AMSA ve escenario más favorable para futura mina en EE.UU. con gobierno de Trump

Ene 22, 2018

El presidente ejecutivo de la minera, Iván Arriagada, comenta que "el proyecto está de vuelta" luego que se revirtieran cuestionamientos a sus concesiones.

(El Mercurio) El cobre tiene un gran porvenir en la economía del futuro, en donde las energías renovables y la electromovilidad serán pilares. En este contexto, el metal rojo será cada vez más requerido. Esa es la visión que tiene Antofagasta Minerals (AMSA) -brazo minero de los Luksic-, y por ello se preparan con una ambiciosa cartera de proyectos. A su vez, analizan opciones de compra si se presentan.

Así lo comenta su presidente ejecutivo, Iván Arriagada, quien se muestra feliz por la resolución del Departamento del Interior estadounidense que, a fines de diciembre, dejó sin efecto su decisión de no renovar dos licencias mineras claves para el desarrollo de su proyecto Twin Metals, en Minnesota. Esta es, hasta ahora, su apuesta más adelantada fuera del país. «El proyecto está de vuelta, tenemos nuestras licencias restituidas, y queremos seguir avanzando», dice Arriagada, quien complementa que en 2019 ingresarán a tramitación ambiental la iniciativa.

Aunque sostiene que el proyecto polimetálico -el yacimiento posee cobre, níquel y metales del grupo de los platinos-requerirá de un período de gestación largo, el escenario podría ser más favorable para la inversión minera con la administración Trump, gobierno que devolvió las licencias que en el período de Obama le fueron revocadas. «La decisión de quitarnos la renovación automática que teníamos era contraria a los términos de los acuerdos, y arbitraria, por eso fuimos a tribunales (…) La administración actual es más proclive a la inversión, y por lo tanto, desde ese punto de vista, es un contexto más favorable», sostiene.

No obstante, puntualiza que «se nos ha restituido (las licencias) porque había una decisión arbitraria y equivocada».

No solo en Estados Unidos la compañía tiene proyectos en carpeta. En el país terminó en diciembre las iniciativas Óxidos Encuentro y la Planta Moly Centinela, y durante este año someterán a votación en el directorio dos nuevas iniciativas. La primera de ellas es Infraestructura Complementaria de Pelambres por US$ 1.100 millones que está en etapa final de aprobación ambiental. De ser obtenido el permiso ambiental, podría iniciar su construcción durante este ejercicio.

El segundo es el Desarrollo Minero Centinela, por US$ 2.700 millones, aunque están estudiando alternativas para reducir el Capex, expandiendo la concentradora existente. Esto es diferente a la idea original de una planta nueva.

También estudian la opción de extender la vida útil de Zaldívar, mina de cobre a la que ingresaron en 2015 y en donde comparten la propiedad con Barrick, aunque es AMSA el operador de la faena. «Todavía tenemos que hacer los estudios, y por lo tanto tenemos varios años antes de poder formular un proyecto que sea viable, pero estamos muy entusiasmados con esa posibilidad».

Arriagada destaca que la compañía posee finanzas ordenadas que le permitirían aprovechar opciones de compras atractivas en caso de presentarse. «En 2015 fuimos detrás de Zaldívar y compramos el 50%. Estamos siempre mirando opciones y alternativas en la medida que estas se presenten (…) en lo que hemos definido como nuestro territorio de interés estratégico, que tiende a estar en el eje de las Américas», manifiesta.

Negociaciones colectivas

Otro ojo lo tendrán puesto en las negociaciones colectivas. Hace algunos días sellaron nuevos contratos con los sindicatos de Centinela, pero en la industria se comentó el bono de $14 millones bruto entregado, considerado elevado.

«El bono, lo que refleja son los cambios que hicimos en prácticas operacionales, las mejoras que hicimos para armonizar los contratos, donde en ciertos casos se eliminaron beneficios y otros se otorgaron», explica Arriagada.

El presidente ejecutivo de Codelco, Nelson Pizarro, señaló que el mencionado bono «metía ruido» en un año marcado por negociaciones con sindicatos, a lo que el presidente ejecutivo de AMSA responde: «no coincido con esa apreciación».

«Usted puede comprimir los bonos y hacerlos a libro cerrado, pero no está abordando ninguna de las condiciones de mejora de productividad estructural. Eso es un error en una industria que debe plantearse objetivos de largo plazo», añade.

Actualmente, negocian en Pelambres, donde esperan conseguir un acuerdo positivo para ambas partes, también con una mirada de largo plazo. Aunque no se sienten presionados en mantener su récord de cero huelgas en operaciones de AMSA a lo largo de su historia. «Si podemos llegar a una solución satisfactoria, sin una huelga, es preferible. Pero no es un objetivo en sí».

Espera que nuevo gobierno aborde «permisología»
Esperanzados están en AMSA con el futuro del cobre y las opciones que abre la electromovilidad -de hecho son los impulsores de la llegada de la Fórmula E a Chile- para un uso más intensivo del metal. Pero también muestran preocupación porque el país ha visto amenazada su posición de liderazgo en minería. Esto, en desmedro de otras naciones como Perú. «Chile necesita retomar ser centro de atracción para le inversión minera», sostiene Arriagada. Cree que uno de los desafíos para el nuevo gobierno será generar una oficina para grandes iniciativas, que funcione como ventanilla única, pero sin rebajar las exigencias. «Hoy día la permisología para los grandes proyectos tiene muchas instancias y agencias que tienen la capacidad de decir que no, pero ninguna la responsabilidad de decir que sí», opina. Destaca, de todas formas, los avances del Gobierno actual en la reducción de los costos de la energía, que era un serio problema.

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