En el marco del taller Minería e Innovación, organizado por la Comisión Económica para América Latina (Cepal) y la Cooperación Alemana–GIZ, el subsecretario de Minería, Ignacio Moreno, se refirió al escenario actual de los relaves en el país, haciendo hincapié en que el tema es “prioritario” para el Gobierno y, en especial, para la cartera de Minería.
De acuerdo a información entregada por el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), Chile cuenta con poco más de 750 tranques y depósitos de relaves, los que se concentran principalmente en las regiones de Atacama y Coquimbo. Del total, 128 están activos, 446 son relaves no activos y 146 están abandonados, los que no cuentan con un titular.
“Hoy se producen entre 1.200.000 y 1.400.000 toneladas de relaves al día, los que equivalen a un cerro Santa Lucía”, dijo Moreno durante su intervención. “En 2015 se produjeron más de 500 millones de toneladas, entre la gran, mediana y pequeña minería. Esta cifra irá en aumento, y de acuerdo a las proyecciones de Cochilco, este volumen debería duplicarse en los próximos diez años”.
Moreno explicó que esto se debería a la baja de las leyes de mineral, lo que obliga a tratar más mineral para llegar a la misma producción de cobre fino, una realidad que se masificaría en los próximos años.
“Debemos resolver los problemas de cohabitación que existen hoy entre el sector minero, con los relaves en particular, y la comunidad”, agregó Moreno. “Hoy gran parte del rechazo que genera un proyecto pasa por la necesidad de ubicar un tranque de relave y obviamente ninguna comunidad está dispuesta a tener un tranque en su sector. Esto es algo que debemos solucionar”, dijo.
Innovación
Durante su exposición, la autoridad explicó que los relaves contienen distintos minerales, como cobre, molibdeno y tierras raras, e incluso oro o plata. Es por eso que un desafío para la industria minera es valorizarlos.
“Tenemos la percepción muy clara de que dado el volumen de material valioso que se encuentra en los tranques de relaves, se debe construir un ámbito de trabajo nuevo ligado a la innovación, que permita transformarlos en material comercializable para diferentes sectores”, indicó Moreno. “En otros países utilizan los relaves para la construcción o como material de relleno para caminos. Hay otro ámbito de innovación que se puede trabajar ligado a la posibilidad de limitar el volumen de relave, por ejemplo, limitando los materiales que se flotan”.
La autoridad hizo un llamado a estudiar distintas opciones para innovar en esta materia y, de esta forma, mejorar la relación que tiene el sector minero con su relave y con la comunidad.