Landerretche: “Decir que la innovación no es parte del giro de la empresa es una aberración”

Dic 4, 2015

El ejecutivo apuesta por los cambios positivos que se esperan con la maduración de los proyectos estructurales, a comienzos de la próxima década, y al desarrollo de la innovación.

(Politicayeconomia.cl) En la entrevista publicada por dicho portal, el presidente del Directorio de Codelco, Óscar Landerretche Moreno, aborda los desafíos de largo plazo que enfrenta la principal productora individual de cobre del mundo.

Si bien no soslaya los problemas de corto plazo que está generando la caída del precio del cobre y que se reflejan en la disminución de los excedentes reportados en los últimos trimestres, el ejecutivo enfoca su mirada en el largo plazo, apuesta por los cambios positivos que se esperan con la maduración de los proyectos estructurales, a comienzos de la próxima década, y al desarrollo de la innovación. Esta última como motor de la sostenibilidad futura del negocio.

¿Cómo está enfrentando Codelco el actual ciclo de baja del precio del cobre y cómo afecta éste sus niveles de inversión?

-Con los pronósticos de consenso del precio del cobre que manejamos, estimamos que de aquí a 2018 Codelco va a generar excedentes muy similares a los que genera hoy en día, o sea, sobre US$ 1.000 millones. Esta cifra es antes de impuestos y antes de entregarle el 10% de las ventas a las fuerzas armadas. Si el precio del cobre sube en los próximos años por sobre el pronóstico actual, el excedente puede acercarse a los US$ 2.000 millones.

A partir de 2019 comenzará a producir Chuquicamata subterránea, con mayores márgenes y más producción. Por razones de diseño, por logística, reducción de costos y eficiencia en el transporte del mineral, Chuquicamata subterránea implicará un aumento significativo de los excedentes. Esto sin contar los beneficios medioambientales, con mayor ahorro de energía, combustibles y de reducción de la huella de carbono.

¿Con qué pronóstico de precio del cobre hace esta estimación de excedentes?

-Según las proyecciones del mercado, hacia 2019 y 2020 el precio del cobre debiera estar en un rango de 2,5 a 3,0 dólares la libra. O sea, ya se habrá superado el exceso de oferta que tenemos actualmente.

-¿Mantendrán el nivel de inversiones en los años previos a 2020?

-De aquí a 2020 Codelco mantendrá una cartera de proyectos por US$ 22.000 millones. Hay que considerar que alrededor del 70% de esta cifra es provista con recursos propios, o sea, con depreciación. Por lo tanto, tenemos que buscar afuera la manera de financiar el otro 30%. Desde el 2020 en adelante bajará un poco el nivel de inversión de Codelco, al tiempo que esperamos que aumenten los excedentes, porque ya estarán maduros y produciendo los proyectos que tenemos en marcha por estos días. Esto indica que la década del 2020 será muy buena para la empresa.

-¿Debiera llegarse a un pacto con el dueño, para evitar que los esfuerzos de inversión no sean afectados por los vaivenes de corto plazo y por las urgencias de los gobiernos de turno?

-Yo creo que sí, sin duda. Creo que tenemos que reforzar el gobierno corporativo de Codelco, con una mirada de largo plazo, más técnica y sacarla del ciclo político. Debiéramos tener un tipo de acuerdo o pacto de tipo financiero con el dueño, que permita asegurar presupuestos y fuentes de financiamiento de largo plazo, que vayan más allá de los cuatro años que duran los gobiernos. Un horizonte razonable para Codelco es de por lo menos 15 años, donde pueden pasar tres gobiernos distintos y un ciclo completo del mercado para la industria. Con un poco de realismo político uno supone que es muy difícil de hacer esto, pero creo que sería muy, muy deseable que ocurriera.

-¿Sería necesario reformar el gobierno corporativo?

-No creo que sea necesario eso, pero sí tal vez debieran hacerse algunos ajustes a la forma de operar. Algo así como una reglamentación complementaria.

-¿Qué tipo de reglamentación?

-Serían nuevas disposiciones que apunten a una convergencia de los requerimientos financieros de Codelco con el presupuesto del sector público, pero con una perspectiva de largo plazo, plurianual. Veo esto como algo parecido a la ley de responsabilidad fiscal, que precisamente tiene una mirada de largo plazo para buscar el equilibrio estructural. Sería ideal que nos rigiéramos por un presupuesto plurianual, pero lo suficientemente flexible como para enfrentar situaciones imprevistas, algo así como un freno de mano, que también dé seguridad a la política fiscal ante situaciones críticas, como una crisis externa, o emergencias naturales.

Hoy la política fiscal es de corto plazo y muy reactiva, lo cual no va en línea con el enfoque de largo plazo que tiene Codelco, sobre todo para el desarrollo de sus proyectos, que se toman al menos dos décadas desde que se formulan en el papel hasta que concluyen.

-¿Los proyectos actuales son para mantener el actual volumen de producción, o le permitirán también elevar ésta?

-Codelco produce entre 1,6 y 1,7 millón de toneladas de cobre al año. Mantener esta cifra es, en sí mismo, un gran mérito porque entre tanto en los últimos 10 años hemos enfrentado caídas muy fuertes de la ley del mineral. Es un mérito porque para producir esta misma cantidad hay que remover un 30% más de material, lo cual impacta en el costo. Se espera que tengamos una pequeña declinación, que llegará quizás a 1,5 millón de toneladas en los próximos años, porque aún estamos en una etapa de transición de las minas viejas a la entrada en operaciones de los proyectos estructurales. Pero después vamos a volver a 1,7 millón de toneladas.

Cuando ya entren en régimen normal los proyectos estructurales, hacia 2030, podríamos estar en torno a los 2 millones de toneladas. Al mismo tiempo la empresa ganará en economías de logística y explotando un mineral con mejor ley que la actual y con un mayor margen. Quiero subrayar que si no hiciéramos estos proyectos, la producción estaría hoy en un franco descenso y unos años más adelante Codelco dejaría de ser lo que es hoy: la mayor compañía de cobre del mundo.

-¿Bajarán de paso los costos laborales?

-Sí, en eso estamos empeñados ahora, como también en bajar los costos en otros ámbitos, como energía, mantenimiento, maquinarias, repuestos, equipos, etc. Incluso, con la dotación actual, pero más productiva, estimamos que en la próxima década mejorarán los márgenes, porque estamos aumentando la eficiencia y porque nuestro core productivo, o sea el mineral extraído, tendrá una mejor ley que la actual.

-Mientras tanto, ¿qué están haciendo en el ámbito de exploraciones?

-Este es un tema al que le estamos dando un nuevo impulso. De hecho, el presidente ejecutivo de la empresa, Nelson Pizarro, contrató a los mejores talentos en exploración del país y armó un equipo de sabuesos, geólogos de alto nivel. Uno de sus primeros resultados ha sido la identificación de un yacimiento que se ve bastante interesante, ubicado al norte de El Teniente, que por ahora tiene un nombre picaresco: Las Huifas. Aunque se encuentra en una etapa de estudios muy preliminar, Las Huifas se presenta como un proyecto de gran magnitud, casi para pensar en crear en una nueva división de Codelco. Pero como está al lado de El Teniente, ello no sería necesario.

La meta mínima en exploraciones es que año a año la empresa vaya comprobando las reservas de que dispone respecto de las que usa. O sea, mantener una cadena de valor desde reservas probables a reservas probadas.

-Codelco depende en gran medida de otros países para refinar su cobre. ¿Qué ocurrirá cuando China aplique nuevas exigencias ambientales, sobre el contenido máximo de impurezas de los concentrados que procesan sus refinerías?

-Aclaro que la regla que aplicará China en 2018 es sobre emisiones máximas de las refinerías en ese país. Algunos piensan que las nuevas exigencias internacionales llevarán al fin de las fundiciones en Chile, a todas, por sus niveles de emisión y baja eficiencia. Antes se aplicaban castigos para los concentrados que no cumplieran con los contenidos máximos de impurezas, pero hoy en día esos concentrados con altos niveles de arsénico están prohibidos. Entonces, lo que hace Codelco con los remanentes que tiene (y no somos los únicos, porque otros productores también lo hacen), es comprar concentrados limpios a otros productores, mezclarlos con los concentrados complejos y por esta vía cumplir con la regla de las refinerías. Evidentemente, esto no es sustentable. Pero para ser bien sinceros: si el día de mañana apagamos todas las fundiciones, la gente que es partidaria de esto se sentirá feliz y dirá que ello no importa, porque la refinación no es parte sustantiva del negocio de Codelco y porque los márgenes en refinación son muy bajos.

Sin embargo, si optáramos por cerrar las fundiciones, Codelco quedaría automáticamente con un millón de toneladas de concentrados complejos a los que tendría que buscarle un destino para refinar. Esto es una locura, porque a su vez tendríamos que comprar algo así como 10 millones de toneladas de concentrados limpios para mezclarlos con los complejos y después llevarlos a una refinería extranjera. Por lo tanto, no tenemos grandes alternativas y en el mercado de la refinación estamos en un caso de monopsonio, es decir, muchos oferentes para muy pocos demandantes.

-¿ Codelco seguirá dependiendo entonces de las refinerías extranjeras?

-Si uno mira el total de refinerías en el mundo, más o menos la mitad están integradas verticalmente, como es el caso de Codelco, que tiene producción de mina, concentradoras y refinerías. La otra mitad corresponde a empresas que solo prestan el servicio de refinación, como es el caso de China, que actualmente presenta 50 y 50% de esta estructura. Pero, de aquí a una década los chinos también constituirán un monopsonio en la refinación de cobre.

Desde un punto de vista estratégico, sería irracional que Chile, advirtiendo lo que ocurre y lo que ocurrirá en pocos años más en el mercado de la refinación de cobre, se quede de brazos cruzados. Por lo tanto, yo creo que Chile debiera tener una política nacional de refinerías y de refinación de cobre. Pero ello implica que las refinerías tienen que ser competitivas, a nivel internacional y hoy día no lo son. Esta baja competitividad tiene tres explicaciones: 1) alto costo de la energía; 2) altos costos laborales; y 3) baja productividad.

-O sea que el problema es mayúsculo.

-Así es, tenemos un problema grave. Por eso en estos momentos estamos formulando una nueva estrategia para que en los próximos años Codelco cuente con refinerías de clase mundial. En el mejor de los casos, si uno mantiene fundiciones que no generan ningún margen, estamos bien, porque la mayor parte de la renta la generamos en la explotación de los yacimientos, pero ocurre que hoy las refinerías son eslabones donde se generan pérdidas de valor para la empresa, o sencillamente traspasamos valor para que otros ganen. Esto último que estoy diciendo es una situación que afortunadamente aún no ocurre en Codelco, porque estamos conteniéndola, pero ni no hacemos algo urgente, para allá vamos.

-Otro ámbito crítico para las compañías mineras es el recurso agua. ¿Qué estrategia está siguiendo Codelco?

– Codelco carga con pasivos ambientales porque sus centros de explotación son muy antiguos. Cuando se crearon, hace como 100 años, no incorporaron desde el comienzo la variable medioambiental. Sin embargo, en los últimos años nos hemos estado haciendo cargo como corresponde de estos pasivos.

Una proporción sustancial de los esfuerzos de innovación de Codelco está vinculada con el menor impacto posible en el recurso agua. Entre otros, buscando métodos alternativos de uso de agua en el manejo de los relaves; estudios para reutilizar el agua en 100% en determinados procesos; programas de reforestación para recuperar terrenos que habían sido dañados por antiguas operaciones mineras; y planes para la utilización de agua de mar. Por lo tanto, el esfuerzo de apalancar el negocio con nuevas tecnologías lo estamos haciendo y en general, la variable de sustentabilidad ambiental está presente en la mayoría de aquéllas.

Tenemos que reconocer sí un problema en nuestra política medioambiental y, particularmente, en la relación con las comunidades, que tiene que ver con el gobierno corporativo: la ley limita al extremo, por buenas razones, la discrecionalidad que tiene Codelco para gastar plata en planes que no tengan que ver con el core del negocio. Así, por ejemplo, Codelco no puede hacer lo que hacen otras grandes compañías mineras, que es destinar platas para hacer directamente una plaza, un parque, un colegio, que vaya en beneficio de alguna comunidad.

-¿Y en plano de la energía, qué hay de nuevo?

-En este ámbito, Codelco tuvo la suerte de que en años anteriores a la actual administración, se firmaron buenos contratos de suministro de electricidad, a precios inferiores al que compraron otras grandes mineras. Ya se están renegociando otros contratos, creemos, en condiciones ventajosas para Codelco. Sin embargo, aún tenemos una brecha grande en costo de la energía, con respecto a otros competidores a nivel internacional.

-¿Cómo está enfrentando Codelco el desafío de la investigación, el desarrollo y la innovación?

-Cuando asumí este cargo, me encontré con un discurso interno que decía que ‘la innovación no es parte del giro de la empresa’, así de simple, lo cual para mi es una aberración. Cualquier persona que hubiera estado siquiera en los alrededores de una escuela de negocios sabe que esa frase es una bestialidad, porque hoy la innovación es crucial para la competitividad de cualquier empresa; forma parte del negocio. Yo creo que quienes sostenían –hasta hace poco en esta empresa- que la innovación no forma parte del giro de la empresa, tenía que ver con un enfoque ideológico destinado a achicarla, a restarle fuerza y competitividad respecto de sus competidores privados. De otro modo, no me explico tamaña aberración.

Incluso, debo reconocer que en cierto modo estoy en desacuerdo con lo que se sostiene hasta ahora en la empresa, de que el giro debe ser el cobre, eso y solo eso. Estoy en desacuerdo porque el giro del negocio de Codelco es maximizar el valor de sus activos para el Estado de Chile. Ese es el giro. Si el día de mañana, en medio de sus operaciones cotidianas, descubrimos no sé qué elemento nuevo y valioso, nuestro deber es aprovecharlo y sacarle valor. No nos podemos quedar anclados solo al cobre, porque en general todas las actividades productivas tienen que ser evolutivas.

Por lo tanto, creo que es malo para el futuro de cualquier empresa sostener que el giro de ésta sea un producto en particular. Esto es como pensar, por ejemplo, que una empresa papelera que nació como productora de papel de diario, se le niegue hoy producir papel para impresoras. Lo encontraría ridículo.

-¿Qué están haciendo, específicamente, en el plano de la innovación?

Desde que se instaló el actual directorio, hemos estado estudiando estos temas, basados en las mejores prácticas internacionales. Hemos contratado varias consultorías nacionales e internacionales y esperamos que tengan miradas críticas sobre la sostenibilidad de la empresa en el largo plazo. Mientras tanto, mi diagnóstico es el siguiente: Codelco es un conjunto de oportunidades disputándose en el área chica la posibilidad de dar en el blanco de la tecnología y la innovación. Por el hecho de ser un lugar privilegiado para trabajar, en este caso de los mejores talentos de nuestras universidades, en sí mismo esto genera un ecosistema muy rico para generar ideas e impulsar la innovación.

Aun con todos los problemas que tiene la empresa para organizarse en esta área, muchas de las innovaciones de la minería chilena se han hecho en Codelco. Tenemos un potencial innovador gigantesco, pero siento que estamos perdiendo oportunidades. Lo peor del caso es que una buena parte de esta pérdida de oportunidades se debe a que carecemos de una nueva mirada del negocio.

Espero que en los próximos meses estemos en condiciones de anunciar el fortalecimiento del área de ciencia, tecnología e innovación en Codelco, vinculada directamente con las operaciones productivas. De paso, también tenemos que cambiar la forma en que funciona el directorio en este plano, porque dado que siempre hay temas y problemas de la contingencia de corto plazo, nos cuesta dedicarle más tiempo a los temas de fondo y de futuro, entre los cuales están los de ciencia, tecnología e innovación.

-Concretamente, ¿qué se proponen hacer?

Tenemos que hacer un cambio, para destinar más tiempo a estos temas de futuro y derechamente tenemos que dar los pasos para crear una nueva filial tecnológica de Codelco. El diseño de esta filial debe incorporar una mirada de largo plazo, que vaya mucho más allá de los ciclos políticos y de los vaivenes de corto plazo a que está sometido el gobierno corporativo. Ese es el gran desafío. Tiene que ser una filial independiente, con un horizonte de proyectos a 10 ó 15 años.

-¿Cuánto invierte hoy Codelco en investigación e innovación?

-Codelco destina hoy el 0,7% de sus ventas en este ítem, aunque tengo mis dudas de que sea así, porque creo que no se están contando ciertas cosas que debieran entrar en este rubro. Sólo se estaría contando lo que se gasta como intencionado para innovación, pero no aquellos gastos que se destinan a solucionar problemas técnicos y que en el fondo también es innovación.

-La media de la industria minera a nivel mundial está más cerca del 1% de gasto en investigación e innovación respecto de las ventas.

-Sí, ello es verdad, como también que las empresas catalogadas de pioneras en este ámbito están en alrededor del 2%. Pero no soy partidario de aumentar el gasto en innovación en Codelco, mientras no tengamos bien armada una estructura definitiva para impulsar estas actividades. Con lo poco que gastamos hoy el desafío es hacerlo mejor. Este bajo monto coincide con el ciclo de estrechez ocasionado por la baja del cobre y mientras tanto tenemos que avanzar en construir una nueva visión de futuro, que ponga en el centro la innovación. Cuando en unos año más entremos de nuevo al ciclo de precios altos, tenemos que asegurarnos de que el mayor gasto en investigación e innovación esté bien respaldado.

Esto es fundamental para cualquier industria de commodities sometida a ciclos de precios. A medida que estas industrias se desarrollan y se vuelven más grandes, cambian el eje donde capturan el mayor valor. Al comienzo estas industrias captan la mayor parte de la renta explotando exclusivamente el commodity, pero luego evolucionan de la mano con las nuevas tecnologías asociadas al commodity. Es por eso que las compañías mineras top destinan el 2% e sus ventas a investigación e innovación y hacia allá debe mirar Codelco.

Coincido plenamente con el Presidente Ricardo Lagos, cuando en la cena de Cesco de comienzos de año propuso lo siguiente: si Chile tiene un tercio de las reservas mundiales de cobre y produce un tercio del cobre refinado, debiera proponerse exportar un tercio de los servicios mineros y logísticos del cobre a nivel internacional.

-Sin embargo, se dice que Codelco sólo compra tecnologías probadas a nivel mundial y deja de lado a los proveedores locales que quisieran desarrollar éstas.

-En parte es así, porque cuando Codelco tiene que poner en marcha un nuevo yacimiento, debe asegurarse con la mejor tecnología disponible en el mundo, porque en esto no podemos fallar. Los proveedores de tecnologías de clase mundial hacen fila para venderle a Codelco, porque Codelco es Codelco y si les va bien aquí obtienen un sello de garantía para seguir vendiendo a otras compañías. También nos prefieren porque las minas de Codelco se cuentan entre las de mayor complejidad a nivel internacional (por ejemplo, en altitud y en profundidad de los yacimientos). Por lo tanto, donde creo que Codelco ha sido algo torpe para capturar valor es en el hecho de prestar sus instalaciones para que los proveedores de tecnologías experimenten con ella. Quizás debiéramos cobrar un derecho de uso de las instalaciones.

-¿Eso implica que los proveedores chilenos tienen que seguir esperando, o a la zaga?

-Creo que tenemos que repensar nuestra relación con los proveedores locales, pero a condición de que éstos no solo sean capaces de idear nuevas tecnologías y equipos, sino también que sean capaces de competir en costos. Si no son competitivos en costos, los innovadores chilenos no podrían competirle a los extranjeros. Así y todo, reconozco que tanto Codelco como el gobierno, no han sido lo suficientemente creativos en impulsar el desarrollo de proveedores locales.

Otro aspecto del que tenemos que preocuparnos es la propiedad intelectual de las innovaciones, porque nos ha pasado que algunos innovadores usan nuestras instalaciones para experimentar y probar tecnologías y después nos piden que se las compremos, pero no quieren reconocer que nosotros también colaboramos con ellos, permitiéndoles experimentar. Muchos se olvidan que a diferencia de una empresa privada, Codelco tiene encima a la Contraloría General de la República, a Cochilco y al Senado y en estas cosas siempre tiene que estar en regla.

-¿Qué podría pasar con los costos de producción de Codelco y el precio del cobre cae por debajo de US$ 2,0 la libra?

-Tengamos en cuenta que cuando cae el precio, caen también de manera encadenada la mayoría de otros costos, asociados a la industria, incluidos los de proveedores. Lo importante aquí es entender dónde está Codelco en la curva de oferta, si está más arriba o más abajo. Codelco siempre estuvo en el primer cuartil de costos y en los últimos años, en medio del boom de precios, bajó al segundo cuartil. Por eso uno de los puntos que acordamos con los trabajadores -hace poco- fue volver en los próximos años al primer cuartil. Si al precio actual quisiéramos volver al primer cuartil, tendríamos que reducir el costo medio de producción en al menos 50 centavos por libra producida.

Afortunadamente, Chuquicamata, Andina y El Teniente son divisiones de clase mundial y claramente no se verán afectadas por este ciclo de baja, aunque sí otras divisiones.

-¿En estas condiciones la División Salvador dejó de ser competitiva?

-En esta división estamos aplicando un plan riguroso de optimización, para que vuelva a los números azules.

-¿Es cierto que Codelco se propuso reducir el número de trabajadores contratistas, para privilegiar la dotación propia?

-Cuando la empresa vivió el último boom del precio alto, se produjo una explosión de trabajadores contratistas y ahora, en este ciclo de baja, como es obvio, la subcontratación debe ser racionalizada. Este es un factor de escala propio de los ciclos. Por lo tanto, en todo el país se está produciendo una baja de la subcontratación. Pero al margen de este fenómeno, durante el mencionado boom se subcontrataron funciones que tienen que ver con el corazón del negocio.

El problema es que se generaron contratos que resultan complejos y difíciles de modificar. En la División Salvador, por ejemplo, hubo contratos con subcontratistas que resultaron una pesadilla, pero en buena hora ya los revertimos. Allí descubrimos incluso el robo de mineral, porque existía una cadena de al menos cuatro contratos intermedios entre la empresa y quienes realizaban materialmente las tareas de supervisión. Hicimos las denuncias en los tribunales, para perseguir a los autores de tales ilícitos.

Nuestro objetivo ahora es que las funciones críticas que se habían externalizado, se reincorporen a la empresa. Estas funciones representan el 10% de la dotación.

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