Menos producción y problemas ambientales complican a Caserones

Feb 22, 2016

La semana pasada dejó la empresa el gerente de operaciones. Mientras tanto y como una señal de espaldarazo a la compañía, el martes fue de visita a la faena el embajador de Japón en Chile.

(El Mercurio) Problemas operativos y ambientales están complicando a la única mina de cobre operada por japoneses fuera del país del Sol Naciente. Y el yacimiento está en Chile: Minera Caserones, ligada a los conglomerados Mitsui y Nippon Mining y que fue inaugurada a mediados del 2014, no ha logrado estabilizar su producción ni alcanzar la capacidad para la cual fue diseñada, traduciéndose ello en una pérdida para la firma minera de US$ 110 millones en 2015 y una pérdida financiera y contable para sus inversionistas de US$ 690 millones en Japón.

Por si fuera poco, anota altos costos, US$ 1,88 por libra como cash cost , que en un contexto de cotizaciones bajas del cobre -que en lo que va del año promedia US$ 204 por libra- complican más el escenario. Y tiene una baja ley de mineral, de solo 0,34%, menos de la mitad del promedio nacional.

La mina, que se llamaba originalmente Regalito, se emplaza a más de 4.600 metros de altura en la Tercera Región, en un área donde predomina la mediana minería y a la que llegó a dinamizar la economía regional, en un momento en que Atacama sufrió la cancelación de varios megaproyectos.

Caserones llegó a contratar a más de 12 mil personas en la obra, y en palabras del presidente de la Corporación para el Desarrollo de la Región de Atacama (Corproa), Daniel Llorente, «hoy, que ya está operando, es el foco de un movimiento económico importante para Atacama, que es una región muy disminuida en donde se han parado muchos proyectos de inversión, desde las centrales eléctricas Barrancones, Castilla, Punta Alcalde, hasta otras industrias como Agrosuper, en Freirina, o las mineras El Morro o Relincho», recuerda.

Se fue gerente de operaciones

Una luz de alerta de los inconvenientes que vive Caserones ocurrió a mediados de la semana pasada, cuando dejó la empresa el gerente de operaciones, René Oliva, ex gerente de Mina de Chuquicamata (de Codelco) y un profesional con más de tres décadas de experiencia en la industria.

Uno de los problemas más urgentes de la compañía es aumentar la producción y estabilizarla. Caserones -que inició su operación en la segunda mitad de 2014- tenía previsto producir 150 mil toneladas de concentrados de cobre al año durante el primer lustro de operación y luego, quedarse en 110 mil toneladas de concentrados anuales en los siguientes 23 años. Pero en 2015, debido a las dificultades de alcanzar su capacidad de diseño, la mina estableció una meta interna menor, de 63.800 toneladas. Y aun así, finalmente, solamente se produjeron 46.700 toneladas de concentrados en el yacimiento, solo 31% de su capacidad de diseño.

Adicionalmente, elabora 30 mil toneladas de cátodos mediante el proceso de lixiviación, meta que sí ha cumplido.

Además, Caserones ha tenido que enfrentar varios problemas ambientales (ver recuadro) y de hecho -confidencian diversas fuentes ligadas al proceso-, se espera que la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) le formule cargos en los próximos meses por el funcionamiento de su tranque. La empresa ya fue multada en marzo de 2015, por $7.620 millones, por 17 infracciones a la resolución de calificación ambiental, 8 de ellas graves y 9 leves, vinculadas a obras eléctricas y suministro de aguas.
Minera clave para Japón

Caserones es controlada en un 100% por Lumina Copper, controlada a su vez por el consorcio Pan Pacific, donde aguas arriba están Nippon Mining y Mitsui. Tan importante es esta explotación para Japón que a la ceremonia de inauguración, realizada el 30 de julio de 2014, concurrió el Primer Ministro de ese país, Shinzo Abe, además de la ministra de Minería, Aurora Williams. Clave en la concreción de esta iniciativa fue la voluntad de las compañías japonesas socias de contar con una inversión operada por ellos. Las firmas niponas tienen una larga experiencia en Chile, como accionistas minoritarios en las principales empresas mineras que operan en el país.

Con distintas razones sociales y sumando otros accionistas, estos conglomerados son socios en diversas faenas que operan en Chile. Están con BHP Billiton en Escondida, la mayor mina privada de cobre del mundo. También en Collahuasi, donde están aliados a Anglo American y a Glencore, y en las compañías mineras del grupo Luksic.
Eso explica por qué en medio del complejo momento, este martes 16 de febrero, el embajador de Japón en Chile, Naoto Nikai, fue a Copiapó y subió hasta la faena, en la alta cordillera, para darle un espaldarazo a Caserones. En la oportunidad, Nikai dijo que esta minera refleja la importancia y la estrechez de los lazos entre Chile y Japón, y destacó que «su implementación fue llevada a cabo por capitales 100% japoneses y fue un esfuerzo de todo el país».

«El concentrado de cobre que se produce en Caserones llega a ocupar casi el 10% de la importación total del Japón, y se espera que contribuya al abastecimiento estable de los recursos de cobre para Japón por un largo plazo. Del mismo modo, por su envergadura, pensamos que también contribuirá seguramente al desarrollo de la economía chilena», señaló el diplomático.

«El concentrado de cobre que se produce en Caserones llega a ocupar casi el 10% de la importación total de Japón».Naoto Nikai, embajador de Japón. La fiscalización de la SMA que aproblema a la compañía

A fines del 2015, la compañía fue fiscalizada por la SMA, y por ello se estima que vendrá una formulación de cargos en los próximos meses. El inicio de un proceso sancionatorio es complejo para Caserones, debido a que el año pasado el organismo ya les cursó una millonaria multa. Los problemas que hoy tienen son distintos. Se relacionan al tranque de relave de lamas (arenas finas) y resultan más complejos, sostienen fuentes de la industria. Para tratar de resolverlos, la compañía contrató a la consultora ambiental Gestión Ambiental Consultores (GAC), ligada a Ricardo Katz.

¿En qué consiste el problema? Expertos mineros explican que los tranques de relaves son inmensos diques donde se acumula el material de desecho de la actividad minera, que está disuelto en agua y es como una enorme sopa de minerales. Nunca un tranque es 100% impermeable, pero las mineras realizan pozos y canales aledaños para encauzar los escurrimiento que se produzcan en estas represas. Según señalan en la industria, el tranque de Caserones filtraría más agua de lo previsto en su diseño, lo cual se debería a una mayor permeabilidad de la roca. La compañía ha duplicado los pozos que reciben estas aguas y la bombean de vuelta al tranque.

Los tranques son uno de los grandes temas de la minería. Sin ir más lejos, el mayor problema que tiene Los Pelambres, del grupo Luksic, es con su tranque El Mauro, que lleva una década en conflicto con la comunidad de Caimanes.

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