(El Mercurio) La solicitud de poner una salvaguardia de 38,2% a las importaciones de acero mexicano que pidieron las productoras chilenas de acero CAP y Gerdau, tiene preocupadas a las pymes locales que usan este metal como su principal insumo.
Según Claudio Vera, gerente de Evema, firma dedicada a la elaboración de cables de acero, la aplicación de aranceles afectaría el «último eslabón de la cadena. Ya que importamos acero elaborado, como el cable. (El arancel) afectará de todas maneras, no nos vamos a salvar».
En la misma línea, Mónica Hamuy, gerenta de Berri y Nally, empresa productora de clavos, alambres y mallas, señala que su materia prima es a base de acero, por lo que «por supuesto afectaría. El precio que tenga este es determinante, porque incide en más de un 60% en el costo final de los productos».
Otro de los factores que identifica Hamuy y que afectará los costos asociados a la producción, será la oferta de acero en el mercado nacional. Al respecto, la ejecutiva señala: «Si la medida se aplica, nos obliga a comprar en el mercado local que es muy reducido. Aquí solo tienes CAP y Gerdau. CAP a nosotros no nos vende, ellos tienen como un arreglo con los grandes».
Ambos empresarios consideran que la aplicación del arancel, al aumentar sus costos, deberán traspasarlo al cliente final. Vera estima que el alza debería estar cerca de un 5%, mientras que Hamuy calcula que llegará a un 15% en los productos terminados. «Para saldar la situación y que esta no afecte la demanda, el costo deberá ser asumido entre el cliente y la empresa», señala el gerente de Evema.
Sobre las consecuencias específicas que tendrá la aplicación de esta medida para el mercado nacional, Carlos García, gerente general de Perfiles y Metales, precisa que los aranceles aumentarían el precio del «acero largo» (que está sujeto a la posible medida), lo que ocasionaría que la demanda se traslade hacia el «acero plano», que no se fabrica en Chile.
Agrega que si bien se puede imponer un arancel a México, CAP y Gerdau «deberán seguir compitiendo con grandes productores como Turquía y Japón».
5% a 15% estiman los pymes del sector que podrían subir los precios finales de los productos si se aplica la salvaguardia solicitada.
60% o más de ese porcentaje es la incidencia del acero en el costo de los productos terminados, según indicaron operadores de este rubro.