron a las partes a mantener el diálogo.

«Siempre una huelga es un recurso legítimo, pero sin duda uno espera que se puedan solucionar los conflictos sin necesidad de ir a huelga, que se llegue a un acuerdo. Yo creo que también es importante el realismo en las propuestas y en las peticiones», afirmó Larraín.

Mientras, el ministro Prokurica explicó que «a nosotros nos interesa que cada uno de estos procesos, que son legales, puedan tomar sus decisiones en beneficio de los trabajadores, de la empresa y también de Chile. El paro del año pasado fue malo para todos y, por lo tanto, esperamos que la decisión que se tome sea la mejor para Chile; en eso confiamos».

Con todo, y de concretarse la huelga, la empresa aun cuenta con la opción de pedir cinco días más de negociación forzosa ante la Inspección del Trabajo, prorrogables por un período similar en caso de que el sindicato esté de acuerdo.

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Efectos económicos

De repetirse una paralización de 44 días como la ocurrida en 2017, las proyecciones de crecimiento del PIB para 2018 podrían descender en torno a 0,5 punto porcentual, de acuerdo a distintos cálculos del mercado.

El año pasado, el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) se contrajo un -1,9% en febrero, no anotó variación en marzo y volvió a caer -0,5% en abril, presionado por el retroceso de la minería.

En abril de 2017, al presentar el Informe de Política Monetaria (IPoM), el presidente del Banco Central, Mario Marcel, señalaba que la paralización de esta faena tendría un impacto relevante en el PIB del primer trimestre, del orden de 1 punto porcentual de menor crecimiento.

Un situación similar sería un problema serio que afectaría más que nada el tercer trimestre de este año, después de que probablemente el segundo trimestre cierre con una expansión sobre 5%, dice Felipe Alarcón, economista de EuroAmérica. «Esto generaría una desaceleración marcadísima, más allá de que el tercer trimestre la actividad se tiene que desacelerar por efecto de una base de comparación más alta. Y aunque es un tema que escapa al ciclo o al Gobierno, podría afectar las expectativas», advierte.

La proyección de EuroAmérica para el crecimiento del PIB este año es de un 4% y, de repetirse el escenario del año pasado, Alarcón piensa que podría bajar a un 3,5% e incluso menos.

«Hay que tener claro que Escondida representa en torno a 2% del PIB de Chile, que es una cifra muy significativa en términos de su producción», apunta Sergio Lehmann, economista jefe del Banco BCI. Según sus cálculos, si la mina paralizara una semana, ello restaría 0,04 puntos porcentuales al crecimiento, pero si se suman los servicios que se entregan a la minera, que también se verían afectados, la cifra se elevaría a 0,05 puntos porcentuales.

Con un mes de paralización, la merma en el crecimiento sería entre 0,15% a 0,2%, y un mes y medio tendría un efecto negativo de 0,35 puntos porcentuales. La proyección de crecimiento de 3,8% que tiene el BCI para el PIB 2018 descendería a 3,5%.

Rodrigo Aravena, economista jefe del Banco de Chile, dice que es muy temprano para saber cuál sería el impacto de una eventual paralización, destaca que si se asume algo parecido a lo que ocurrió en 2017, cada mes de paro restó aproximadamente 0,3 a 0,4 puntos porcentuales al crecimiento anual. El banco proyecta para 2018 un crecimiento del PIB de 4% e incluso algo mayor, pero si se repitiera el escenario, eso afectaría esta estimación.

En 2017, Escondida dejó de producir del orden de 275.000 toneladas. Se esperaba una producción de 1.200.000 toneladas y cerró con 925.000. La Sonami proyectaba un crecimiento de 3% para el PIB minero y cerró 2017 con una caída de 2% «que se explica fundamentalmente por la menor producción del principal yacimiento de cobre de Chile y del mundo», señala Álvaro Merino, gerente de Estudios del gremio.

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