Sofofa llama al Gobierno a tomar medidas para reactivar la inversión

Sep 2, 2015

Construcción dijo que el IPOM refleja que la economía se ha desacelerado sin signos de recuperación

(Diario Financiero) Tras los resultados del Informe de Política Monetaria (IPoM) presentado por el Banco Central, en el cual disminuyó la estimación de crecimiento del PIB a un rango entre 2% y 2,5%, la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) hizo un llamado a las autoridades a tomar las medidas pertinentes para salir del escenario de desaceleración.

«Las proyecciones que nos entregó hoy (ayer) el Banco Central son preocupantes ya que confirman la desaceleración que enfrenta nuestra economía. No solo se ajustó la tasa de crecimiento a la baja para 2015, sino que también se moderó el crecimiento potencial de la economía, lo que es una muy mala señal», argumentó el presidente del gremio, Hermann von Mühlenbrock.

La proyección a la baja de la inversión realizada por el Central es uno de los puntos críticos para el gremio, ya que sería el segundo año consecutivo que esta variable cae, luego de contraerse 6,1% en 2014.

«Las decisiones de inversión se han visto afectadas en gran parte por factores internos, por lo que hacemos un llamado al gobierno a tomar todas las medidas necesarias para reactivar la inversión en Chile», dijo von Mühlenbrock.

Desde la Sofofa creen que es necesario revisar las reformas que están en discusión en el Congreso, en particular la reforma laboral. «Los actores involucrados en este debate deben comprender que sus decisiones afectan las expectativas y a la economía. Estamos a tiempo de enmendar el rumbo y proponer políticas públicas que favorezcan el crecimiento, la inversión y a las personas».

Por último, el dirigente concluyó que en «una economía donde no hay inversión, no hay crecimiento. Lo que junto a un escenario de inflación alta, produce una pérdida de bienestar importante en el país, lo que debe ser considerado dentro del debate de las actuales reformas».

La visión de la Construcción

Por su parte, la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) advirtió que el IPoM «no hace más que reflejar» que la economía se ha desacelerado «fuertemente y que está lejos de mostrar signos de recuperación».

«El IPoM muestra que los principales motores del crecimiento económico -consumo e inversión- han continuado debilitándose, en especial la inversión privada, que ya está en terreno negativo. Este antecedente ratifica que este año y probablemente el próximo nuestro sector va a exhibir un débil desempeño, ya que el 65% de la Formación Bruta de Capital Fijo se destina a construcción y el 50% del total del gasto sectorial corresponde al gasto en construcción en infraestructura productiva privada», dijo el gremio.

Añadieron que las estimaciones decrecientes del cobre indican que habrá un mayor déficit fiscal que financiar con ahorro o deuda, lo que permite suponer que probablemente la posición acreedora del país se acabe hacia fines de 2016 y que el Estado deberá tener un comportamiento más austero, debilitándose la inversión pública como instrumento reactivador.

Ipom septiembre 2015: ¿riesgos de desanclaje o intervención verbal?

Dalibor Eterovic, Economista jefe Grupo Security

El Informe de Política Monetaria presenta un panorama particularmente sombrío, tanto por el entorno global (bajan proyecciones de crecimiento global, de socios comerciales, caída de 3% en los términos de intercambio, y mayores riesgos provenientes desde China); como por el lado interno, recalcando que la actividad, la demanda interna y la final se mantienen débiles.

Pero el cambio más relevante del informe -y que más molesta al BCCh- va por el lado de la inflación que en el escenario base sería de 4,6% este año y 3,7% el próximo. Sobre sus causas, sostiene, como lo ha hecho en ocasiones anteriores, que la principal explicación es el alza en el tipo de cambio. De esta manera, tanto la depreciación reciente así como los riesgos de que esta se profundice seguirían retrasando la convergencia de la inflación a 3%.

Correctamente, a mi juicio, la debilidad del peso se ve como un fenómeno global de apreciación de dólar y que, si bien el tipo de cambio real hoy estaría algo por sobre sus niveles de equilibrio de largo plazo, es coherente con las necesidades cíclicas de la economía. Además, el nuevo cálculo de PIB tendencial de mediano plazo tiene una baja relevante y se acopla al del comité de expertos de Hacienda bajando a 3,5% desde el rango de 4-4,5% calculado el año pasado. Más aún, el bajo potencial de corto plazo sugeriría que las brechas de capacidad son menores a las previamente estimadas aunque, estarían levemente negativas y se proyecta que continuarían ampliándose hasta la primera parte del 2016.

Con este escenario, la prescripción de política monetaria que el BCCh utiliza como supuesto de trabajo es lo incorporado en los activos financieros, donde la TPM comenzaría a subir entre fines de este año y comienzos del próximo.

En resumen, la economía continua débil y con sesgo a la baja, mientras la inflación está sobre el rango meta y con riesgos al alza. Si bien el tipo de cambio es el principal responsable de la inflación, el BCCh cree que existen riesgos de que la depreciación se acentúe y que las expectativas inflacionarias (hoy ancladas a plazo de 2 años) se desanclen. Respecto al último punto tengo serias dudas. Sin contar con un modelo explícito de formación de expectativas de inflación, el BCCh siguiere que el solo hecho de llevar varios meses con inflación sobre 4% arriesga desancle.

Pero es de esperar que si las causas de la inflación son cambios en precios relativos y no presiones de demanda, factores como la inflación pasada sean poco relevantes para la formación de expectativas sobre la inflación futura. Si por otra parte, lo que busca el Central al validar alzas de tasas en los próximos meses es poner presión a la baja sobre el tipo de cambio (intervención verbal), los efectos también debiesen ser menores y a lo más transitorios. El destino de la paridad peso/dólar (y el del resto de las monedas emergentes) se juega en canchas internacionales.

La mejor manera de cuidar la credibilidad del Banco Central es a través del buen análisis y comunicación de los determinantes macroeconómicos detrás la inflación y sus opciones de política monetaria. Subir la TPM en los próximos meses y reducir el estímulo monetario en las condiciones actuales de debilidad de la economía, creo que es un error.

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