Joydeep Mukherji, de S&P, sobre Chile: «A pesar de los vaivenes, los pilares siguen sólidos y apoyan la clasificación»

Oct 20, 2016

El director calificaciones soberanas de S&P asegura que el desafío es equilibrar el deterioro fiscal y mantener un corredor para el déficit. Destaca que Chile tiene como pilar de su clasificación una serie de reglas que le dan credibilidad a la economía y la política.

(Pulso) Tras varios meses de preocupaciones por el escenario externo para la economía chilena, sumado a una lenta recuperación de la actividad local, algunas voces se han cuestionado si el rating de crédito soberano de Chile –“AA-” según S&P, la más alta en América Latina– podría enfrentar una posible caída. Joydeep Mukherji, Managing Director de S&P Global Ratings, a cargo de calificaciones soberanas para América Latina, explicó desde Nueva York que las clasificaciones no responden sólo a cifras de déficit fiscal o deuda sobre crecimiento, sino que a un conjunto de factores.

Si tuviera que describir el panorama de la economía chilena en este momento, ¿qué diría?

—La clasificación es “AA-” con perspectiva “estable”. ¿Qué quiere decir? Que a pesar de todo lo que ha pasado este año, no hemos cambiado nada en la calificación y la perspectiva.

¿Cuáles son los mayores riesgos para la economía?

—Chile tiene como pilar de su clasificación una serie de reglas o disciplinas que le dan credibilidad a la economía y la política. Hay una disciplina fiscal con la balanza fiscal estructural en todas las reglas, hay una política monetaria, tipo de cambio flotante y meta de inflación y tratados de libre comercio con muchos países del mundo. A pesar de los vaivenes de la economía, de lo que pasa cada día o cada mes, sobre todo gracias a tendencias afuera del país como el precio del cobre y otros materiales, los pilares siguen siendo muy sólidos y apoyan todavía la clasificación donde está. Sabemos bien que la economía chilena es abierta y está vulnerable a los golpes que vienen desde afuera. Puede crecer 8% o -2% gracias a lo que pase en otros países, pero en la medida que el Gobierno mantenga sus políticas de disciplina con credibilidad y esos pilares se mantengan, la clasificación quedaría como está.

El desafío principal ahora es cómo equilibrar dos tendencias opuestas: el deterioro fiscal por el pobre crecimiento de la economía y menores ingresos de sectores como la minería, con presiones para el déficit fiscal; y la necesidad y el compromiso de los gobiernos, desde hace muchos años, de mantener un corredor para el déficit fiscal.

¿Considera que el ciclo de bajos precios del cobre es el principal riesgo para Chile?

— No es un riesgo, es una realidad de la historia de Chile. Ahora es cobre, pero antes eran otros commodities. Lo importante es si el Gobierno tiene un colchón para suavizar el impacto y si tiene los recursos para compensar las vulnerabilidades que existen. Venezuela no tenía colchón cuando cayó el precio del petróleo. Aun antes tenía clasificación “D”. Chile después de la caída del precio del cobre tiene la misma calificación. Esto quiere decir que ambos países son vulnerables, pero Venezuela gastó toda la bonanza y Chile ahorró mucho. El Gobierno todavía tiene como colchón recursos líquidos en dinero, casi 16% o 15% del PIB, según el último informe del Gobierno.

¿Qué le parece el proyecto de Presupuesto 2017? ¿Mantiene esta idea de prudencia fiscal?

—El proyecto obviamente tiene un ajuste al lado de los gastos. Bueno, vamos a ver si el Gobierno puede alcanzar sus metas, y cómo las alcanza, porque también hay cambios durante el año, cosas inéditas, cosas impredecibles. Entonces, en la medida que el Gobierno pueda mantener la flexibilidad que ha tenido y el colchón, eso es más importante que si logra o no cierto porcentaje del PIB como déficit fiscal.

¿El actual manejo de las finanzas en Chile no alteraría la calificación crediticia?

—Lo que podemos decir es que hoy, la calificación es tal y la perspectiva es “Estable”, pero siempre miramos de cerca todo lo que pasa en cualquier país para ver si hay necesidades de cambiar algo. Por el momento, hasta hoy, no hemos cambiado nada. En el caso de Chile, dadas las condiciones de la economía, la prosperidad del país y el bajo nivel de endeudamiento, no estamos hablando de una crisis o un colapso. En el caso de Chile el riesgo es un deterioro en el perfil, porque países como Chile son estables por definición. Si hay un deterioro en el perfil financiero, esto puede cambiar la clasificación, pero la palabra clave es “si”.

Hay preocupación de que el Presupuesto pudiera afectar la calificación de riesgo…

—La prensa y la gente ponen mucho más énfasis que nosotros en el anuncio del Presupuesto. El factor fiscal es uno entre muchos que apoyan la clasificación. Es importante, pero también tomamos en cuenta la institucionalidad del país, el tamaño de la economía, el ingreso per cápita, la tasa de crecimiento, el perfil externo –balance de comercio, balance de cuenta corriente, nivel de liquidez externa, entre otros–, la política monetaria y el nivel de flexibilidad del país, del tipo de cambio, el endeudamiento y el balance fiscal. Es una larga lista de criterios.

No respondo directamente a la pregunta porque la percepción de algunos es que si hay un déficit X o más, cae la calificación. Pero nosotros no trabajamos así.

¿Cómo se ve la situación de Chile desde fuera?

— Hay dos cosas. Una es el tamaño del golpe de la baja en el precio del cobre. En los ’80 y ’90, con el mismo shock externo, Chile hubiera decrecido en vez de crecer 2%, porque no tenía colchón y no tenía tipo de cambio flexible para ajustar al golpe. Ha habido un cambio estructural en el diseño de la economía. El actual golpe ha reducido la tasa de crecimiento, pero sigue creciendo la economía.

El segundo punto es que crece, pero a qué porcentaje es el debate. La gente quiere que la economía crezca 3%, 4%, 5% como antes, en lugar de 2%, y obviamente hay un debate político sobre quién tiene la culpa. Es una especialización de los chilenos echar la culpa al Gobierno o echar la culpa a los factores externos. No sé qué porcentaje de la culpa pertenece a quién, prefiero estar fuera de ese debate. Lo bueno es que sigue creciendo la economía, eso se nota desde fuera.

También tenemos la misma pregunta: si la economía, más allá del golpe, puede crecer más que la tasa actual o si esta es la tasa más viable dadas las condiciones externas. Esos son los temas que son importantes desde afuera, y no tenemos una conclusión muy clara de eso, pero obviamente hay capacidad de crecer a pesar del cobre a casi US$2, que es algo notable.

Un artículo de Bloomberg dice que, a pesar del bajo aumento del Presupuesto, Chile dejaría de ser acreedor neto. ¿Qué opina de eso?

— No quiero ser complaciente con eso, pero tampoco es un desastre.

¿Cambiaría eso la clasificación de riesgo?

— Más importante que ese cambio son las tendencias. Si la deuda ha crecido, bueno, ha crecido, pero si el perfil financiero es congruente con la clasificación actual, no pasa nada. Si la deuda sigue creciendo, creciendo, creciendo, dependiendo del tamaño, puede cambiar la calificación. Si hay una tendencia que sigue, algún día va a cambiar la clasificación. Pero el hecho de que ha habido un cambio de acreedor de deudor del Gobierno por sí no afecta la clasificación. Por eso tenemos una visión de largo plazo, de dos o tres años hacia adelante para ver cuánto será la deuda, cuál será el déficit fiscal y, más importante, cuál será la tasa de crecimiento. No tenemos obsesión de hablar sólo de pasivos, ponemos también énfasis en los activos de la economía.

¿Cuál es su panorama para los activos y los pasivos chilenos?

— Proyectamos que serían más o menos estables. Va a cambiar un poco, y como el Gobierno va a tener déficit en 2016, 2017 y 2018, la deuda va a subir. Pero lo importante es qué va a pasar con la economía, el PIB. Se puede recuperar y subir aún más que la deuda. La razón deuda/PIB es una de las razones que estudiamos. La deuda de por sí no dice nada.

¿Esta relación deuda/crecimiento se mantiene estable en el país, según sus estimaciones?

— Ha crecido, pero todavía está dentro del corredor congruente con la clasificación. Pero la clasificación no es algo histórico, no es que pasa algo hoy que sobrepasa la cifra límite que pusimos y de repente cambiamos la clasificación. No, la clasificación es una mirada hacia el futuro.

Y la mirada que tienen ustedes de Chile es congruente con la actual calificación.

— Sí. Perspectiva “Estable”.

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