(El Mercurio) El jueves 29 de diciembre, la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) envió un oficio al Consejo de Defensa del Estado (CDE) para que solicite información al Ministerio Público acerca de la arista de estafa del caso Caval, que se abrió por la querella que interpuso el empresario Gonzalo Vial Concha, en junio pasado.
En esta línea de la investigación serán formalizados, el próximo 13 de enero, los socios de Caval, Mauricio Valero y Natalia Compagnon, nuera de la Presidenta de la República, Michelle Bachelet.
La petición de intervención al CDE se adoptó por la supuesta copia de ocho estudios elaborados por la empresa Caval, los que habrían sido redactados a partir de trabajos hechos por Cochilco en 2012. Otra de las razones que influyeron es la inminente formalización.
Junto con requerir información a la fiscalía, en el oficio piden también al CDE «para que en virtud de las atribuciones actúe de acuerdo a su ley orgánica».
Esto último implica un análisis de estos antecedentes para ver si se interpone una querella en representación de Cochilco, ya que esta institución no tiene facultades para hacerlo.
Esta hebra de la indagatoria, de una eventual copia de informes, está relacionada con los negocios que hizo la sociedad Caval con la empresa Graneles S.A., de propiedad de Vial Concha, los cuales estaban enfocados en el desarrollo de puertos mineros e hidroeléctricos, y por los cuales desembolsó $1.200 millones.
Por estos hechos serán formalizados Valero y Compagnon, y también, por la supuesta venta de correos adulterados al empresario, que fueron realizados por Victorino Arrepol, ex funcionario de Caval.
Fiscalía no entrega información
Hace cinco meses, la Comisión Chilena del Cobre solicitó los antecedentes a la fiscalía regional de O’Higgins, la que, según el oficio, no fue entregada por razones de la investigación.
Cochilco acompañó además al Consejo de Defensa del Estado los oficios en los cuales le pide al Ministerio Público información.
Vial, en su segundo testimonio ante la fiscalía, dijo que los informes que recibió -luego de firmar un contrato con la empresa por $1.200 millones- habrían sido copiados y parte de un «engaño cuyo único propósito era obtener dinero de mis empresas».
Dice además que nunca se imaginó que los informes mineros que le entregaron (8 en total), no eran «verdaderos (…) no podía percatarme nunca de que estos no habían sido elaborados por ellos».