(El Mercurio de Antofagasta) Un impacto profundo, difícil aún de dimensionar y que irá aumentando en la medida que la huelga se extienda, es el que se adelanta para los proveedores de Minera Escondida.
La decisión de detener completamente la producción, así como los bloqueos realizados por el sindicato -que impiden el avance de otros proyectos como la nueva planta desaladora- podría dejar en una compleja situación financiera a muchas empresas, sobre todo locales.
La huelga en Minera Escondida cumple hoy 21 días, periodo durante el cual la empresa ya dejó de producir unas 62 mil toneladas de cobre, el equivalente a la mitad de lo que produce la División Gabriela Mistral de Codelco durante todo un año.
Y el impacto de esta paralización no sólo se reflejará en los resultados de la compañía minera, sino también en los indicadores económicos nacionales y regionales, y en toda la cadena productiva asociada a la principal minera privada del país.
Los cálculos de la Asociación de Proveedores Industriales de la Minería (Aprimin) indican que el 50% de las empresas contratistas en Chile tiene algún vínculo con Escondida.
Costos
Datos que sirven para dimensionar el impacto que tiene Minera Escondida en el circuito de los proveedores locales están contenidos en el Reporte de Sustentabilidad 2015 de BHP Billiton.
Según éste, durante ese año la firma se relacionó comercialmente en Antofagasta con 613 firmas a las cuales contrató bienes y servicios por US$742 millones, es decir, unos $475.000 millones.
Su dotación al 31 de diciembre de 2015 estaba compuesta por 3.798 trabajadores propios y 5.846 contratistas.
«Una huelga tiene externalidades negativas, sobre todo para las empresas que viven de la prestación de servicios. No todas tienen contratos diarios, sino por la realización de servicios determinados y esporádicos: van a la minera, sacan sus pases, programan a su gente, contratan personal, calendarizan sus actividades y después les dicen que no pueden subir. Esos costos debe asumirlos la pyme y no el mandante», explicó Osvaldo Pastén, empresario antofagastino y primer vicepresidente de la Asociación de Industriales de Antofagasta.
Respecto de los bloqueos que mantiene el sindicato a las instalaciones de la minera, Pastén aseguró que «es entendible, pero no justificable». «Entorpecer una faena es también traspasar los límites legales, ojalá esta negociación se encauce por la legalidad. Uno o dos meses sin trabajar para una pyme significa el mismo periodo sin flujos de fondos, lo que las dejaría en una situación muy compleja», agregó.
Evaluación
Desde el Sindicato N°1 de Trabajadores de Minera Escondida, explicaron que la decisión de bloquear los accesos a las faenas responde a velar porque los compromisos adquiridos por la minera -en torno a no producir mientras dure la huelga-, se respeten.
«No necesitan 400 trabajadores en Coloso para mantener servicios básicos. Lo que pretenden es producir», acusó el vocero sindical, Carlos Allendes.
Respecto de esta situación, el vicepresidente de Asuntos Corporativos de Minera Escondida, Patricio Vilaplana, comentó que «con las empresas proveedoras hemos tenido muchas conversaciones antes y durante la huelga, sin embargo, no teníamos contemplado que se bloquearía el derecho a trabajar a más de 12 mil personas que se desempeñan en otros proyectos».
Según el ejecutivo, la situación de los contratistas es muy variable «y dependerá del tipo de contrato que tengan, pero nuestra intención es que una vez que termine la huelga veamos como se restablece el trabajo con ellos y la situación de cada uno, asumiendo que esto tiene un costo para la cadena completa, no me podría adelantar porque las situaciones son muy distintas, pero vamos a estar con los ellos viendo su realidad».