Villarino: “Ha quedado claro que la idea del gallito para ver quién es más fuerte no beneficia a nadie”

Mar 29, 2017

"Creo que el gran desafío es el de la construcción de un consenso, entre trabajadores y empleadores, que condene y erradique la violencia", enfatizó el presidente ejecutivo del Consejo Minero.

(La Segunda) La gran minería está preocupada por el «escenario más complejo» que está marcando las negociaciones colectivas, «con mayores niveles de conflictividad e incluso violencia», describe el presidente ejecutivo del Consejo Minero, Joaquín Villarino. «Ha quedado claro que la idea del gallito para ver quién es más fuerte no beneficia a nadie», sentencia en alusión al reciente término del proceso que se vivió en Minera Escondida.

Luego de 43 días de huelga, finalmente el sindicato integrado por 2.500 socios decidió apelar al Artículo 369 del Código del Trabajo tras no alcanzar un acuerdo con la compañía controlada por BHP Billiton, manteniendo así los beneficios del último contrato colectivo por otros 18 meses. «Hemos visto situaciones gravísimas en Los Bronces, El Peñón y ahora último Escondida. Es difícil entender las causas de este fenómeno, por lo que creo que el gran desafío es el de la construcción de un consenso, entre trabajadores y empleadores, que condene y erradique la violencia», enfatizó Villarino.

De las 55 negociaciones colectivas que se desarrollarán en el país este año, según datos de la Dirección del Trabajo, 17 corresponden al sector minero, con algunas que en el pasado fueron muy conflictivas, como es el caso de Collahuasi. «La reforma laboral no debe mirarse como una herramienta para doblegar a los empleadores, sino como un instrumento que nos obliga a construir acuerdos maduros y de largo plazo», plantea el ejecutivo.

Ante un escenario de mayor conflictividad a partir del 1 de abril, cuando entra en vigencia la reforma, destacó que «algunos pretenden atribuir a la reforma laboral estos incrementos de violencia, lo que no comparto. La reforma vino a fortalecer a las organizaciones sindicales, pero al mismo tiempo condenó expresamente la fuerza física en las cosas, y física y moral en las personas, durante los procesos de negociación, calificándolas como prácticas desleales. Esperamos que las autoridades correspondientes actúen en consecuencia con dicha disposición y que no sea una bonita frase para el mármol», enfatizó.

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