IPoM de septiembre: Mercado prevé alza en inflación, y ajuste a la baja en inversión y PIB

Ago 28, 2015

Estimación de inflación a diciembre subiría a entre 4% y 4,6% anual, debido a que no se ha detenido el impacto de la depreciación del peso en los precios domésticos. Analistas esperan que apunte a un crecimiento de entre 2,25% y 2,8% en su primera estimación para 2016, y reduzca su cálculo de PIB potencial a un rango entre 3,5% y 4%.

(El Mercurio) Revisión marcada por freno del crecimiento. En junio, el escenario base de crecimiento para 2015 del Central fue entre 2,25% y 3,25%, proyección que el mercado estima será corregido a entre 2% y 2,5%.

«En general la actividad se ve más afectada que en el diagnóstico de junio. Los indicadores de inversión siguen débiles, el consumo amenazado por la fortaleza del tipo de cambio y el empeoramiento esperado en el mercado laboral», explica George Lever, gerente de Estudios de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS).

Asimismo, hace ver que pese a la fuerte mejoría en su competitividad cambiaria, «el sector exportador está lejos de generar la dinámica esperada para levantar la economía, y los envíos siguen cayendo». En la balanza comercial, las exportaciones muestran un fuerte ajuste en el segundo trimestre, observa Felipe Bravo, economista de Banco Santander. Nathan Pincheira, de Banchile Inversiones, cree que el Central ajustará su pronóstico para este año a entre 2% y 2,5%, incluso con un sesgo a la baja porque «no descartamos que la expansión del PIB se sitúe este año entre 1,75% y 2,25%».

Perspectivas 2016 sin mejoría importante

Los pronósticos de crecimiento del PIB en 2016 deberían apuntar a entre 2,2% y 3,25%, según las previsiones de los analistas, sin cambios significativos respecto a la evolución que tendría la economía este año.

Las peores perspectivas para el crecimiento de Brasil y China y la lenta demanda interna de países desarrollados, no contribuirán a la recuperación de nuestras exportaciones, sostiene Felipe Bravo, economista del Santander. «El sector externo será mucho menos importante dentro del crecimiento nacional», afirma.

Además de los riesgos asociados a la posible normalización de las tasas de interés en Estados Unidos y la fortaleza del dólar, Dalibor Eterovic, del grupo Security, dice que se ha agregado en el último período la fuerte corrección accionaria en la bolsa china y las dificultades para manejar la desaceleración de esa economía. «Por el lado interno, las expectativas empresariales y de consumidores continúan deterioradas, en parte por factores políticos e incertidumbres asociadas a las reformas impulsadas por el gobierno», expone.

Retroceso en precio del cobre

En junio, el Banco Central revisó al alza el precio del cobre para 2015, desde US$ 2,75 que había estimado en marzo a US$ 2,80 la libra. Para 2016 elevó su pronóstico desde US$ 2,85 a US$ 2,90 la libra, basándose en la estrechez de oferta prevista en el mercado.

En este nuevo IPoM, el ajuste sería en dirección contraria, hacia niveles entre US$ 2,5 y US$ 2,6 la libra de cobre en 2015 debido a un empeoramiento de las condiciones externas, especialmente la menor demanda de China y ajustes en las perspectivas de crecimiento global.

No obstante, el diagnóstico de Banco Santander es que el precio actual del cobre no sería sostenible por mucho tiempo pues el fin del superciclo del metal no significa que la demanda no siga creciendo ni que las exportaciones desde Chile caigan de manera estrepitosa. «Con China creciendo tan solo 6% anual, el precio del cobre alcanzaría mínimos de US$ 1,95 la libra en los próximos meses, promediando US$ 2,25 la libra en 2016», señala en su último reporte trimestral.

El crudo seguirá en descenso

El descenso en el precio de las materias primas, asociado principalmente a la desaceleración de la economía china, llevará al Central a bajar su estimación de US$ 63 el barril de Brent, que manejaba en junio, a un nivel de entre US$ 50 y US$ 55 el barril, según las estimaciones de analistas.

Banchile Inversiones apuesta por un precio de US$ 50 el barril, lo que se fundamentaría principalmente en la posición más bearish (compradora) que ha adoptado el mercado, más allá de los fundamentales, dice Nathan Pincheira, economista de la institución.

De acuerdo con el análisis que hizo el Banco Central en el último IPoM, el precio del petróleo Brent de US$ 63 el barril seguía manteniéndose bajo desde una perspectiva de largo plazo.

«Afortunadamente, la caída del petróleo y de otras importaciones ayuda a evitar un choque de términos de intercambio como el de 1998 o 2008», observa Guillermo Le Fort, de la consultora Le Fort Economía y Finanzas.

Riesgo de mayor contagio inflacionario

La mayor depreciación del peso genera riesgos de mayor traspaso inflacionario en el corto plazo y probablemente demorará la convergencia de la inflación hacia la meta, dice Dalibor Eterovic, economista jefe del grupo Security.

En su informe de junio, el Central consideró como escenario base que la inflación cerraría el año en 3,4% y el mercado espera una corrección en ese pronóstico a niveles de 4 a 4,6%.

De ahí que, como señal para la política monetaria, Guillermo Le Fort, de la consultora Le Fort Economía y Finanzas, esperaría un sesgo neutral, «pero con preocupación por el reiterado incumplimiento de la meta de inflación. Sería un vuelco sorpresivo manifestar preocupación por los efectos inflacionarios de la depreciación del peso y anunciar alguna acción al respecto», explica.

Varios de los supuestos en el IPoM anterior no se están cumpliendo, dice Nathan Pincheira, economista de Banchile Inversiones, quien anticipa que probablemente el Central migre a una inflación en torno o levemente superior a 4%.

Aparte del mayor traspaso a precios de la depreciación cambiaria, Pincheira menciona los efectos de segunda vuelta producto de la indexación presente en la economía chilena.

La inversión se contrae este año

En lugar del aumento de 0,7% en la inversión -medida como formación bruta de capital fijo- contemplado en el IPoM de junio, los analistas anticipan un ajuste hacia una contracción que se podría situar entre -1% y -2,2% en este nuevo informe.

Incluso hacia 2016, Guillermo Le Fort, de Le Fort Economía y Finanzas, prevé un estancamiento, donde la inversión pública crecería muy poco.

Las expectativas del sector privado se desploman, dice Luis Felipe Alarcón, economista de EuroAmerica, quien también hace ver que la demanda por nuestros productos de exportación se ha visto debilitada.

El diagnóstico del Banco Santander es que la evolución de la inversión presenta un patrón similar al de la crisis subprime . Este año caería por tercer año consecutivo, pese a que se espera que la inversión pública se incremente en un 23% anual en términos reales. En el contexto de contracción de los planes de inversión a cinco años plazo, el sector energético pierde el segundo lugar y es superado por la cartera de Obras Públicas, que es la única que ha aumentado, observa. Menciona el aporte marginal de las exportaciones, todo lo cual se da en un ambiente de expectativas deprimidas, cuyo repunte no vislumbra.

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