En un ambiente de tono “optimista” se desarrolló la versión 2016 de la Semana de la Bolsa de Metales de Londres, reunión anual de la industria minera que comenzó el 31 de octubre. Así lo percibió Juan Carlos Guajardo, director ejecutivo de Plusmining
Pese a lo anterior, explicó, el “inesperado optimismo” de la reunión tiene matices importantes: “Un sector mayoritario, ligado a las principales consultoras y a la mayoría de las compañías mineras, aún considera que el mejoramiento de las perspectivas se refiere a que se ha llegado al piso del presente ciclo descendente, mientras las visiones más favorables, manifestada por los fondos de inversión, esperan alzas más significativas”, precisó.
Pronósticos
De acuerdo al director ejecutivo de Plusmining, consultora que participó del evento, se espera que el mercado del cobre continúe relativamente balanceado hasta 2019. A partir de entonces, puntualizó, se manifestaría un “significativo” déficit.
Sin embargo, comentó Guajardo, el escenario base de estabilidad “ha pasado de tener mayoritariamente riesgos a la baja a un panorama de mayores riesgos al alza, lo cual se explica porque el riesgo de que China tenga un aterrizaje forzoso se ha visto muy reducido y a que el pipeline de proyectos de cobre hasta 2020 sólo cuenta con la entrada en operación de un gran proyecto en 2018 (Cobre Panamá), el cual, de no materializarse o retrasarse, adelantaría la ocurrencia de déficits en el mercado del cobre”.
Sumado a lo anterior, explicó el ejecutivo, el “renovado interés” que los inversionistas están mostrando por los commodities se explicaría, en parte, a una falta de alternativas atractivas para invertir.
“Otros activos, como bonos o acciones, tienen cotizaciones elevadas y, por ende, escaso margen para ganancias adicionales de rentabilidad. Ante esta situación, los commodities, que se encuentran en niveles de precio bajos, representan una oportunidad para diversificar portafolios de inversión y exponerse a activos con potencial de ganancias de rentabilidad más significativas”, afirmó Guajardo.
Finalmente, la perspectiva de presiones inflacionarias y riesgos políticos, que hasta ahora se había reflejado en mayores cotizaciones del oro, podría extenderse al cobre, que ocupa cada vez más un rol como activo de inversión.