Reducción en oferta mundial por cierre de yacimientos estabilizaría el precio del cobre

Sep 21, 2015

El valor del metal rojo, que en los últimos días se ha ubicado sobre los US$ 2,40 por libra, no volvería a bajar. Un eventual aumento de precio dependerá de diversos factores.

(El Mercurio) El bajo precio del cobre ha provocado que empresas de todo el mundo reduzcan sus volúmenes de producción, paralizando las operaciones de importantes yacimientos. Es el caso de Tyrone en Estados Unidos, Katanga en Congo, Grasberg en Indonesia, y El Abra en Chile. Según distintos expertos, esto implicará una contracción de la oferta, que afectará los inventarios a partir de este año. Este nuevo escenario evitaría que el precio del metal rojo siga bajando, pero una eventual tendencia al alza dependerá no solo de la oferta, sino también de cómo se comporte la demanda.

En opinión de Gustavo Lagos, académico de la UC, el cierre de yacimientos a nivel mundial es relevante y tendrá un efecto importante en los inventarios, por lo que el precio del metal debiera estacionarse. «Ahora ya subió un poco, a más de US$ 2,40 la libra, pero nadie sabe lo que va a pasar, porque la economía china está incierta, y los cierres futuros dependerán un poco de eso», sostiene.

Agrega que si el precio sube, los recortes de producción van a ser menores que lo proyectado, y eso va a influir en los precios de largo plazo y en qué tan rápido vuelvan a observarse precios altos. «Si va a ser a partir de 2017, 2018 o 2019, va a depender no slo de la demanda, sino de cuánta oferta se reduzca en este tiempo», señala Lagos.

Según el economista de BBVA Research, Cristóbal Gamboni, hay predicciones de déficit en el mercado del cobre, pero para después de 2018. «Todavía no podríamos hablar de un déficit inmediato en 2016 y 2017, porque aunque ha habido un recorte en la proyección de oferta, también se espera una menor demanda internacional, por el bajo crecimiento de China», sostiene.

El director ejecutivo de Plusmining, Juan Carlos Guajardo, en tanto, considera que se trata de un ajuste significativo. «No tengo recuerdo de un recorte de producción de esta magnitud en el mercado del cobre anteriormente», afirma. Según un estudio de la consultora, en 2016 dejarían de producirse 179.056 toneladas de cobre en el mundo, en 2017 la merma sería de 399.667 toneladas y en 2018 de 142.444 (ver infografía).

Guajardo asegura que la mayoría de los recortes se dan en plantas de lixiviación o en minas integradas a una fundición-refinería, por lo que se impacta directamente a la disponibilidad del producto final. «Las estimaciones de balance para el mercado de cobre refinado en 2016 pasan de esta forma de un superávit del orden de las 200 a 300 mil toneladas a un déficit en torno a 100 a 200 mil toneladas», afirma.

Control de costos

Álvaro Merino, gerente de estudios de la Sociedad Nacional de Minería, explica que históricamente ha ocurrido que en un escenario de precios bajos se reduce la producción de las empresas con mayores costos. «Las compañías mineras de menor tamaño, en general, muestran costos superiores, por la escala de producción», sostiene.

Agrega que, sin embargo, en el corto plazo a las empresas les conviene seguir operando, aun cuando tengan pérdidas, en la medida que los ingresos cubran los costos variables y quede un remanente para pagar los costos fijos, minimizando así las pérdidas.

Lagos explica que en el corto plazo el costo de producir cobre sigue al precio del metal, pero que en el largo plazo el precio sigue al costo marginal. Señala que si baja el precio también bajan los costos, porque una parte importante de los insumos que se usan en la producción de cobre también son commodities , como el petróleo, el hierro o el carbón. «Pero no bajan lo mismo, y bajan a un tiempo distinto, a un ritmo distinto, no es proporcional y depende de muchos factores. Si el precio sigue bajando, los costos van a bajar», sostiene.

Merino agrega que la totalidad de la industria minera tiene hoy el desafío estratégico de implementar un férreo control de costos. «La optimización de los procesos, la capacitación permanente y la innovación continua deben ser prioritarios en las compañías», afirma.

Por su parte, Gamboni asegura que las menores metas de producción van a liberar recursos para las empresas mineras, al producirse recortes de trabajadores y requerirse menos insumos directos. Agrega que el actual tipo de cambio alto también disminuye los costos de la industria, que se pagan en pesos, en circunstancias de que los ingresos se reciben en dólares. «El precio del cobre se ha visto afectado por movimientos financieros, como las expectativas de alzas en la tasa de la FED, pero finalmente lo que va a determinar sus niveles a mediano plazo es lo que ocurra con la oferta de aquí en adelante», sostiene.

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