Juan Benavides, nuevo presidente de ICARE, marca agenda 2016-2017

Ene 19, 2016

Hay que retomar con fuerza la senda del crecimiento, dice. En 1986-1998 Chile tuvo las mejores tasas de crecimiento, y el cobre estaba bajo los US$ 2 la libra, recuerda.

(El Mercurio) El directorio del Instituto Chileno de Administración Racional de Empresas (ICARE) eligió el 21 de diciembre a Juan Benavides, ingeniero comercial de la Universidad Católica, como su nuevo presidente. En la sesión de ayer asumió sus nuevas funciones en reemplazo de Guillermo Tagle, quien ocupó el cargo entre 2014 y 2015. No fue una elección competitiva; no hubo otro candidato. «Yo no asistí, pero entiendo que hubo un acuerdo unánime del directorio», precisa Benavides.

La institución también renovó su Comité Ejecutivo: Vivian Blanlot y Claudio Muñoz asumieron como vicepresidentes, en reemplazo de Bernardo Larraín y Nicole Nehme; se mantiene Richard von Appen como director tesorero y Guillermo Tagle se incorpora como past presidente.

Benavides destaca la numerosa participación en ICARE de profesionales, ejecutivos y empresarios en todos sus círculos, comités y directorios. «De acuerdo a los estatutos, todos tienen sus plazos definidos, lo cual permite una rotación y genera una renovación permanente de las nuevas ideas que tienen que estar vigentes en las empresas. Todos los profesionales participan ad honorem «.

¿Qué temas marcarán la agenda durante su gestión?

«Entre los primeros temas que nos interesa comunicar, y a mí promover en particular, está el dinamizar la economía, retomar con fuerza la senda del crecimiento. En 1986-1998 Chile tuvo las mejores tasas de crecimiento, y en ese período el precio del cobre estaba muy por debajo de los US$ 2 la libra».

-¿En qué ámbitos se debe avanzar?

«Aprovechar el llamado de la Presidenta para que 2016 sea el Año de la Productividad y extenderlo a lo que puede ser la década. Buscar incentivos a la inversión, eliminar trabas a la inversión. Cuántos proyectos hay con judicializaciones y otros problemas que terminan postergándose por años, en circunstancias de que pueden ser muy beneficiosos. Creo que aquí tienen que concurrir todas las autoridades pertinentes, con el objeto de buscar dónde están los problemas, y destrabarlos. Hay que recuperar la vitalidad que tuvo el mercado de capitales y levantar los bajos indicadores de productividad de las medianas empresas».

-¿Qué precisa el mercado de capitales?

«Chile ha tenido todas las condiciones dadas para haber desarrollado un gran mercado de capitales. Hoy los montos transados en la bolsa de valores han disminuido significativamente, al igual que las emisiones de valores de las compañías. Se hizo una integración con Perú y Colombia, y eso no avanza, porque hay diferencias de impuestos y de normativas, trabas que hay que eliminar».

«Puede haber incentivos a la inversión e incentivos especiales a la emisión de cierto tipo de valores. La Cámara Chilena de la Construcción ha planteado que existe un déficit en infraestructura que hoy supera los US$ 50 mil millones, y abordarlo tendría un impacto muy importante en la productividad».

-¿Qué demanda de las reformas que para el empresariado desincentivan la inversión?

«Lo importante es que contribuyan al desarrollo, a un mundo moderno donde los requerimientos de flexibilidad y productividad son altamente necesarios para permitir ir adelante como país, con un desarrollo de largo plazo en beneficio de todos… Es importante tener un debate con esa altura de miras».

«La reforma laboral, tal como está hoy, tiene elementos que pueden ir en dirección contraria en aspectos relacionados con el reemplazo de trabajadores en huelga y extensión de los beneficios. Lo importante es no equivocarse; que las reglas contribuyan a un buen entendimiento entre trabajadores y empresa».

-¿Cómo se puede asumir el daño que la colusión ha causado al prestigio empresarial?

«La verdadera y genuina competencia es clave, porque es lo que termina entregando a las personas más y mejores bienes y servicios de calidad, generando al interior de las compañías mejores prácticas, más eficiencia, más productividad. Es un círculo virtuoso tremendamente positivo, y hay que estar convencido de que es el mejor camino».
«En este aspecto, hay que promover todos los estándares y prácticas de administración que contribuyan a un ambiente competitivo sano, mejores evaluaciones, buenos sistemas de control de gestión, cambios en los reglamentos internos, capacitación de personal. Todo lo que contribuya a que las empresas tengan mejores gobiernos corporativos y prácticas transparentes para su personal y para la sociedad».

-¿Cómo se restituye la confianza?

«En el último tiempo, el empresariado ha comenzado a tomar medidas para mejorar el estándar de las compañías. La propuesta de ICARE será profundizar y traer a los eventos a los mejores exponentes. La confianza se gana con mucha diligencia y preocupación, entregando mejores bienes y servicios y preocupándonos no solo de los clientes y accionistas, sino que también de los proveedores, comunidades vecinales, trabajadores. Donde esté presente la empresa, hay que elevar los estándares. El trabajo por delante es la sustentabilidad»

-¿Ha considerado la posibilidad de un conflicto de interés por haberse opuesto a la reorganización de Enersis que lanzó Enel?

«Son temas distintos (de Icare). Por un lado, como presidente de Habitat, me corresponde defender la participación de los minoritarios. Y todo está dentro de lo que uno puede discutir, dentro de los márgenes que da la ley y de la normativa que entrega la superintendencia (de Valores y Seguros). Y eso es lo que se ha estado básicamente discutiendo».

-Aparte de los círculos, congresos y mesas redondas, ¿qué otros elementos apoyan la función de Icare?

«Icare como tal, no es vocería de ninguna empresa en particular ni tampoco toma una posición. Es un punto de encuentro, un puente, un lugar donde se pueden dar las conversaciones y tener una visión de la economía, del marketing, de las finanzas, de recursos humanos, etc.

«El Encuentro Nacional de Empresarios (Enade) es muy importante. Es honrado siempre con la asistencia de la Presidenta de la República y destacados ministros del área económica. Pero ese evento es acompañado con más de 30 eventos anuales, sin considerar almuerzos y desayunos más reducidos, donde se abordan distintas materias relevantes para las empresas. El objetivo es hacer una entrega que sea realmente de valor».

-Pese al mayor tipo de cambio, no remontan las exportaciones no cobre. ¿Cuál es la tarea en este ámbito?

«La reasignación de los recursos en ninguna parte es automática. Hay que pensar que por un período muy largo, el alto precio del cobre inhibió un desarrollo mayor del sector frutícola o de otras actividades que podrían haber sido de mayor significancia para el desarrollo nacional. Muchos tienen puesta la mira en los alimentos. Se dice que el mundo va a pasar de 7.500 millones, a más de nueve mil millones de habitantes a fines de 2050. Con un crecimiento per cápita que va subiendo, los requerimientos de alimentos serán cada vez más crecientes. Chile se ha desarrollado en materia alimenticia y lo mejor es que tiene mucho más que entregar».

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